El CEO de Circle advierte que la ley de criptomonedas MiCA de la UE “introduce mucho riesgo bancario” En un contexto donde la regulación de las criptomonedas está en el centro del debate global, el CEO de Circle, Jeremy Allaire, ha expresado preocupaciones significativas acerca de la Ley de Mercados en Criptoactivos (MiCA) de la Unión Europea. Durante una reciente conferencia en Bruselas, Allaire subrayó que la normativa impone riesgos que podrían comprometer la estabilidad de las instituciones financieras en Europa. Este comentario resuena fuertemente en una industria que ya ha enfrentado desafíos considerables en su relación con los bancos tradicionales. La ley MiCA, que busca estandarizar la regulación de los criptoactivos, también tiene como objetivo proteger a los consumidores y garantizar la estabilidad del mercado. Sin embargo, Allaire ha señalado que las disposiciones en torno a los requisitos de reservas de las stablecoins son especialmente problemáticas.
MiCA establece que las empresas emisoras de stablecoins vinculadas a una moneda fiduciaria deben mantener un 30% de sus reservas en efectivo en varias cuentas bancarias de la UE, y hasta un 60% para los tokens de dinero electrónico significativos. Esta estructura de reservas, según Allaire, introduce un “riesgo crediticio y riesgo de contraparte” que podría cuestionar la seguridad de los sistemas bancarios en Europa. Patrick Hansen, líder de estrategia y política de Circle en la UE, también compartió opiniones críticas, enfatizando que estas preocupaciones han sido reconocidas por los reguladores europeos, incluyendo la Autoridad Bancaria Europea. El diseño de la regulación MiCA podría escalar la necesidad de una revisión urgente, a la que Hansen se refirió como parte de un proceso de revisión interina programada para el año siguiente. Con el objetivo de ajustar los requisitos establecidos, los expertos prevén la eventual llegada de una "MiCA II", que podría contemplar más provisions sobre las finanzas descentralizadas (DeFi).
Circle, conocido principalmente por emitir el USDC, que es la segunda stablecoin más grande después de Tether, ha tenido que recalibrar su modelo operativo para cumplir con las exigencias de la nueva normativa europea. Con una capitalización de mercado que ronda los 34 mil millones de dólares, Allaire destacó que la situación de la actividad bancaria para muchas empresas dentro de la industria cripto ha sido “extremadamente difícil”. La reciente crisis bancaria en 2023, que resultó en el colapso de entidades financieras como Silvergate Capital y Signature Bank, ha exacerbado aún más las dificultades de las firmas cripto para establecer relaciones bancarias estables. A pesar de estos desafíos, Allaire se mostró optimista en cuanto a que Circle ha logrado forjar relaciones con “varios importantes bancos globales” que le sirven como socios estratégicos. Sin embargo, el CEO prefirió no nombrar específicamente a estas instituciones.
La implementación de MiCA ha proporcionado a los bancos una ventaja en la oferta de servicios relacionados con criptomonedas, y Allaire sostiene que los bancos están mostrando un gran interés en ingresar al sector de activos digitales, buscando también emitir stablecoins y desarrollar nuevas infraestructuras de pago. La reciente aprobación por parte de la autoridad bancaria francesa de la licencia de Institución de Dinero Electrónico para Circle, que tuvo lugar justo cuando el régimen MiCA comenzó a implementarse, coloca a la empresa dentro del paraguas de la regulación de la UE. Este avance permite a Circle operar conforme a las directrices establecidas, pero también implica que deben dividir su emisión de USDC entre diferentes jurisdicciones, lo que entraña nuevos retos operativos. La presión sobre las empresas cripto para encontrar suficientes socios bancarios podría generar un efecto adverso en la capacidad de estas para operar efectivamente bajo las normativas del MiCA. Este dilema se ve reflejado en el panorama más amplio del sector cripto, donde la resistencia de algunas instituciones bancarias a colaborar con empresas de criptomonedas se ha intensificado.
En el Reino Unido, por ejemplo, varios bancos han optado por aplicar prohibiciones generales sobre el trabajo con estas firmas. El escepticismo hacia las criptomonedas y su infraestructura ha sido alimentado por la narrativa negativa que proliferó durante la crisis bancaria. Los fracasos de entidades que prometían respaldar activos digitales fueron utilizados por los críticos de las criptomonedas para reforzar anécdotas sobre su volatilidad y riesgo inherente. Sin embargo, Allaire sostiene que su empresa ha logrado sintetizar un modelo de negocio rentable que se basa en asociaciones sólidas y cumplimientos regulatorios. La regulación se considera un paso necesario para legitimar la industria y atraer inversores institucionales.
De hecho, la aparición de modelos normativos como el MiCA muestra que los gobiernos están cada vez más dispuestos a enfrentar los desafíos que plantea la digitalización de las finanzas. Pero, al mismo tiempo, se plantean cuestiones críticas sobre cómo equilibrar la innovación y la protección del consumidor, así como la estabilidad del sistema financiero. En el contexto de este marco regulatorio, los desarrolladores de tecnología blockchain y las plataformas de activos digitales deben seguir adaptándose y evolucionando. Mientras que las leyes de MiCA continúan desarrollándose y haciéndose más complejas, los protagonistas de la industria deben mantenerse ágiles para afrontar un entorno cambiante. A medida que la discusión en torno a las criptomonedas y su regulación avanza, el llamado de Allaire para una revisión más profunda de la ley de MiCA resuena con aquellos que temen que la regulación excesiva pudiera inhibir la innovación y empujar a las empresas cripto hacia jurisdicciones más amigables.