La caída y el resurgimiento de las terapias digitales La llegada de la era digital ha cambiado drásticamente el panorama de la salud, y en medio de esta transformación, las terapias digitales (DTx, por sus siglas en inglés) han surgido como una alternativa notable a los tratamientos tradicionales con medicamentos y dispositivos médicos. Estas soluciones de software sanitario, diseñadas específicamente para tratar o aliviar enfermedades y trastornos mediante intervenciones médicas digitales, están experimentando un nuevo renacimiento tras una serie de altibajos en los últimos años. Durante la pandemia de COVID-19, las terapias digitales encontraron un nuevo impulso. Las condiciones regulatorias más flexibles permitieron que muchas startups desarrollaran y lanzaran herramientas digitales innovadoras en diferentes campos terapéuticos. Sin embargo, a medida que se normalizaba la situación, surgieron dudas sobre la viabilidad comercial de estas soluciones, especialmente con la quiebra de Pear Therapeutics, uno de los líderes del mercado, en 2023.
Este evento encendió alarmas en la industria, que se vio obligada a reevaluar sus modelos de negocio y a buscar aliados estratégicos. Empresas como Akili Interactive, Click Therapeutics y DarioHealth optaron por fusionarse o adquirir activos de otras compañías en declive, reafirmando la idea de que, aunque el camino es complicado, la colaboración podría ser la clave para una recuperación exitosa en el sector. El contexto ahonda en la importancia de la innovación y el trabajo colaborativo, que se presentan como los pilares para el futuro de las terapias digitales. Dave Hanaman, CEO y cofundador de Curavit Clinical Research en Estados Unidos, destaca que la industria de la salud digital ha pasado por ciclos de inversión fluctuantes. “Las DTx estaban en ascenso antes de la pandemia, pero después hubo una caída.
Sin embargo, los modelos de negocio inteligentes están resurgiendo y la industria está en camino de ofrecer un crecimiento constante y verdadero valor a los financiadores y a los patrocinadores”, afirma. A lo largo de este difícil recorrido, la Digital Therapeutics Alliance (DTA) ha sido fundamental en la defensa y la educación sobre las terapias digitales, abogando por cambios en las políticas de salud que tienen como objetivo mejorar la cobertura y el pago de estas intervenciones. En Estados Unidos, la introducción de la Ley de Acceso a Terapias Digitales Recetadas en 2022 ha sido un paso determinante. Esta normativa ayudó a definir las categorías de beneficios de reembolso para las DTx y amplió la cobertura de Medicare para estas terapias. Recientemente, el Centro de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) anunció una propuesta para crear nuevos códigos de pago que respalden el uso de herramientas digitales en la salud conductual.
En Europa, países como Francia y Alemania han liderado la innovación en este campo al establecer marcos regulatorios y modelos de reembolso eficaces para las DTx. Otras regiones, como Asia-Pacífico, están comenzando a integrar estas terapias en sus sistemas de salud, reflejando un crecimiento global en la aceptación de soluciones digitales. La evolución en la atención médica digital también se refleja en la creciente aceptación de las DTx por parte de la comunidad médica y los pacientes. Cada vez más, las empresas de DTx llevan a cabo estudios más profundos, incluidos ensayos clínicos randomizados y estudios de evidencia del mundo real, para respaldar tanto sus aprobaciones como su cobertura. Un ejemplo notable es el estudio iniciado por la empresa alemana GAIA, que evaluó el impacto de su DTx, Klariva, en pacientes con psoriasis.
Las DTx, que ya se están integrando en la gestión de enfermedades crónicas, están generando un interés renovado por parte de la industria farmacéutica, que busca asociarse con estas empresas para mejorar la atención al paciente. Esta tendencia no solo es beneficiosa para los pacientes, que ahora tienen acceso a soluciones adaptadas a sus necesidades, sino también para las farmacéuticas, que pueden añadir valor a sus intervenciones farmacológicas existentes. En los últimos meses, hemos visto múltiples alianzas entre empresas farmacéuticas y desarrolladores de DTx. Por ejemplo, Otsuka se asoció con Health Innovation Oxford & Thames Valley para evaluar la implementación de una nueva terapia digital para el tratamiento del trastorno depresivo mayor. Asimismo, otras compañías, como Teva UK y Closed Loop Medicine, están utilizando software como dispositivo médico para avanzar en medicamentos personalizados.
A medida que el sector sigue evolucionando, se han establecido varias rutas para la aprobación regulatoria de las DTx, lo que ha contribuido a desmitificar el proceso de desarrollo de estas soluciones. La FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.) ha creado un Comité Asesor de Salud Digital para evaluar las ofertas de salud digital, y la DTA planea lanzar un programa de acreditación que ayudará a los fabricantes a evaluar la eficacia clínica de sus productos. Uno de los hitos recientes es la aprobación de DTx por parte de la FDA, incluyendo el sistema Rejoyn para el tratamiento del trastorno depresivo mayor, y el tratamiento de Freespira para el manejo de ataques de pánico y trastornos por estrés postraumático.
Estas aprobaciones marcan un avance significativo en la aceptación de las DTx como soluciones legítimas y efectivas en la gestión de trastornos mentales y neurológicos. El futuro de las DTx es prometedor, incluso ante los desafíos asociados a su adopción. Con la presión creciente sobre los sistemas de salud para mejorar los resultados de salud de la población a un menor costo, las terapias digitales tienen un papel vital que desempeñar. Como destaca Andy Molnar, CEO de la DTA, “hay brechas en el sistema de salud que solo pueden ser cubiertas por las DTx. El aumento de la población anciana requiere un enfoque diferente que no se limita a aumentar el número de médicos”.
Las DTx no solo representan un avance en la forma en que se administran las terapias, sino que también están remodelando el panorama de la salud mental y física, ofreciendo a los pacientes herramientas efectivas para el manejo de su bienestar. Hanaman concluye: “La futura atención médica en Estados Unidos es digital. Todo tipo de medicina digital, incluidas las DTx, será completamente incorporada al sistema de salud, tal como sucedió con Internet en el ámbito empresarial”. Así, el camino empezado por las DTx, lleno de desafíos pero también de esperanzas, se dibuja cada vez más como una parte integral de la atención médica moderna, prometiendo resultados más positivos para pacientes y proveedores de salud en todo el mundo.