El renacer del Bitcoin ha llamado la atención de numerosos inversores y entusiastas de las criptomonedas, especialmente después de un periodo de inestabilidad que llevó a muchos a abandonar el mercado. Sin embargo, una voz que se escucha con frecuencia entre los ex comerciantes de criptomonedas es un decidido "no gracias". A medida que el Bitcoin y otras criptomonedas han comenzado a resurgir, algunos antiguos operadores de día han optado por distanciarse del caos que una vez dominaron sus vidas. Este fenómeno se ha vuelto cada vez más evidente en varios foros y comunidades en línea, donde ex comerciantes de criptomonedas comparten sus historias y reflexiones sobre su experiencia en el día a día de un mercado tan volátil. Para muchos, los días de operar con criptomonedas estaban llenos de euforia, emoción y, a menudo, angustia.
Con el ascenso de plataformas como Binance, Kraken y Coinbase, el comercio de criptomonedas se volvió accesible para cualquier persona con una conexión a Internet, atrayendo a millones a participar en la compra y venta de activos digitales. La volatilidad inherente del mercado de criptomonedas presentó tanto oportunidades como riesgos. Los traders de día, aquellos que compran y venden criptomonedas en cortos periodos, se quedaron a menudo atrapados en ciclos de ansiedad y adrenalina. Si bien algunos lograron acumular ganancias significativas, otros se encontraron en un juego peligroso que terminó por agotarlos emocionalmente y, en ocasiones, económicamente. "Nunca pensé que me gustaría un trabajo tan estresante", comenta Juan, un ex trader de criptomonedas que prefirió no compartir su apellido.
"La adrenalina es emocionante, pero también puede ser destructiva. La presión constante de revisar gráficos y las noticias del mercado es abrumadora. Después de un par de años, dije 'basta'." La actual resurrección del Bitcoin, que ha visto un aumento significativo en su precio, ha atraído la atención de muchos antiguos inversores que, sin embargo, se muestran reacios a volver al juego. Para ellos, el costo emocional de participar en un mercado tan volátil supera el potencial beneficio financiero.
"Una vez que experimentas el lado oscuro del comercio de criptomonedas, el brillo del dólar se apaga un poco", agrega María, otra ex trader. La comunidad de criptomonedas es notoriamente agresiva, y una cultura de "FOMO" (miedo a quedarse fuera) se ha instaurado fuertemente entre los nuevos y viejos invasores. Este fenómeno se traduce en un ciclo implacable de compras que empuja los precios hacia arriba, a menudo sin una base sólida. "Lo vi pasar muchas veces: el precio subiendo de manera insostenible, la gente comprando desesperadamente, y luego la inevitable caída. Ya no quiero ser parte de ello", señala Carlos, un trader de día que ahora prefiere el mundo de las inversiones más estables.
A medida que Bitcoin alcanza nuevos máximos, desde sus mínimos históricos, las redes sociales están llenas de proclamaciones de euforia y llamados a la acción. Sin embargo, entre las voces que cantan alabanzas al regreso de las criptomonedas, se encuentran aquellas que advierten de los peligros de caer nuevamente en el ciclo de especulación. "Las lecciones se aprenden a través de la experiencia, y muchos de nosotros hemos visto cosas que el resto del mundo parece ignorar", sostiene Ana, quien destaca cómo el mercado puede atraer a los inocentes y desinformados. El ambiente de camaradería que antes existía entre traders de criptomonedas se ha visto sustituido en gran parte por una dura competencia y un afán de lucro que impide conexiones auténticas. La COVID-19 y la posterior crisis económica mundial han exacerbado las tensiones en el sector.
“El sentido de comunidad se ha ido. Ahora todos están compitiendo entre sí”, lamenta Javier, un ex trader que ahora se ha vuelto más cauteloso en sus inversiones. Los principios fundamentales del comercio, como la gestión del riesgo y la diversificación de activos, a menudo son pasados por alto en el fervor del crecimiento rápido y la promesa de grandes recompensas. En muchos casos, los traders de día se obsesionan con cada pequeño movimiento del mercado, impulsados por algoritmos y noticias en tiempo real. "No puedes confiar en tu instinto cuando la gente está gritando sobre precios en tiempo real", dice Laura, otra voz más en este coro de cautela.
La reciente recuperación del Bitcoin ha impulsado a algunas personas a considerar el ingreso al criptomundo nuevamente, pero entre los ex traders esto se enfrenta a un escepticismo palpable. "No quiero regresar al lugar donde mi estado de ánimo estaba atado al precio de un activo digital", concluye Juan, quien había vivido en una montaña rusa emocional durante años. El interés por los activos digitales no ha desaparecido por completo. En lugar de volver a los antiguos métodos del comercio de día, algunos ex traders han optado por estrategias de inversión más conservadoras, como la inversión a largo plazo en criptomonedas con un enfoque en la innovación tecnológica que la acompaña—blockchain, contratos inteligentes y descentralización. Muchos ahora eligen diversificar su portafolio con un enfoque en activos menos volátiles como bonos o acciones de empresas establecidas.