En un esfuerzo conjunto por proteger a los consumidores en el ámbito de las criptomonedas, la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos de Estados Unidos (CFTC) ha formado una alianza estratégica con varias agencias federales y asociaciones bancarias. Este esfuerzo se centra en alertar a la población sobre los estafadores conocidos como "pig butchers", un término que se traduce del inglés como "carniceros de cerdo", una práctica engranada en el mundo de las inversiones fraudulentas en criptomonedas. El 11 de septiembre de 2024, la CFTC lanzó una infografía destinada a educar al público estadounidense sobre cómo identificar y evitar caer en estas estafas. Este material informativo, diseñado para ser claro y directo, detalla los pasos que siguen los estafadores desde el primer contacto hasta la captura de los fondos de las víctimas. El nombre "pig butchering" proviene de una técnica de engaño en la que los estafadores, a menudo a través de plataformas de redes sociales, establecen lo que parece ser una relación romántica o amistosa con sus víctimas.
Al generar confianza y una conexión emocional, los estafadores inducen a las personas a realizar inversiones en criptomonedas a través de plataformas que son en realidad fraudulentas. Lo que hace que estas estafas sean particularmente insidiosas es su capacidad para atraer incluso a aquellos que son considerados financieramente astutos, aprovechando la vulnerabilidad emocional de las personas. La infografía, que ha sido distribuida por la CFTC en colaboración con la Asociación Americana de Banquero, la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC), y otros organismos de protección al consumidor, establece un camino claro: primero, señala las tácticas utilizadas por los estafadores, y segundo, ofrece consejos sobre cómo protegerse. La CFTC enfatiza que el primer paso crucial para evitar estas estafas es simplemente no responder a mensajes sospechosos, particularmente aquellos que provienen de personas que no conoces. Melanie Devoe, directora de la Oficina de Educación y Atención al Cliente de la CFTC, expresó su optimismo sobre la colaboración con diferentes agencias federales.
"Al unir fuerzas con reguladores estatales y federales, así como con grupos de protección al consumidor, esperamos difundir nuestro mensaje de educación al consumidor y llegar a las personas antes de que puedan ser estafadas", comentó. Esta unión entre diversas agencias refuerza la importancia de la educación sobre las finanzas, especialmente en un paisaje digital donde las estafas están en aumento. Un informe reciente de la FBI reveló que, en 2023, los estadounidenses perdieron asombrosamente 5.6 mil millones de dólares debido a fraudes relacionados con criptomonedas, lo que representa un aumento del 45% en comparación con el año anterior. Entre estas pérdidas, se estima que más de 215 millones de dólares se desviaron a través de estafas amorosas, un de las modalidades más utilizadas en los engaños de "pig butchering".
Además de la infografía sobre los "pig butchers", la CFTC ha estado trabajando en otros frentes para combatir las estafas de criptomonedas. Por ejemplo, el Departamento de Justicia, en colaboración con el equipo de delitos informáticos, ha organizado conferencias específicas para abordar esta problemática creciente. La última de estas conferencias se llevó a cabo en julio, marcando un hito significativo en los esfuerzos por unir a las agencias y crear un enfoque coordinado para abordar este tipo de fraudes. La intersección entre tecnología y fraude es cada vez más compleja. En los últimos meses, la Comisión Federal de Comercio (FTC) también ha lanzado advertencias sobre el creciente uso de cajeros automáticos de criptomonedas por parte de estafadores.
Según un informe de CNBC, la cantidad de fondos robados a través de este método ha aumentado casi diez veces desde 2020, lo que representa una amenaza adicional para los consumidores. El mecanismo típico detrás de estas estafas implica que los estafadores se hacen pasar por representantes de atención al cliente, alegando que ha habido un intento de robo de identidad o una brecha de seguridad. Después, presionan a las víctimas para que depositen fondos en un cajero automático de criptomonedas, usando códigos QR que redirigen directamente a las carteras de los estafadores. Los mayores riesgos parecen recae sobre personas mayores. Los datos indican que aquellos mayores de 60 años son tres veces más propensos a ser víctimas de este tipo de fraude en comparación con sus contrapartes más jóvenes.
Este hallazgo sugiere la necesidad de enfoques específicos de educación financiera que atiendan a las poblaciones más vulnerables, enseñándoles a reconocer los signos de advertencia y a proteger sus activos. El desafío que enfrentan los reguladores es inmenso. A medida que el valor de las criptomonedas sigue fluctuando, y la misión de educar a los consumidores sobre su operación parece aún más urgente. Las estafas en el espacio de las criptomonedas no solo roban dinero, sino que también erosionan la confianza del público en una tecnología que muchos ven como la próxima frontera de la finanza. A medida que las estafas de "pig butchering" continúan proliferando, la cooperación entre agencias es esencial.
