El panorama financiero para los inversores en el mercado bursátil no ha sido favorable durante el año en curso, especialmente para aquellos que siguen de cerca el índice S&P 500, uno de los indicadores bursátiles más usados y representativos de la economía estadounidense. En medio de una caída acumulada del 6% en el año, muchos inversores, incluidos quienes acumulan su ahorro para la jubilación en cuentas como los 401(k), están experimentando pérdidas significativas. Esta situación ha despertado una preocupación creciente sobre la posibilidad de que se avecine un mercado bajista en Estados Unidos. El contexto se ha visto agravado en el mes de abril, cuando el presidente Trump anunció una serie de tarifas arancelarias de gran impacto durante lo que denominó "Liberation Day". Esta decisión trajo consigo una reacción inmediata en los mercados, causando una caída adicional del 12% en el S&P 500 poco después de la noticia, lo que alimentó una ansiedad latente entre economistas, inversionistas y gestores de fondos.
Ken Fisher, fundador de Fisher Investments y gestor de uno de los fondos con una cartera de activos bajo administración que llega a los 295 mil millones de dólares, se ha convertido en una voz crucial en el debate alrededor de las repercusiones que estas medidas arancelarias pueden provocar en la economía y en los mercados. Con una trayectoria respetada y basada en análisis sólidos, Fisher ha advertido durante semanas sobre los riesgos que las tarifas comerciales representan para el crecimiento económico y la salud del mercado bursátil. La economía estadounidense ya mostraba señales de debilidad antes incluso de que las tarifas comenzaran a afectar de manera notable. La inflación, aunque ha disminuido desde el pico del 8% registrado en el 2022, aún sigue por encima del objetivo establecido en un 2% por la Reserva Federal. La política monetaria restrictiva adoptada por la Fed, similar a la que se implementó en los años 80, ha logrado contener la inflación, pero a costa de un aumento en las tasas de interés que han impactado el mercado laboral y el consumo.
La tasa de desempleo, que había caído a niveles mínimos en el año previo, ha repuntado a un 4.2%, generando incertidumbre sobre el consumo y, por ende, sobre las ganancias corporativas. Los consumidores están gastando menos en bienes y servicios no esenciales, lo que se traduce en menores ingresos para las empresas y, por tal razón, previsiblemente se limitará la inversión y el gasto empresarial en el corto y mediano plazo. Fisher enfatiza que la suma de estos factores podría desencadenar una fase de austeridad económica que profundice la desaceleración ya presente, afectando especialmente sectores productivos y de servicios que conforman la mayor parte del PIB estadounidense. Indicadores como el ISM Manufacturing PMI y el ISM Services PMI muestran contracción o casi estancamiento, lo que es señal de que las actividades económicas principales están perdiendo dinamismo.
Una inflación al alza derivada de las tarifas, combinada con una economía que se desacelera y un mercado laboral menos robusto, presenta un escenario complejo para los inversores del S&P 500. Kas perspectivas de ganancias corporativas se ven empañadas, lo que usualmente es un catalizador fundamental para la salud de los mercados bursátiles. Fisher señala que en este contexto, la posibilidad de que el S&P 500 entre en un mercado bajista, definido por pérdidas superiores al 20% desde máximos recientes, es real y merece ser tomada en serio. Los inversores deben estar atentos y considerar estrategias que puedan proteger su capital ante la volatilidad venidera. La diversificación, la evaluación constante de riesgos y el monitoreo cercano de las políticas comerciales y monetarias son aspectos clave para navegar en un clima económico tan incierto como el actual.
Aun cuando la economía estadounidense tiende a mostrar resiliencia histórica ante crisis, las circunstancias actuales no deben ser subestimadas. La advertencia de Ken Fisher es clara y directa: el impacto de las tarifas y los ajustes en la política monetaria podrían acarrear una fase prolongada de dificultades para el mercado y la economía nacional. La evolución del conflicto comercial y las acciones que tome la Reserva Federal en los próximos meses serán determinantes para el camino que tome el S&P 500 y, por ende, la experiencia del inversor común. En suma, la realidad es que estamos frente a un momento delicado en la economía estadounidense, donde múltiples factores convergen para aumentar la incertidumbre. Escuchar las voces expertas, analizar las tendencias y mantenerse informado con base en datos confiables es indispensable para quienes quieren afrontar con éxito estos desafíos.
La advertencia de Ken Fisher, lejos de ser un mero comentario, resalta una necesidad urgente de prudencia y preparación en un momento en que la volatilidad podría ser la nueva norma para los mercados.