En el mundo del mercado financiero, las fluctuaciones en las acciones pueden suscitar una variedad de emociones entre los inversores. Recientemente, un fondo de inversión cotizado en el índice FTSE 250 ha llamado la atención debido a su impresionante caída del 50% desde principios de 2021. Este descenso ha llevado a muchos a preguntarse: ¿es este el momento adecuado para invertir en él? El fondo en cuestión es el Baillie Gifford US Growth Trust (LSE: USA), un vehículo de inversión que se centra en acciones de crecimiento tanto en empresas cotizadas como no cotizadas en Estados Unidos. Este enfoque lo ha posicionado como un actor relevante en el ámbito de la inversión de alto riesgo y, al mismo tiempo, ha generado una gran expectativa sobre su desempeño futuro. A primera vista, los números son intrigantes.
A pesar de que su valor ha disminuido significativamente en los últimos años, en el último año ha mostrado signos de recuperación, con un aumento del 26%. Sin embargo, al comparar su rendimiento a largo plazo con índices de referencia como el S&P 500, que ha registrado un crecimiento del 152% desde el lanzamiento del fondo en marzo de 2018, las cifras se vuelven un poco más sombrías. Analizando los resultados más recientes, se puede observar que durante el periodo que terminó el 31 de mayo, el fondo reportó un retorno del 16.2% en términos de valor neto de activos (NAV). Aunque esta cifra podría parecer prometedora, quedó por detrás de la rentabilidad del S&P 500, que alcanzó un 24.
8% (en términos de libras esterlinas) durante el mismo periodo. A esto se suma que el precio de las acciones del fondo aumentó un 32.9% debido a un estrechamiento del descuento sobre su NAV, el cual pasó del 22.4% al 11.2% en solo un año.
Las decisiones de inversión dentro del fondo también han sido objeto de análisis. A lo largo del año, el baillie Gifford US Growth Trust vendió varias acciones, incluyendo empresas como Twilio, Zoom y Snap, que han enfrentado grandes desafíos en el mercado. Algunos de estos retiros han generado dudas, especialmente considerando que Carvana, una de las empresas que se vendió, ha visto un aumento asombroso en su valor de más del 1000%. La destreza de los gestores del fondo se ve cuestionada, ya que estos errores podrían ser indicativos de una estrategia de selección de acciones que no ha dado los frutos esperados. Otro aspecto a considerar son las nuevas adquisiciones realizadas por el fondo.
Durante el último año, se incorporaron nueve nuevos títulos al portafolio. Aunque la rotación general de la cartera se mantuvo en un 14% —considerada relativamente baja—, las decisiones de compra y venta pueden desempeñar un papel significativo en el rendimiento a largo plazo del fondo. Uno de los puntos positivos del fondo es su cartera actual, que incluye acciones de gigantes tecnológicos como Amazon, Meta Platforms, Nvidia y Tesla. De hecho, Nvidia ha contribuido en gran medida a la apreciación del NAV del fondo, representando un 6.4% de su incremento.
Sin embargo, la pregunta sigue siendo: ¿tienen las otras empresas de la cartera un “moat”, o ventaja competitiva sostenible, que les permita perdurar en un mercado volátil? Además, es importante tener en cuenta el impacto de la economía en general. Con el horizonte de posibles recortes en las tasas de interés a medida que la inflación comience a estabilizarse, algunos creen que las acciones de crecimiento, como las que posee el fondo, podrían beneficiarse en el futuro. Sin embargo, esta es solo una suposición y debe considerarse en el contexto de un análisis más amplio del mercado y las tendencias económicas. Para los inversores curiosos sobre la posibilidad de adquirir acciones del Baillie Gifford US Growth Trust en este punto de inflexión, hay varias cosas a tomar en cuenta. Primero, es crucial entender el perfil de riesgo que se asume al invertir en un fondo que ha tenido un rendimiento inferior, particularmente en un entorno de mercado que ha favorecido los activos de crecimiento.
Además, el tiempo no juega a favor del fondo. Al mirar hacia atrás en los años, la elefantasia de resultados negativos puede hacer que cualquier nuevo inversor sea cauteloso. El desafío radica en conseguir la confianza de los inversores, que se ha visto afectada por decisiones de inversión poco acertadas. Por otro lado, el atractivo del precio puede ser el argumento más convincente a favor de la compra. Para algunos, una caída del 50% podría considerarse una oportunidad de entrada.
Si el mercado premiara al fondo por su retorno a la rentabilidad y por una revalorización en sus activos subyacentes, los inversores podrían beneficiarse considerablemente a largo plazo. Los analistas también han advertido que, aunque algunos grandes fondos y gestores como Nick Train y Terry Smith han tenido dificultades, no todos los problemas reflejan la calidad inherente de cada activo. Sin embargo, en el caso del Baillie Gifford US Growth Trust, muchos sugieren que es necesario ver evidencia clara de que su estrategia de selección de acciones puede superar consistentemente al S&P 500 antes de que se considere una inversión segura. En conclusión, la pregunta de si invertir en este fondo en un momento en que su valor ha caído drásticamente es compleja y debe ser evaluada desde múltiples ángulos. Invertir en acciones siempre conlleva un riesgo inherente y es esencial que los potenciales inversores hagan su propia investigación y consideren buscar asesoría financiera independiente para hacer una correcta evaluación de sus circunstancias individuales y objetivos financieros.
La decisión de comprar o esperar debe ser informada y un análisis cuidadoso de la tendencia de precios, el perfil de riesgo del fondo y las proyecciones del mercado en el futuro son claves para cualquier estrategia de inversión.