En un contexto de creciente presión económica sobre las pequeñas empresas en Columbia Británica, la Federación Canadiense de Negocios Independientes (CFIB) ha lanzado un llamado urgente para que WorkSafeBC devuelva un excedente de 2 mil millones de dólares a los empleadores. Este organismo, encargado de la compensación de trabajadores en la provincia, ha acumulado un saldo positivo considerable, y los representantes de la CFIB argumentan que es momento de redistribuir parte de estos fondos para ayudar a las empresas a sobrellevar un entorno económico desafiante. El informe publicado por la CFIB destaca que muchas pequeñas empresas están lidiando con tasas de interés más altas, una disminución en la demanda de los consumidores y un aumento de los costos operativos. Según Jairo Yunis, director de la CFIB en Columbia Británica, “las pequeñas empresas no están buscando un trato especial; están pidiendo equidad”. La devolución de estos fondos, sugieren, podría ser un alivio crítico que permitiría a los propietarios de negocios pagar deudas, invertir en salud y seguridad para los empleados, y garantizar la viabilidad a largo plazo de sus operaciones.
La situación es particularmente notable si se compara con la de otras provincias canadienses que, bajo legislaciones específicas, están obligadas a retornar surplus a los empleadores una vez que estos exceden un umbral determinado. Por ejemplo, en Ontario, la ley establece que los fondos excedentes se devuelvan a las empresas una vez que el saldo supere el 125% del mínimo necesario para atender reclamaciones. En 2022, esto resultó en la entrega de casi 1.2 mil millones de dólares a 300,000 negocios elegibles. Sin embargo, WorkSafeBC no cuenta con un mecanismo similar, lo que ha llevado a la CFIB a solicitar que se implemente una política de “equidad en la financiación”, que obligue a la devolución de los excedentes una vez que el fondo sobrepase el 130%.
En la actualidad, el fondo de WorkSafeBC se sitúa en un 142%, lo que representa un excedente significativo por sobre su meta del 130%. Esta disparidad ha generado frustración entre los pequeños empresarios, que ven cómo otros provinciales obtienen reembolsos mientras ellos aún tienen que lidiar con sus propias dificultades económicas. Emily Boston, analista de políticas de la CFIB en Columbia Británica, subrayó que, por ejemplo, un negocio promedio con cinco empleados podría recibir hasta $3,810 en reembolso si se devolviera una parte de ese excedente. "Esto podría ser la diferencia entre sobrevivir o cerrar", ha afirmado Boston. A pesar de que WorkSafeBC ha defendido su posición y ha explicado que la acumulación de su excedente se debe a buenos rendimientos de inversión, el argumento no ha sido suficiente para calmar las voces disidentes.
El ministro de Trabajo, Harry Bains, reconoció las dificultades que enfrentan muchas pequeñas empresas, especialmente en un contexto de inflación global y altos costos de vida. Sin embargo, insistió en que el excedente de WorkSafeBC es una herramienta que se utiliza para mantener las tarifas de primas por debajo del costo promedio de reclamaciones, destacando que para 2025, el promedio de la prima será del 1.55% de la nómina, una cifra inferior al 1.78% esperado para atender reclamaciones. Los datos también revelan que el excedente de WorkSafeBC ha disminuido en los últimos años, pasando del 155%, que representaba 3.
5 mil millones de dólares a finales de 2021, al 142% y 2.1 mil millones de dólares en 2023. Sin embargo, la CFIB sostiene que esto no es suficiente para restar importancia al reclamo de devolución del excedente, ya que la situación económica actual de las pequeñas empresas es precaria. El clamor de la CFIB no solo es un llamado a la acción sobre la política de reembolso, sino también un llamado de atención sobre la necesidad de un cambio estructural en la manera en que se gestionan estos fondos. Muchas voces en el sector empresarial creen que, ante la inestabilidad económica, es fundamental que las entidades públicas tomen medidas proactivas para ayudar a fortalecer las bases del sector privado.
Las pequeñas y medianas empresas son el corazón de la economía de Columbia Británica, representando un porcentaje significativo de los empleos y actividades económicas en la provincia. Sin embargo, este sector se encuentra cada vez más amenazado por factores externos e internos que lo afectan. La CFIB ha manifestado que la falta de acción por parte de WorkSafeBC en este aspecto es una oportunidad perdida para apoyar a los empresarios que luchan por mantener a flote sus negocios. Mientras tanto, el debate continúa. Los empleadores esperan que WorkSafeBC responda positivamente a esta solicitud y reconozca la importancia de devolver parte de los excedentes a aquellos que pueden beneficiarse directamente de ello.
“Es un momento de decisión”, enfatiza Yunis. “Las pequeñas empresas necesitan la ayuda, y el gobierno tiene la oportunidad de proporcionar ese alivio. Es el momento de actuar”. Por último, la situación que enfrenta WorkSafeBC es una representación de un dilema más amplio que muchos organismos públicos deben enfrentar en tiempos de crisis económica. La gestión de los fondos públicos siempre debe equilibrar la necesidad de servicios eficaces con el apoyo a las entidades que sustentan la economía.
En este caso particular, la presión de la CFIB puede ser un catalizador para que se produzcan cambios significativos en la política de reembolsos de WorkSafeBC, generando un espacio para que las pequeñas empresas respiren y se preparen para afrontar los desafíos del futuro. A medida que la economía avanza y crece, la esperanza permanece: que los organismos encargados de proteger a los trabajadores también sean aliados de los empleadores, creando un entorno más justo y equitativo para todos.