Donald Trump, el expresidente de EE. UU., ha vuelto a llamar la atención al adentrarse en el mundo de las criptomonedas, y esta vez lo hace junto a sus hijos. El lunes, Trump lanzó oficialmente World Liberty Financial, una plataforma de préstamos descentralizados que, según él, busca revolucionar el sector financiero a través de la tecnología blockchain. La presentación se realizó mediante una transmisión en vivo en X, donde más de 155,000 oyentes se unieron para escuchar sus anuncios.
Desde su sede en Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida, Trump aseguró que el mundo de las criptomonedas es algo que deben explorar, incluso a pesar de sus reservas iniciales. "Tenemos que estar en la cima, pase lo que pase. Las criptomonedas son una de esas cosas que tenemos que hacer, ya sea que nos guste o no", declaró. El exmandatario también hizo referencia a su familia, afirmando que sus hijos han sido fundamentales para abrir su mente a este nuevo mundo. "Barron sabe mucho sobre esto.
Es un chico joven, pero sabe. Tiene cuatro billeteras o algo así, y yo le pregunto: '¿Qué es una billetera?'", bromeó. Las promesas de los Trump y su equipo para World Liberty Financial parecen se basan en acusaciones de injusticias en el sistema bancario actual, donde consideran que hay demasiados intermediarios que obstruyen el camino hacia el acceso al financiamiento. "Creemos que las finanzas descentralizadas, o DeFi, es lo que nuestros padres fundadores habrían imaginado, no un sistema roto y burocratizado", afirmó Donald Trump Jr. Sin embargo, detrás de la pompa y el entusiasmo, la presentación dejó entrever una serie de banderas rojas y conceptos reciclados de proyectos existentes en el espacio DeFi.
Según se informa, la plataforma estará construida sobre Aave, un protocolo de préstamos descentralizados donde los usuarios pueden pedir prestados activos digitales de otros depositantes. Este ecosistema ha sido popular en los últimos años, pero no sin sus riesgos: a pesar de la idea de ser una alternativa más accesible y segura a las instituciones financieras tradicionales, muchos de estos protocolos han enfrentado críticas por su alta volatilidad y la falta de regulaciones. A medida que se desvela más información sobre WLFI, surgen preguntas sobre la experiencia y la transparencia de los actores involucrados. En el equipo se encuentra Folkman, quien ha estado implicado en proyectos de criptomonedas que han fracasado en el pasado. Además, se ha revelado que Trump se ha autodenominado "Chief Crypto Advocate" de la plataforma, mientras que sus hijos tienen títulos llamativos como "Embajadores de Web3".
Sin embargo, un descargo de responsabilidad en el sitio web afirma que la familia Trump no es realmente "propietaria, administradora ni operadora" de la empresa, aunque parece que se beneficiarán económicamente de ella. El esquema de distribución del futuro "token de gobernanza" que WLFI planea lanzar ha sido otro punto de controversia. Se propone que el token se venda a inversionistas a través de la Regulación D de la SEC, lo que significa que estará limitado a aquellos considerados "inversores acreditados". Dicho de otra manera, se están alejando de la noción de democratizar el acceso a las finanzas y están más bien restringiendo la participación a solo un grupo selecto. Uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta este nuevo proyecto es el contexto actual del mercado de DeFi.
Después de alcanzar picos de valor en 2021, los tokens vinculados a este ecosistema han perdido un promedio del 88% de su valor. Aunque WLFI propone facilitar la experiencia al usuario y hacer que los préstamos descentralizados sean más accesibles, enfrenta la dura realidad de que los volúmenes de negociación de plataformas consolidadas como Aave y Compound han disminuido drásticamente. Expertos en el mercado de criptomonedas han sugerido que los altos retornos que una vez atrajeron a los inversores están siendo eclipsados por nuevas oportunidades en el sector. Por ejemplo, la práctica del “liquid restaking”, que permite a los usuarios obtener recompensas por poner sus tokens como colateral, ha ganado popularidad, desviando fondos de proyectos DeFi más clásicos. En un mundo donde la regulación es aún un tema delicado, la letra pequeña de los contratos de estos nuevos tokens podría llevar a que los inversores se enfrenten a situaciones desfavorables.
La naturaleza no transferible de los tokens, tal como lo han planteado los encargados de WLFI, podría significar que los inversionistas no puedan vender o intercambiar sus activos, lo que supondría un riesgo considerable en un mercado tan volátil y sensible a cambios rápidos. Mientras tanto, Trump ya ha tenido una trayectoria significativa en el mundo de las criptomonedas, ganando más de 7 millones de dólares a través de la venta de NFT. Sin embargo, este movimiento parece más que nada una estrategia para mantener flujo de capital durante un periodo crítico para su carrera política, con las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina. A pesar de las críticas y barreras que enfrenta, el entorno de las criptomonedas es notoriamente volátil y puede ofrecer oportunidades sorpresivas. Pero la tendencia de los Trump hacia la utilización de su marca personal en el sector financiero plantea interrogantes sobre la ética y la transparencia en este ámbito tan emergente.
La familia Trump, siempre hábil en capitalizar su imagen y legados, está apostando en grande en el mundo de las criptomonedas. Sin embargo, si esta nueva empresa logrará triunfar donde otras han fracasado, o si será simplemente otro capítulo en la larga historia de controversias y escándalos que rodean al ex presidente y su familia, aún está por verse. Mientras tanto, el espectáculo continúa.