En noviembre de 2022, el colapso de FTX, una de las plataformas de intercambio de criptomonedas más prominentes del mundo, sorprendió a inversores, reguladores y a la industria financiera en general. Al frente de este imperio se encontraba Sam Bankman-Fried (SBF), un joven empresario que había logrado amasar una fortuna considerable en un tiempo récord. Sin embargo, más allá de su éxito empresarial, la figura de Bankman-Fried resuena con otra narrativa: la del altruismo eficaz. Este concepto, que promueve la idea de que uno debe usar sus recursos y habilidades para hacer el mayor bien posible, se ha convertido en un foco de discusión después de que se revelara el entramado fraudulento detrás de FTX. ¿Cómo pudo un defensor del altruismo eficaz caer tan bajo? El altruismo eficaz es un movimiento que busca utilizar la razón y la evidencia para determinar las formas más efectivas de ayudar a los demás.
Se originó en el ámbito académico y ha ganado popularidad entre jóvenes profesionales y emprendedores que desean maximizar su impacto social. A primera vista, Sam Bankman-Fried pareció ser un ejemplo exitoso de este movimiento. Comenzó su carrera en el ámbito de las criptomonedas con la ambición de utilizar sus ganancias para hacer el bien, respaldando causas como la lucha contra la pobreza y la guerra contra el cambio climático. Sin embargo, su historia se torna oscura cuando se consideran los eventos que rodearon el colapso de su imperio. El ascenso de Bankman-Fried estuvo marcado por su habilidad para atraer inversiones y su enfoque audaz hacia los negocios.
FTX se estableció como un intercambio de criptomonedas que prometía ser seguro y eficiente. A medida que acumulaba más capital, también aumentaba su promesa de donar grandes sumas a causas altruistas. Se convirtió en un rostro familiar en conferencias y eventos relacionados con el altruismo eficaz, generando expectación sobre su visión de un futuro mejor sustentado por la tecnología. Sin embargo, tras el telón de su éxito, surgieron serias dudas sobre la gestión de su empresa. Las acusaciones de mal manejo de fondos comenzaron a fluir, revelando un conflicto entre el altruismo declarado de Banco-Fried y la realidad de su administración.
Se descubrió que había utilizado fondos de los clientes de FTX para cubrir pérdidas en su marca hermana, Alameda Research, lo que levantó interrogantes sobre su ética y la integridad del sistema que había promovido. El concepto de altruismo eficaz, que debería estar basado en la transparencia y la responsabilidad, se vio comprometido. ¿Cómo es posible que alguien que defendía la importancia de salvar vidas y generar impacto positivo se involucrara en prácticas tan cuestionables? Esto llevó a muchos a reflexionar sobre la actual estructura del movimiento y sus implicaciones. Algunos argumentaron que el altruismo eficaz, cuando se malinterpreta o se aplica selectivamente, puede convertirse en una justificación para comportamientos poco éticos. La comunidad del altruismo eficaz, por su parte, se sintió desalentada por el escándalo.
Muchos se preguntaron si habían permitido inadvertidamente la creación de un nuevo tipo de figura pública, alguien que utilizó su imagen como benefactor para disfrazar prácticas de negocio dudosas. A medida que las revelaciones salían a la luz, el enfoque del altruismo comenzó a cuestionarse: ¿se está priorizando demasiado el éxito financiero y las promesas altruistas a expensas de la ética y la integridad? Los defensores del altruismo eficaz señalaron que el caso de Bankman-Fried no es indicativo del movimiento en sí, sino de las debilidades que puede contener cualquier sistema humano, incluso aquellos motivados por ideales nobles. Sin embargo, para muchos, la noción de que el altruismo puede ser instrumentalizado como una tapadera para comportamientos arriesgados se convirtió en una lección crucial. El ideal del altruismo eficaz no debería solo centrarse en los resultados, sino también en los medios que se utilizan para alcanzarlos. Alfonso, un joven profesional que ha estado involucrado en el movimiento del altruismo eficaz, dijo: "Lo que ha pasado con Bankman-Fried es un recordatorio de que la ética no puede ser sacrificada en el altar del éxito.
Se necesita una vigilancia constante, no solo para garantizar que el dinero se destine adecuadamente, sino para asegurarse de que aquellas personas que lo gestionan lo hagan de manera íntegra". Este escándalo ha llevado a una reflexión profunda dentro del movimiento. Se han establecido diálogos sobre la necesidad de establecer marcos más sólidos y transparentes que puedan prevenir que figuras como Bankman-Fried representen al altruismo eficaz en el futuro. Algunos proponen la creación de organismos de supervisión que puedan evaluar a las organizaciones que se benefician del altruismo y así, asegurar que se encuentren en concordancia con los principios fundamentales de este movimiento. Sin embargo, no todas las reacciones han sido críticas.