BellRing Brands, compañía estadounidense reconocida por su marca Premier Protein, se encuentra en un momento complejo debido a las presiones inflacionarias que afectan sus márgenes operativos. Aunque la inflación amenaza con aumentar los costos de insumos en la segunda mitad del año, la empresa ha logrado hasta ahora contrarrestar esos incrementos mediante ajustes en sus precios. Además, el impacto de los aranceles, particularmente ligados a ingredientes lácteos importados de Europa y Nueva Zelanda, es considerado por la compañía como “menor” y con efecto diferido, posiblemente impactando sus cuentas en el ejercicio fiscal de 2026 más que en el presente año. Durante la presentación de resultados del segundo trimestre, la presidenta y CEO Darcy Davenport reafirmó las guías de ventas y EBITDA para el año completo, lo que genera confianza en la capacidad de la empresa para navegar en un entorno macroeconómico desafiante. Por su parte, Paul Rode, director financiero, explicó que el aumento previsto en la inflación durante la segunda mitad de 2025 podría presionar los márgenes frente al año anterior, pero los ajustes de precios implementados hasta la fecha han permitido mitigar en gran parte el impacto.
Un elemento relevante que afecta la dinámica de ventas de BellRing es la reducción del inventario en tiendas minoristas. A partir de finales del segundo trimestre y extendiéndose hacia el tercero, varios minoristas clave han disminuido sus niveles de inventario, lo que se traduce en un “viento en contra” de crecimiento para el tercer trimestre. Rode detalló que esta disminución de inventarios puede afectar negativamente las ventas netas en un dígito medio porcentual, porcentaje que se suma al impacto anticipado por el efecto comparativo de la reposición del inventario de ventas del año anterior. En este contexto, BellRing proyecta un crecimiento de ventas netas de bajo dígito en el tercer trimestre, con Premier Protein como principal motor de este avance, mientras que otras categorías podrían mantenerse estables o decrecer ligeramente. Aun así, eliminando el efecto ade inventarios, el crecimiento subyacente del segmento de batidos Premier Protein listos para tomar (RTD) se alinea con una expansión en el consumo estimada en un rango medio a alto de dos dígitos, lo que indica que la demanda final del consumidor sigue siendo sólida.
En cuanto a los resultados del primer trimestre que cerró el 31 de marzo, BellRing reportó un aumento de las ventas del 18.9%, alcanzando 588 millones de dólares. Este crecimiento se basó en un incremento de volumen del 15.3% y en una mejora del mix y precio del 3.6%.
El EBITDA ajustado también mostró un repunte del 14.4%, situándose en 118.6 millones de dólares, aunque con una ligera reducción en el margen, que bajó del 21% al 20.2%, reflejando costos incrementados y otros factores. Las previsiones para todo el año 2025 se mantienen en un rango optimista, con expectativas de ventas entre 2,260 y 2,340 millones de dólares, traduciendo un crecimiento de entre 13% y 17%.
El EBITDA ajustado se estima entre 470 millones y 500 millones, lo que representa un crecimiento de entre 7% y 14%. Según Rode, el margen EBITDA ajustado se mantendrá saludable en torno al 21.1% en el punto medio de estas proyecciones, aunque se anticipa una disminución secuencial en el cuarto trimestre debido al aumento de costos de insumos y mayores gastos promocionales que impactarán negativamente en los márgenes. Sobre el impacto de los aranceles, la empresa enfrenta la posibilidad de que una parte de sus costos de insumos se vean afectados por los gravámenes relacionados a los ingredientes derivados de lácteos provenientes de Europa y Nueva Zelanda. Sin embargo, la administración ha indicado que no espera repercusiones en los resultados del corriente año y prevé solo un impacto parcial en el siguiente ejercicio fiscal debido a la diferencia temporal entre la adquisición de insumos y el reflejo contable de sus costos.
Esta situación llevó a BellRing a evaluar activamente estrategias para mitigar posibles efectos negativos derivados de estos aranceles en el futuro. La situación actual demuestra que BellRing Brands se encuentra operando en un escenario con complejidades externas significativas: la inflación creciente y la dinámica cambiante en las cadenas de suministro minoristas. A pesar de ello, la empresa ha desplegado medidas resilientes, incluyendo ajustes en su política de precios y la implementación de promociones planificadas para el último trimestre del año 2024, que buscan compensar en parte la presión de los costos y los recortes de inventario. El mercado de productos proteicos, particularmente de Ready-to-Drink shakes como Premier Protein, continúa mostrando una sólida demanda del consumidor final. Esta fortaleza es vital para que BellRing mantenga sus objetivos financieros en un año con varios desafíos.
Si bien la reducción de inventarios minoristas puede afectar las ventas en el corto plazo, el consumo subyacente del producto y la preferencia por este tipo de suplementos proteicos podría respaldar un crecimiento sostenido en el mediano plazo. Es fundamental destacar que la compañía se mantiene vigilante en la gestión de costos y procura anticiparse a las tendencias inflacionarias y regulatorias, buscando minimizar riesgos e identificar oportunidades a través de la optimización de su mezcla de productos y las cadenas de suministro. Esta postura proactiva se considera clave para mantener su competitividad y rentabilidad en un entorno económico global marcado por la volatilidad. De cara a los inversionistas y analistas, BellRing Brands presenta un panorama con desafíos controlados, en donde la presión inflacionaria y las fluctuaciones en los inventarios minoristas constituyen las principales variables a monitorear para el desempeño trimestral. La gestión de la empresa ha comunicado transparencia en cuanto a estos temas, proporcionando previsiones ajustadas y explicaciones claras sobre la dinámica del negocio, factores que fortalecen la confianza en su conducción.
En resumen, BellRing Brands navega un período de ajuste en sus márgenes debido a la inflación y a cambios en la demanda minorista, pero mantiene una trayectoria de crecimiento firme gracias a su capacidad para adaptar precios, mantener promociones estratégicas y contar con un producto demandado consistentemente por el mercado. El impacto arancelario, aunque presente, se considerará menor y diferido en el tiempo, permitiendo a la empresa concentrar sus esfuerzos en mitigar la presión inflacionaria inmediata y en sostener su impulso comercial en un sector dinámico y competitivo.