La semana pasada, los mercados estadounidenses experimentaron un repunte notable, impulsados por la creciente expectativa de recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed). A pesar de un cierre algo débil el viernes, las acciones lograron encadenar tres semanas de ganancias, lo que refleja un optimismo renovado entre los inversores sobre el estado de la economía. La percepción general es que la economía, aunque está enfriándose, no se encuentra al borde de una recesión inminente. Uno de los factores que alimentó este optimismo fue el comportamiento de los bonos del Tesoro, que también tuvieron una semana fuerte, con una notable caída en los rendimientos a lo largo de toda la curva. El rendimiento a 10 años se situó alrededor del 3.
75%, lo que indica una disminución en las expectativas de endurecimiento monetario en el futuro cercano. Ante este contexto, el índice Bloomberg Dollar Spot se debilitó por cuarta semana consecutiva, lo que sugiere un aumento en la confianza de los inversores hacia activos de riesgo. Los datos económicos recientes mostraron una leve alza en el indicador preferido por la Fed de la inflación subyacente en Estados Unidos, así como un aumento en el gasto del consumidor ajustado por la inflación. Estos datos reafirmaron las percepciones de que la economía, aunque en desaceleración, sigue mostrando señales de vitalidad. Un indicador de la confianza del consumidor publicado el viernes también coincidió con este sentimiento positivo, lo que generó un respaldo adicional a la idea de que una caída económica profunda no es inminente.
A pesar de que los comentarios de los funcionarios de la Fed a lo largo de la semana no alteraron de manera significativa las expectativas del mercado, las declaraciones de algunos como el presidente de la Fed de St. Louis, Alberto Musalem, sugirieron que la Fed podría optar por reducir las tasas de manera gradual después de un recorte significativo la semana pasada. Por su parte, la gobernadora de la Fed, Michelle Bowman, reafirmó su creencia en la robustez de la economía estadounidense. El presidente de la Fed, Jerome Powell, no proporcionó detalles concretos sobre la proyección económica o el rumbo de la política monetaria en un discurso pregrabado, lo que dejó a los analistas a interpretar su postura. Un factor adicional que alentó a los mercados fue una serie de anuncios de estímulo diario desde China, que contribuyeron a un ambiente de optimismo generalizado.
Además, varios bancos centrales en el mundo, incluidos los de Suiza, México, Hungría y la República Checa, recortaron las tasas de interés en un intento por revitalizar a sus economías. Este entorno de políticas monetarias más suaves a nivel global ha creado un terreno fértil para un aumento en los activos de riesgo, incluyendo las acciones. Sin embargo, a pesar del sentimiento general, los índices S&P 500 y Nasdaq 100 terminaron la sesión del viernes a la baja. Este retroceso estuvo marcado por la caída de Nvidia Corp., cuyas acciones fueron severamente afectadas tras informaciones que sugerían que China estaba instando a sus empresas locales a no utilizar chips de la compañía estadounidense.
Esto resalta cómo las tensiones geopolíticas pueden influir en las dinámicas del mercado, a pesar del optimismo económico general. Aun con un torrente de datos económicos revelados durante la semana, los mercados continúan valorando de manera mixta las probabilidades de un recorte de 25 o 50 puntos básicos en la próxima reunión de la Fed. Los economistas ahora han comenzado a predecir que la inflación podría alcanzar el objetivo del 2% de la Fed el próximo año, lo que podría ofrecer un alivio adicional a los responsables de la política monetaria en sus esfuerzos por equilibrar el crecimiento económico y el control de la inflación. Chris Larkin, director gerente de trading en E*Trade, destacó que los datos económicos recientes caen en un “punto dulce”, donde la inflación empieza a ceder y el crecimiento económico aún, aunque desacelerado, no se mueve hacia una caída drástica. “La impresión de inflación de hoy confirma lo que Powell nos dijo la semana pasada: la inflación está en descenso, el consumidor es fuerte y el mercado laboral sigue siendo resiliente”, comentó Larkin.
A medida que avanzamos hacia la siguiente semana, el informe sobre el empleo se perfila como un indicador clave que podría aportar más claridad sobre la salud del mercado laboral en Estados Unidos. Este dato será crucial para los inversores que buscan más señales de estabilidad en medio de la incertidumbre sobre la economía global y el futuro de la política de tasas de interés. En el ámbito internacional, el índice CSI 300 de China concluyó su mejor semana desde 2008, lo que sugiere que las medidas de estímulo implementadas están comenzando a dar sus frutos en la segunda economía más grande del mundo. Mientras tanto, en Europa, las acciones alcanzaron un nuevo máximo histórico el viernes, completando su mejor semana en más de cuatro meses, lo que denota un aumento en la confianza del mercado en la recuperación económica post-pandemia. En el sector de las materias primas, el petróleo experimentó una caída durante la semana, aunque los precios repuntaron el viernes tras el anuncio de que Israel había atacado la sede principal de Hezbollah en Beirut, lo que intensificó las tensiones en el Medio Oriente y había generado inquietud en los mercados energéticos.
Mientras los analistas y economistas continúan evaluando la dirección que tomarán los mercados en el futuro cercano, la combinación de la expectativa de recortes de tasas por parte de la Fed y datos económicos relativamente sólidos han creado un ambiente favorable para que los mercados bursátiles sigan adelante. No obstante, los inversores son conscientes de que deber tener en cuenta las dinámicas geopolíticas y la influencia de otros factores globales que podrían impactar la confianza del mercado. En resumen, la semana fue testigo de un aumento en el optimismo del mercado, impulsado por la esperanza de un recorte en las tasas de interés de la Fed, un entorno de inflación controlada y un gasto del consumidor que no se desmorona. Sin embargo, los desafíos persisten, y todos los ojos estarán puestos en los datos laborales que se publicarán pronto, que servirán como indicador crucial para hacia dónde se dirigirán tanto la economía como los mercados en el futuro.