El creciente uso de criptomonedas ha revolucionado la manera en que las personas realizan transacciones y manejan su patrimonio, pero también ha traído consigo importantes desafíos fiscales. En Estados Unidos, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) está incrementando la vigilancia sobre la declaración de impuestos relacionados con activos digitales, lo que significa que los inversionistas en criptomonedas deben prestar una atención especial para evitar errores que puedan derivar en auditorías o sanciones severas. Uno de los principales errores es la falta de contabilidad basada en las carteras digitales o wallets. El IRS exige que cada monedero, ya sea caliente o frío, tenga sus transacciones y saldos reportados de forma detallada y separada. Esto implica que no se puede simplemente agrupar todas las operaciones en un solo documento o hoja de cálculo.
La mayoría de los inversores manejan múltiples wallets y exchanges, lo que hace indispensable utilizar herramientas especializadas que integren automáticamente los datos para un reporte exhaustivo y preciso. Ignorar este detalle puede dar lugar a inconsistencias que llamarán la atención de los auditores. Otro aspecto frecuentemente mal gestionado es el tratamiento fiscal de las recompensas por staking. Aunque muchos piensan que solo deben declararse en el momento de la venta o conversión a moneda fiduciaria, la realidad es que el IRS considera que las recompensas se convierten en ingreso gravable en el instante en que son recibidas en la cartera digital, sin importar si son retenidas sin vender. Si un inversor recibe, por ejemplo, 2 ETH como staking, cuyo valor total es de 3,000 dólares al momento del ingreso, ese monto debe reflejarse como ingreso en su declaración fiscal.
No declarar o reportar incorrectamente estas ganancias es un error grave que puede atraer sanciones y el interés de los entes reguladores. Además, es común subestimar la importancia de responder a las cartas y notificaciones del IRS, así como de revisar con detalle el formulario 1099-DA, que los exchanges empezarán a enviar con información sobre ingresos, operaciones y recompensas. Estas comunicaciones suelen reflejar datos que pueden diferir de lo reportado por el contribuyente. Cualquier discrepancia en estas declaraciones es un factor inmediato de riesgo en una auditoría. Por tanto, es imprescindible estar atentos a estos requerimientos, responder oportunamente y corregir cualquier discrepancia antes de que los problemas escalen.
También existe la idea errónea de que pequeñas transacciones, especialmente realizadas en exchanges descentralizados o con monedas de privacidad, pasan desapercibidas para el IRS. La realidad es muy distinta. Las autoridades fiscales y sus colaboradores utilizan herramientas avanzadas de análisis en blockchain para rastrear hasta las transacciones más pequeñas, sin importar el tipo de moneda o plataforma. Por ello, cada compra, venta, airdrop, bifurcación o recompensa debe estar debidamente registrada y reportada en la declaración anual. Olvidar incluir movimientos bajo el argumento de su tamaño o naturaleza sólo incrementa el riesgo de ser sorprendido en una investigación.
Finalmente, una oportunidad importante para los inversores en criptomonedas es saber ajustar correctamente la base de costo de sus activos para optimizar la carga fiscal. Desde el año fiscal 2025, se permite reubicar el costo no utilizado entre diversas carteras o cuentas en exchanges, siempre que se documente con claridad la metodología antes de realizar la primera operación del año y se cumpla con las exigencias del mantenimiento de los registros. Esta práctica puede reducir considerablemente las ganancias de capital sujetas a impuestos. Sin embargo, es igualmente importante no exagerar en deducciones como gastos de negocios o costos relacionados con la actividad de hobby, ya que un aumento desproporcionado en estas cifras puede verse como una señal de alerta para el IRS y conducir a una auditoría. Mantenerse preparado ante posibles requerimientos del IRS no tiene por qué ser una fuente de estrés constante.