En 2024, el concepto de "restaking" ha emergido de manera asombrosa, pasando de ser una idea incipiente a convertirse en uno de los pilares fundamentales del ecosistema DeFi. Este fenómeno ha sido impulsado, en gran medida, por la red Ethereum, con EigenLayer a la vanguardia de esta innovadora práctica. Actualmente, el valor total bloqueado (TVL) en el sector de restaking ha superado los 19 mil millones de dólares, y la tendencia sugiere que esta cifra seguirá en aumento. Esta rápida transformación está cambiando las reglas del juego en el ámbito de la seguridad y eficiencia de las redes descentralizadas. El restaking surge como una solución a un desafío crucial dentro de las redes blockchain: la fragmentación de la seguridad.
Así como los modelos de prueba de participación (PoS) han sido ampliamente adoptados, su enfoque convencional ha resultado en prácticas de seguridad dispersas que complican la adopción y sustentabilidad de nuevas redes, las cuales deben luchar para atraer a usuarios dispuestos a depositar sus tokens. EigenLayer se ha destacado en este ámbito, ofreciendo un modelo que permite a las redes emergentes beneficiarse de la robustez de Ethereum sin la necesidad de construir sus propios sistemas de seguridad desde cero. EigenLayer se describe a sí mismo como un "colectivo de restaking para Ethereum", sirviendo como un middleware que traduce el paradigma de seguridad de Ethereum a un servicio modular que diversas aplicaciones descentralizadas pueden aprovechar. Funciona a través de tres componentes clave: los "restakers", que son individuos o entidades que utilizan sus posiciones apostadas para respaldar aplicaciones adicionales en la red de Ethereum; los "operadores de nodos", quienes son responsables de ejecutar y mantener la funcionalidad de EigenLayer, y los "servicios validados activamente" (AVS), que son los diferentes servicios que dependen de EigenLayer para sus operaciones de validación y seguridad. Un aspecto fascinante del restaking es el surgimiento de los protocolos de restaking líquido.
En 2024, estos protocolos han revolucionado el panorama del restaking y, hasta ahora, han acumulado más de 15 mil millones de dólares en TVL. Al utilizar la infraestructura de EigenLayer, estos protocolos permiten a los usuarios desbloquear liquidez adicional de sus activos re-estacados. A través de los "tokens de restaking líquido" (LRT), los usuarios pueden intercambiar su posición re-estacada y utilizarlos en otras aplicaciones DeFi, garantizando así un acceso más ágil y flexible a sus inversiones. Los protocolos de restaking líquido se dividen en varias categorías, siendo las más destacadas el restaking nativo y el restaking de tokens de staking líquido (LST). El restaking nativo permite a los usuarios combinar el módulo de staking y restaking en un solo proceso, simplificando las operaciones y permitiendo maximizar los rendimientos de sus activos al obtener recompensas de ambas modalidades a través de un único "token de restaking líquido nativo" (nLRT).
Esta conveniencia no solo mejora la gestión de activos, sino que también busca aumentar el atractivo de participar en el ecosistema DeFi. Por otro lado, el restaking de LST proporciona más flexibilidad, ya que permite re-estacar los derivados líquidos de activos apostados a cambio de un LRT, lo que ofrece a los usuarios la oportunidad de implementar diferentes estrategias dentro del ecosistema DeFi. Esta diversidad de estrategias se orienta hacia perfiles de riesgo y rendimiento personalizados, lo que resulta en una experiencia más enriquecedora y adaptada a las necesidades del usuario. Sin embargo, a pesar de la rápida evolución y crecimiento que está experimentando el restaking, también enfrenta desafíos significativos que necesitan ser abordados. Un problema fundamental es la gestión de riesgos asociados con las soluciones basadas en "cestas", donde la mayoría de los protocolos de restaking líquido agrupan los activos en un único fondo colectivo.
Esta estrategia puede complicar la diversificación y aumentar la volatilidad de los rendimientos, lo que crea riesgos para los inversores. Para mitigar estas preocupaciones, surge la propuesta del "restaking líquido aislado", un enfoque que permite representar cada activo re-estacado con un "token de restaking líquido aislado" (iLRT). Este modelo individualiza la gestión de cada activo, facilitando la transparencia y minimizando los riesgos al ofrecer a los inversores un control más detallado sobre sus decisiones de inversión. Además de los retos relacionados con la gestión de activos, el restaking se enfrenta a dificultades en cuanto a la desconexión de activos re-estacados. Algunos protocolos todavía carecen de soluciones efectivas para permitir una desconexión ágil de los activos apostados, lo que limita la flexibilidad de los usuarios.
Incluso en aquellos protocolos que permiten retirar activos re-estacados, existe un período de desconexión obligatorio que puede oscilar entre 7 y 15 días, lo que puede disuadir a la participación y aumentar el costo de oportunidad. Para superar estas limitaciones de liquidez, se propone la implementación de una característica de "desconexión rápida". Esta funcionalidad permitiría a los usuarios acceder instantáneamente a sus activos re-estacados, eliminando las largas esperas asociadas, lo que a su vez podría potenciar la confianza en los protocolos de restaking. A medida que el ecosistema DeFi madura y se enfrenta a la innovación constante, el restaking se posiciona como una de las tendencias más emocionantes de 2024, con la capacidad de transformar la infraestructura de las cadenas de bloques públicas. La exitosa adopción de EigenLayer y el auge de los protocolos de restaking líquido evidencian un fuerte interés en este modelo, lo que sugiere que una transformación significativa en el mercado es inminente.
Sin embargo, dado que el restaking todavía se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo, es probable que surjan desafíos y contratiempos imprevistos a lo largo de su evolución. Las mejores prácticas dentro de la industria, junto con la atención a la experiencia del usuario, serán fundamentales para definir a los líderes de este emergente sector. Con el tiempo, se anticipa que surgirá una competencia intensa, donde no solo el valor total bloqueado servirá como indicador de éxito, sino que también aspectos como características innovadoras y la gestión efectiva de riesgos jugarán un papel clave en el auge de los protocolos de restaking. En resumen, el restaking representa un campo fértil de oportunidades dentro del ecosistema DeFi. A medida que más instituciones y desarrolladores reconozcan su potencial, el crecimiento y la sofisticación de este sector parecen inminentes.
Con un enfoque en la seguridad, la transparencia y la flexibilidad, el futuro del restaking podría redefinir la manera en que interactuamos con las redes descentralizadas, contribuyendo así a un panorama blockchain más robusto y accesible.