El mundo de las criptomonedas ha atravesado una serie de acontecimientos turbulentos en los últimos años, y uno de los episodios más sonados ha sido el colapso del exchange FTX, una de las plataformas más prominentes en el sector. Entre las figuras públicas que se han visto envueltas en consecuencias legales por sus vínculos con FTX se encuentra el exjugador de la NBA y ahora también empresario y figura mediática Shaquille O’Neal. Recientemente, O’Neal llegó a un acuerdo para resolver su situación en una demanda vinculada al desplome de la plataforma, aunque los detalles del convenio se mantienen confidenciales. El impacto de la crisis de FTX no se limitó a los inversionistas ni a la industria cripto; también tocó a numerosas celebridades y atletas que, a través de la promoción de la plataforma, enfrentan reclamos legales. FTX, antes de su colapso provocado por problemas internos y acusaciones de mala gestión financiera, había contado con el respaldo y la publicidad de figuras públicas reconocidas mundialmente.
Entre ellas destacan Shaquille O’Neal, Tom Brady, Kevin O’Leary, Naomi Osaka, y otros. El acuerdo alcanzado por O’Neal se formalizó mediante una presentación judicial en el tribunal de distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Florida el 23 de abril de 2025. Según los documentos oficiales, el monto del acuerdo no será divulgado públicamente, y se espera que los términos se hagan públicos solo tras una solicitud de aprobación preliminar ante la corte por parte de los inversionistas afectados. Este caso en particular está inserto dentro de una litigación más amplia que involucra a promotores, insiders y asesores de FTX, donde los demandantes buscan recuperar cerca de 21 mil millones de dólares en concepto de daños. Esta cifra supera considerablemente los aproximadamente 9.
2 mil millones de dólares que se encuentran disponibles a través del proceso de bancarrota del exchange. Una parte destacable y polémica del proceso judicial ha sido la dificultad que enfrentaron los abogados que representaban a los inversionistas para notificar formalmente a O’Neal sobre la demanda. En varias ocasiones, los equipos legales intentaron entregar personalmente documentos en eventos donde participaba el exjugador, incluidos partidos de la NBA y en sus residencias personales. Esta situación llevó a que los abogados lo describieran en su momento como alguien que estaba “eludiendo la demanda”. El caso de Shaquille O’Neal no es aislado ni exclusivo.
Se ha visto implicado en diferentes demandas relacionadas con criptomonedas y activos digitales. Por ejemplo, en una controversia que lo llevó a un acuerdo de 11 millones de dólares, O’Neal resolvió un litigio vinculado a su participación con el proyecto NFT Astrals, basado en la blockchain Solana. En esta demanda, se alegaba que las NFTs promovidas por él constituían valores no registrados, un tema cada vez más relevante dado el desarrollo y uso de activos digitales en mercados regulados. Astrals es conocido por ser un proyecto que incluye 10,000 NFTs, un metaverso llamado Astralworld y una organización descentralizada autónoma (DAO) con un token de gobernanza llamado Galaxy. En agosto de 2024, un juez federal en Miami dictaminó que O’Neal debería defender ciertos reclamos en este caso, reflejando una tendencia creciente de exigencia de responsabilidad para las figuras públicas involucradas en la promoción de activos blockchain.
El caso de FTX y figuras públicas como Shaquille O’Neal arroja luz sobre un panorama legal y regulatorio que aún se está definiendo en el ámbito de las criptomonedas. Las autoridades y el sistema judicial han comenzado a prestar mayor atención a la influencia que las celebridades ejercen en la adopción, promoción y, en ocasiones, en la caída de plataformas y productos digitales. La historia de FTX también sirve como advertencia para inversores y usuarios del ecosistema cripto. El entusiasmo generado por la participación de personalidades famosas puede ser un arma de doble filo, ya que la credibilidad y la confianza en los proyectos digitales pueden verse comprometidas cuando estas plataformas enfrentan problemas financieros o legales. Además, las demandas y acuerdos derivados ponen de manifiesto la importancia de regulaciones claras y la necesidad de que todos los actores, incluidos promotores y celebridades, actúen con responsabilidad y transparencia.
Las implicaciones para el sector son profundas, abarcando desde cambios en la legislación hasta el establecimiento de mejores prácticas para la promoción y el respaldo de productos financieros digitales. A medida que los casos relacionados con FTX avanzan en los tribunales, se espera que más detalles sobre acuerdos y resoluciones salgan a la luz. Sin embargo, la confidencialidad que generalmente acompaña a estos procesos dificulta conocer los términos exactos y las cifras involucradas. Lo cierto es que la participación de figuras como Shaquille O’Neal será un caso de estudio para futuras regulaciones y litigios en la industria de las criptomonedas. Para el público español y latinoamericano, donde el interés por las inversiones en criptomonedas sigue en aumento, este caso representa un claro recordatorio del riesgo que implica dejarse guiar únicamente por la fama o la publicidad.