Bitcoin, la primera criptomoneda del mundo, ha cumplido una década desde su creación y su impacto en el sistema financiero global es innegable. Para entender cómo ha evolucionado esta innovadora moneda digital, repasemos una cronología de los acontecimientos clave que han marcado su trayectoria desde su lanzamiento en 2009. Todo comenzó en octubre de 2008, cuando una persona o grupo bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto publicó un artículo titulado "Bitcoin: un sistema de dinero en efectivo peer-to-peer". En este documento, se describía cómo funcionaría la criptomoneda, ofreciendo una alternativa a los sistemas financieros tradicionales y reduciendo la dependencia de intermediarios como los bancos. En enero de 2009, Nakamoto lanzó el software de Bitcoin y minó el primer bloque de la blockchain, conocido como el "bloque génesis".
Este bloque contenía un mensaje oculto que hacía referencia a un titular de un periódico de la época, lo que subrayaba la motivación detrás de la creación de Bitcoin: una respuesta a la crisis financiera global. Durante los primeros años, Bitcoin pasó desapercibido en gran medida. Sin embargo, en 2010 comenzó a ganar atención cuando un programador llamado Laszlo Hanyecz realizó la primera compra en el mundo real utilizando Bitcoin, adquiriendo dos pizzas por 10,000 BTC. Este hecho se considera un hito ya que mostró el potencial de Bitcoin como medio de intercambio. En el mismo año, el primer intercambio de criptomonedas, BitcoinMarket.
com, abierto, permitiendo a los usuarios comprar y vender Bitcoin de manera más fácil. A medida que avanzaba la década, la demanda de Bitcoin empezó a crecer, lo que llevó a un aumento drástico en su valor. En 2011, el precio de Bitcoin alcanzó la marca de 1 dólar, consolidando su estatus como una inversión viable. Sin embargo, este crecimiento no estuvo exento de desafíos. En junio de ese mismo año, Mt.
Gox, el intercambio de Bitcoin más grande en ese momento, sufrió un ataque de hackers que resultó en la pérdida de 850,000 BTC, un evento que generó gran desconfianza en la comunidad de criptomonedas. La verdadera explosión de Bitcoin llegó en 2013. Durante este año, el precio de Bitcoin superó los 1,000 dólares por primera vez, lo que atrajo la atención de los medios de comunicación y de inversores en todo el mundo. A pesar de la euforia, Bitcoin enfrentó una creciente regulación por parte de gobiernos y autoridades en distintas partes del mundo. Países como China comenzaron a cuestionar el uso de Bitcoin, lo que generó un periodo de volatilidad en el mercado.
El año 2014 fue un año complicado para Bitcoin. El colapso de Mt. Gox dejó una marca indeleble en la reputación de la criptomoneda. La falta de regulación y la percepción de Bitcoin como un vehículo para actividades ilícitas continuaron alimentando las críticas en su contra. Sin embargo, también fue un año de innovación.
Se desarrollaron diversas aplicaciones y plataformas que buscaban facilitar el uso de Bitcoin y otras criptomonedas, sentando las bases para lo que vendría en el futuro. En 2015, la situación comenzó a cambiar. Empresas comenzaron a aceptar Bitcoin como forma de pago, y se crearon nuevas plataformas de intercambio que ofrecían mayores niveles de seguridad. El lanzamiento de Ethereum, otra criptomoneda con capacidad de contratos inteligentes, diversificó el ecosistema de las criptomonedas, ampliando la discusión sobre su utilidad y potencial. Esta expansión ayudó a legitimar aún más a Bitcoin, que comenzó a ser visto como un activo digital válido y valioso.
La revolución de Bitcoin continuó en 2016 y 2017. En 2016, la comunidad de Bitcoin logró resolver una disputa que había surgido sobre el tamaño del bloque de la blockchain, dando lugar a la creación de Bitcoin Cash, una bifurcación que permitió una mayor capacidad de transacción. En 2017, Bitcoin alcanzó el hito histórico de 20,000 dólares, lo que provocó una ola de entusiasmo y especulación en el mercado. Sin embargo, la burbuja estalló y el precio de Bitcoin sufrió una caída drástica a principios de 2018. A pesar de esta volatilidad, Bitcoin ha demostrado ser resistente.
En 2020, el mundo entero fue impactado por la pandemia de COVID-19, lo que llevó a muchas personas a refugiarse en activos considerados seguros, incluidos el oro y, por supuesto, Bitcoin. A medida que los gobiernos implementaban políticas monetarias expansivas para hacer frente a la crisis, el valor de Bitcoin comenzó a aumentar nuevamente. En diciembre de 2020, Bitcoin alcanzó un nuevo récord histórico, superando los 40,000 dólares, lo que desató un renovado interés por las criptomonedas. En 2021, el ascenso de Bitcoin continuó. Cada vez más instituciones y empresas comenzaron a adoptarlo, con Tesla incluso comprando 1.
5 miles de millones de dólares en Bitcoin y anunciando que aceptaría la criptomoneda como forma de pago. Este tipo de adopción institucional ayudó a consolidar la idea de que Bitcoin podría ser una forma legítima de inversión y hasta un refugio contra la inflación. Sin embargo, no todo ha sido un camino fácil. La regulación sigue siendo un tema candente en la comunidad de las criptomonedas. Gobiernos de todo el mundo están adoptando enfoques variados para tratar de establecer un marco regulatorio, lo que ha generado incertidumbre en el mercado.