En los últimos años, el criptoespacio ha evolucionado rápidamente, transformándose de un nicho tecnológico a un fenómeno cultural que comienza a infiltrarse en la política. Los llamados “Crypto Bros”, un grupo de entusiastas de las criptomonedas, no solo han hecho su fortuna con el comercio de activos digitales, sino que ahora están utilizando su influencia y recursos financieros para moldear el futuro de la política en Estados Unidos. El escándalo generado por Sam Bankman-Fried, el ex CEO de FTX, quien fue condenado por fraude y lavado de dinero, dejó un vacío significativo en el financiamiento de campañas políticas. Sin embargo, este vacío no duró mucho tiempo. La creación de Fairshake PAC, un super PAC “no partidista” financiado por figuras clave de la industria cripto, ha llenado rápidamente ese espacio.
Financiera por actores como Marc Andreessen, los gemelos Winklevoss y Coinbase, Fairshake PAC ha comenzado a realizar inversiones masivas en las campañas de 2024, marcando un punto de inflexión en cómo el dinero de las criptomonedas está siendo utilizado en el ámbito político. Las cifras son abrumadoras. En lo que va de ciclo electoral, las empresas de criptomonedas han gastado más de 121 millones de dólares en influir en las elecciones. Para poner esto en contexto, durante 14 años de elecciones, la industria de combustibles fósiles ha gastado 176 millones. Esta afluencia de dinero ha permitido a Fairshake PAC convertirse en una de las fuerzas más importantes en la contienda política, con el objetivo de dar al Senado control republicano y despojar a los demócratas de posiciones clave.
Un ejemplo evidente de esta estrategia se puede ver en el estado de Ohio, donde Fairshake PAC ha anunciado un gasto de al menos 12 millones de dólares para derrotar a Sherrod Brown, presidente del Comité Bancario del Senado y un crítico del sector cripto. Si los republicanos ganan en Ohio, es probable que obtengan el control del Senado, lo que les permitiría implementar reglas más laxas para la regulación de criptomonedas, alineándose con los intereses de los Crypto Bros. Lo que ha despertado la controversia es la red bipartisan que Fairshake PAC intentaba construir. Al anunciar su apoyo a Bernie Moreno, el oponente republicano de Brown, Ron Conway, un importante donante demócrata, rompió con el PAC debido a su descontento. En un correo electrónico, Conway expresó que había “un elefante en la sala”, refiriéndose a las diferentes facciones dentro del PAC.
Esto muestra que incluso dentro de las filas del financiamiento político de criptomonedas, no todos están de acuerdo en cómo se deben dirigir los recursos. A pesar del escándalo de Bankman-Fried, que clicó las alarmas sobre la relación entre el dinero de las criptomonedas y la política, Fairshake PAC sigue avanzando. Con una creciente cantidad de dinero recaudado —más de 200 millones de dólares— y un enfoque claro en influir en las próximas elecciones, están apostando fuerte en su cabildeo. El compromiso del PAC por tener una influencia significativa está siendo visto también en las elecciones en Montana, donde han presionado a políticos como Jon Tester, quien anteriormente había manifestado su escepticismo respecto a las criptomonedas. Tras el anuncio del PAC de hacer grandes inversiones en su campaña, Tester cambió su postura y adoptó una posición más conciliadora hacia la regulación de criptomonedas.
Esto revela la capacidad de Fairshake para moldear las opiniones políticas de aquellos que podrían estar en su camino. A pesar de que Fairshake PAC sostiene que no tiene intenciones de influir en la elección presidencial, Donald Trump está impulsando la agenda cripto en su carrera de reelección. Ha integrado las criptomonedas en su plataforma, prometiendo convertir a Estados Unidos en “la capital cripto del planeta”. En este contexto, es importante observar cómo los Crypto Bros están no solo buscando avanzar sus intereses financieros, sino también crear divisiones políticas que podrían beneficiar a sus candidatos preferidos. En el lado demócrata, hay señales de que algunos importantes líderes están comenzando a capitular ante la influencia del dinero cripto.
La vicepresidenta Kamala Harris ha estado en contacto con ejecutivos de la industria, buscando encontrar un punto en común que permita a los demócratas colaborar con este sector en expansión. Este acercamiento refleja una comprensión de que el dinero de las criptomonedas puede ser un recurso valioso en un ciclo electoral competitivo. Sin embargo, la percepción pública sobre las criptomonedas no es necesariamente positiva. Según un estudio de Pew Research, el 75% de los estadounidenses no confían en la seguridad de las criptomonedas, y muchos consideran que son más un esquema de fraude que una oportunidad de inversión legítima. A pesar de este escepticismo creciente entre el público, los Crypto Bros parecen decididos a seguir invirtiendo para ganar aliados políticos y transformar la narrativa en torno a las criptomonedas.
Así, la estrategia del grupo parece ser clara: promover una imagen positiva de la industria cripto a través de respaldos a políticos que apoyan sus agendas legislativas, y al mismo tiempo intentar modificar la percepción pública a través de eventos de concientización y promoción. Esto incluye iniciativas como “Stand With Crypto”, que busca movilizar a los votantes y educar al público sobre la importancia de “regulaciones claras y comunes” para la industria. Sin embargo, a medida que el sector de las criptomonedas busca establecerse como un jugador legítimo en el ámbito político, también enfrenta un camino lleno de obstáculos. La presión de los defensores de la regulación y el escepticismo del público pueden complicar los esfuerzos de la industria para consolidar su influencia. Es un momento de transformación en el que las criptomonedas han pasado de ser un fenómeno casi desconocido a un actor clave en la política estadounidense.
La entrada de los Crypto Bros en la arena política no solo podría alterar el panorama electoral, sino también definir el futuro de la regulación y la aceptación de las criptomonedas en la economía global. En conclusión, los Crypto Bros han comenzado a hacerse un nombre en la política, llevando sus recursos y estrategias a un nuevo nivel. A medida que se acercan las elecciones de 2024, se espera que su influencia continúe creciendo, lo que plantea preguntas cruciales sobre la integridad del proceso electoral y el futuro de la regulación de criptomonedas en Estados Unidos. Con la lucha por el control del Senado en juego, la batalla entre el escepticismo público y el deseo de la industria de moldear el discurso político no ha hecho más que comenzar.