El gran interrogante: ¿Qué viene después de la rebaja de tasas de la Reserva Federal? El anuncio inminente de una nueva rebaja de tasas por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha generado una mezcla de expectativa y preocupación en los mercados financieros y entre analistas económicos. En medio de un escenario económico global incierto, la pregunta que ronda en las mentes de los inversionistas es qué implicaciones tendrá esta medida y cómo afectará a la economía estadounidense y a la economía global en general. Desde hace meses, el Banco Central ha estado bajo presión para suavizar su política monetaria, especialmente después de las señales de debilitamiento económico que han surgido en diversas áreas. Informes recientes sugieren que la Fed ya debería haber ejecutado recortes en julio, pero la cautela prevaleció. Sin embargo, las condiciones económicas actuales indican que la espera está por terminar y que la Fed está lista para dar este paso significativo.
Una de las principales críticas a la Reserva Federal en los últimos años ha sido su excesiva dependencia de los datos económicos actuales. Esta estrategia ha llevado a una serie de decisiones que, según algunos expertos, no siempre se alinean con las necesidades del momento. Al caracterizar la inflación como transitoria en 2021, el banco dejó de lado señales de advertencia que hoy son evidentes. Esta falta de claridad ha generado incertidumbre en los mercados y ha complicado la tarea de los analistas que intentan prever los movimientos de la Fed. La tensión entre la necesidad de estabilidad de precios y la promoción del empleo ha llevado a la Fed a una encrucijada.
Los funcionarios de alto rango del banco continúan reafirmando su compromiso con ambos mandatos, pero los mercados han empezado a interpretar a la Fed como si tuviera un único enfoque: minimizar la debilidad en el mercado laboral. Esta percepción ha llevado a una volatilidad considerable en las expectativas de las tasas de interés. El reciente aumento de la deuda entre los hogares de ingresos bajos y medios ha comenzado a preocupar a los economistas. Muchas familias han agotado los ahorros acumulados durante la pandemia y se han visto forzadas a recurrir al crédito, lo que ha exacerbado su situación financiera. Este fenómeno plantea la pregunta: ¿El debilitamiento en el sector más vulnerable de la economía se mantendrá en su lugar, o se extenderá hacia los segmentos de mayores ingresos? Esta incertidumbre es crucial para entender las perspectivas económicas futuras.
Otra narrativa relevante en el análisis actual es la de "la excepcionalidad estadounidense". Durante mucho tiempo, la economía estadounidense ha sido considerada un ejemplo de resiliencia y crecimiento continuo. Sin embargo, esta narrativa ha comenzado a tambalearse. Las políticas que antes proporcionaban una ruta clara hacia el crecimiento sostenible han sido reemplazadas por un enfoque más fragmentado que prioriza la política industrial, desequilibrios fiscales persistentes y el uso de tarifas comerciales y sanciones como herramientas estratégicas. El entorno internacional también juega un papel crucial en el futuro de la política monetaria de la Fed.
La integración de la economía global ha estado en retroceso, y el fenómeno de la fragmentación económica ha llevado a un replanteamiento de la ideología que ha gobernado el comercio y la inversión en las últimas décadas. Este cambio podría tener repercusiones importantes no solo en Estados Unidos, sino en la economía global en su conjunto. Una vez que se inicie el ciclo de recortes de tasas, la atención se centrará inmediatamente en tres áreas clave: el nivel terminal de las tasas de interés, el impacto real de las reducciones en el crecimiento económico y la posibilidad de que un ciclo de recortes en Estados Unidos impulse una reacción similar en otras economías emergentes. Estos son elementos interconectados que deberán ser monitoreados con atención. Por un lado, la expectativa del mercado sobre la dirección futura de las tasas es un indicador crucial de la salud económica.
Los mercados de bonos del gobierno de EE. UU. están pronosticando un alto riesgo de recesión, con expectativas de un recorte de tasas de 0.50 puntos porcentuales en el corto plazo y un total de dos puntos en el próximo año. Sin embargo, al mismo tiempo, los mercados de crédito muestran confianza en una "aterrizaje suave", una dicotomía que refleja la complejidad del actual panorama económico.
Para que estas expectativas se alineen, será esencial que las condiciones financieras se aflojen significativamente. Esto incluye la capacidad de los fondos inactivos para ser utilizados adecuadamente, lo que podría compensar la emisión sustancial de bonos del gobierno y la contracción continua de la hoja de balance de la Fed. Dado el contexto, es evidente que las decisiones que tome la Reserva Federal en los próximos meses tendrán un impacto duradero no solo en la economía estadounidense, sino en la economía global. El reciente comportamiento de los mercados refleja esta incertidumbre. La inesperada alza en el rendimiento de los bonos del gobierno estadounidense, que ocurrió tras la publicación de una estadística de inflación más elevada de lo previsto, ha generado preocupaciones.