Bitcoin, la criptomoneda líder a nivel mundial, atraviesa un momento crucial en su evolución de precio en 2025. La batalla entre compradores y vendedores se intensifica justo cuando BTC enfrenta niveles de resistencia técnica en torno a los 98,000 dólares, una barrera que el mercado ha intentado superar sin éxito en los recientes días. Para comprender las dinámicas actuales y los posibles escenarios que puedan desarrollarse, es fundamental analizar los niveles clave de soporte y resistencia, así como los indicadores derivados del comportamiento de los participantes en el mercado. Desde finales de abril, el precio de Bitcoin se ha mantenido atrapado en un rango estrecho entre aproximadamente 93,000 y 97,900 dólares. Este comportamiento lateral muestra un balance inestable entre la presión de compra y venta, que refleja la incertidumbre que reina entre inversores al aproximarse a decisiones macroeconómicas importantes, como lo es la reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos para definir la política de tasas de interés.
La incapacidad para cerrar por encima de 97,440 dólares en el precio diario pone de relieve la dificultad para iniciar un movimiento alcista sostenido. Un aspecto relevante en el análisis actual es la intensidad de la toma de ganancias en rangos altos. Expertos en análisis on-chain, como CryptoVizArt de Glassnode, han señalado que el volumen de Bitcoin vendido con beneficio se ha incrementado considerablemente, superando los niveles históricos promedio. Dicho de otra forma, la proporción de Bitcoin vendido con ganancia respecto a las pérdidas es extremadamente alta, lo que podría indicar un pico temporal en la confianza alcista y anticipar posibles correcciones en el corto plazo. Que por cada dólar vendido en pérdida se vendan más de nueve en ganancia es una señal inusual y que invita a cautela.
Este comportamiento suele caracterizarse por un aumento de la volatilidad puesto que muchos inversores buscan asegurar ganancias tras rallies significativos. Sin embargo, mientras el precio se mantenga por encima de zonas clave como 93,000 dólares, estos movimientos de toma de ganancias no necesariamente se traducen en un declive pronunciado, aunque sí pueden diluir el impulso alcista si la presión de venta persiste. El famoso analista conocido como Checkmate ha enfatizado que Bitcoin está en una “encrucijada decisiva”. Desde esta perspectiva, el mercado podría definir su trayectoria con base en la reacción del precio frente a los niveles críticos actuales. Si BTC logra consolidar una ruptura por encima del rango de resistencia alrededor de 98,000 dólares, abriría el camino hacia una recuperación hacia los 100,000 dólares y potencialmente niveles superiores.
Por otro lado, un rechazo sostenido en esta zona podría desencadenar una corrección que lleve al precio a buscar soporte en niveles inferiores, poniendo en riesgo las recientes ganancias acumuladas. En este escenario, el cierre diario por encima de 95,000 dólares cobra especial importancia. Los días posteriores a la tentativa de ruptura mostraron una caída del precio por debajo de esta referencia, explicada mayormente por el aumento de la presión vendedora tras la toma de ganancias. Por esta razón, la capacidad para retomar y sostener el precio por encima de esa cota será un termómetro claro de la fortaleza del mercado alcista. Además del análisis técnico, hay factores fundamentales que pueden actuar como catalizadores para el precio de Bitcoin en las siguientes semanas.
Entre ellos destacan la creciente demanda por parte de productos financieros ligados a Bitcoin, en particular los ETFs (fondos cotizados en bolsa) que invierten en BTC de forma directa o indirecta. La semana pasada se reportaron entradas netas equivalentes a 1.8 mil millones de dólares en ETFs vinculados a Bitcoin, un dato muy positivo que refleja el interés institucional y minorista en este tipo de vehículos de inversión que facilitan el acceso a la criptomoneda sin necesidad de poseerla directamente. Por otro lado, la expectativa de la decisión que tome la Reserva Federal en su próxima reunión sobre las tasas de interés es un elemento no menor. Las políticas monetarias vigentes afectan directamente la liquidez global y el apetito por activos de riesgo, criptomonedas incluidas.
Un endurecimiento inesperado o señales de una política menos acomodaticia podrían afectar negativamente el ánimo de los inversores, provocando caídas en el precio de Bitcoin y otras criptomonedas. En contraste, la resistencia que los bajistas tratan de mantener en la zona de 98,000 dólares tiene como objetivo preservar un techo que podría inducir a la venta masiva, presionando el precio hacia abajo hasta niveles próximos a 92,000 dólares. Más aún, el soporte técnico alrededor de 90,000 dólares se encuentra en una convergencia importante con medias móviles simples de 100 y 200 días, lo que convierte esta área en un refugio potencial clave para evitar caídas mayores. De no sostenerse este soporte, se abriría la puerta para una corrección más profunda que podría llevar el precio incluso cerca del rango entre 75,000 y 85,000 dólares, niveles que registrarían una pérdida importante de las ganancias acumuladas en los últimos meses tras la suspensión de tarifas durante 90 días. Mirando el mapa completo, los inversores deben mantenerse atentos a la volatilidad y a las potenciales oscilaciones de BTC entre estas zonas.
La dinámica del mercado podría ir desde una consolidación lateral prolongada hasta movimientos explosivos en cualquiera de las direcciones, dependiendo tanto de la orientación técnica como de los factores externos mencionados. La alta proporción de la oferta de Bitcoin en ganancias, cercana al 86%, según datos de Glassnode, muestra un evidente doble filo. Si bien es un indicador de fortaleza que puede señalar una fase alcista consolidada, también representa un riesgo latente de toma de ganancias en masa y volatilidad substancial. Históricamente, cuando la mayoría de los tokens disponibles han estado en territorio de ganancias, las correcciones tienden a materializarse. Por ende, entender este fenómeno es vital para anticipar posibles puntos de inflexión.