En los últimos meses, Ethereum (ETH) ha experimentado una transformación notable en su economía token. Con la llegada de la fusión, el protocolo ha entrado en un territorio deflacionario, marcando un hito significativo no solo para la criptomoneda en sí, sino también para todo el ecosistema de las finanzas descentralizadas (DeFi). Este artículo examina qué significa esta deflación, cómo se ha logrado y las posibles repercusiones para los inversores y desarrolladores. La fusión, que se llevó a cabo en septiembre de 2022, fue el momento culminante de años de trabajo y planeación. Este evento marcó la transición de Ethereum desde un sistema de prueba de trabajo (PoW) a un modelo de prueba de participación (PoS).
La principal diferencia entre estos dos modelos radica en cómo se validan las transacciones y se aseguran las redes. En PoW, los mineros compiten para resolver problemas matemáticos complejos, lo que consume una enorme cantidad de energía. En cambio, PoS permite a los validadores participar y asegurar la red al comprometer sus activos (ETH) como una forma de garantía. Con la fusión también llegó una mejora crítica: la reducción de la emisión de nuevos ETH. Antes de la transición, se emitían aproximadamente 13,000 ETH diarios.
Sin embargo, después de la fusión, las estimaciones sugieren que la emisión se ha reducido a unos 1,600 ETH diarios. Esto significa que la creación de nuevos tokens se ha desplomado, y el número total de ETH en circulación está comenzando a descender. Pero, ¿qué significa exactamente que Ethereum esté en territorio deflacionario? La deflación en la criptomoneda ocurre cuando la oferta de ETH en el mercado comienza a disminuir. Este fenómeno es interesante porque, en general, la mayoría de las criptomonedas y activos tienden a ser inflacionarios, donde más unidades son emitidas con el tiempo. Ahora, sumemos un elemento adicional: el protocolo EIP-1559, que fue introducido a mediados de 2021 y permite que una parte de las tarifas de transacción se 'queme', es decir, se elimine efectivamente del suministro total de ETH.
Este mecanismo busca hacer que las tarifas de gas sean más previsibles, pero también trabaja en conjunto con el Pequeño número de nuevas emisiones, creando un escenario único donde la oferta puede disminuir con el tiempo. La combinación de estas dos mejoras (la emisión reducida post-fusión y la quema de ETH) ha llevado a que a menudo más ETH se quemen cada día de los que se emiten. La deflación tiene varias implicaciones para Ethereum y sus usuarios. En primer lugar, desde una perspectiva de inversión, esto puede generar una presión alcista sobre el precio. Al haber menos ETH disponible en el mercado, algunos analistas creen que esto puede llevar a un aumento en el valor de ETH a medida que la demanda permanezca constante o aumente.
Para los inversores a largo plazo, esta dinámica es alentadora, ya que representa un activo que podría aumentar de valor con el tiempo. Además, la deflación hace que el ecosistema DeFi sea más atractivo. Empresas y proyectos que operan sobre la red de Ethereum tienen la oportunidad de aprovechar esta nueva economía token, ofreciendo productos financieros donde la escasez de ETH podría ser un factor diferenciador. Proyectos que permitan a los usuarios generar rendimientos a partir de sus ETH, mediante staking en protocolos DeFi, podrían beneficiarse enormemente de este cambio. Sin embargo, no todo son buenas noticias.
La transición a la prueba de participación también tiene sus críticos. Algunos argumentan que esta mayor centralización del poder puede llevar a un mayor riesgo de ataques a la red, o que una deflación excesiva podría perjudicar a los proyectos más pequeños que dependen de una emisión constante de tokens para financiar su desarrollo. Por lo tanto, aunque la deflación suena atractiva, también plantea desafíos que deberán ser considerados por los desarrolladores, inversores y la comunidad en general. Es fundamental también considerar el entorno regulatorio en el que opera Ethereum. La deflación de ETH ha llamado la atención tanto de reguladores como de instituciones financieras.