El reciente visto bueno de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de Estados Unidos a BNY Mellon para ofrecer servicios de custodia de criptomonedas marca un hito significativo en el mundo de las finanzas digitales. Este movimiento no solo podría afectar la posición de BNY Mellon en el mercado, sino que también tiene el potencial de transformar toda la industria de custodia de activos digitales, creando un nuevo paradigma para los bancos tradicionales y las empresas cripto nativas. BNY Mellon, que se enorgullece de ser uno de los bancos más antiguos de EE. UU., ha fijado la vista en el mercado de custodia de criptomonedas en crecimiento, particularmente para los fondos cotizados en bolsa (ETFs) de bitcoin y ether.
Los grandes nombres de inversión como BlackRock y Franklin Templeton están buscando asociaciones para ofrecer productos que incorporen estos activos digitales. La entrada de BNY Mellon a este espacio podría significar el fin de la dominación actual de Coinbase, que ha sido el custodio líder de activos digitales para la mayoría de los ETFs de bitcoin en EE. UU. El respaldo de la SEC a BNY Mellon se centra en su solicitud de manejar activos digitales sin tener que reportarlos como pasivos en su balance general, una carga significativa para las instituciones financieras. Esta decisión de la SEC —conocida como "no objeción"— podría facilitar que el banco ofrezca servicios de custodia sin los limitantes impuestos por la normativa existente, específicamente el boletín de contabilidad del personal (SAB) 121.
Este boletín establece que las entidades que mantienen criptomonedas en nombre de sus clientes deben registrarlas como pasivos, lo que complica la capacidad de las instituciones para manejar y ofrecer este tipo de servicios. Al eliminar esta obligación, BNY Mellon se posiciona para atraer a una base de clientes institucionales en crecimiento que cada vez busca más acceso a las criptomonedas. Es importante notar que la SEC, a través de su presidente Gary Gensler, ha enfatizado que el modelo de custodia que BNY Mellon planea implementar no se limita a bitcoin y ether. En una reciente entrevista, Gensler señaló que la estructura de su propuesta es adaptable a diversos activos digitales, lo que no solo abre la puerta a que otros bancos adopten un marco similar, sino que también amplia el espectro de activos digitales que podrían ser custodiados. Esta flexibilidad podría ser un impulso formidable para la legitimación del uso de criptomonedas y la adopción institucional en un ámbito más amplio.
La aceptación de BNY Mellon por parte de la SEC podría desencadenar una ola de competencia en el sector de la custodia de criptomonedas, donde los bancos tradicionales tendrán que definir su estrategia en un entorno donde los servicios de custodia de activos digitales son fundamentales para atraer y mantener a los inversores institucionales. Esto podría llevar a que otras grandes instituciones bancarias reconsideren su enfoque hacia las criptomonedas y busquen establecer sus propias plataformas de custodia para no quedarse atrás en esta carrera por la adopción de activos digitales. Por otro lado, esta movida también se produce en un contexto en el que la regulación de criptomonedas sigue evolucionando. Los encargados de la regulación están trabajando para establecer un marco más claro que pueda ayudar a proteger a los inversores y legitimar el mercado de criptomonedas en su conjunto. Esto sugiere que, a medida que más bancos y entidades financieras se involucren en el espacio de las criptomonedas, se podría esperar un acercamiento más sólido entre el sector financiero tradicional y las criptomonedas.
Sin embargo, a pesar de las oportunidades que esta aprobación representa, también hay desafíos que BNY Mellon y otros bancos enfrentan al embarcarse en el negocio de la custodia de criptomonedas. Las cuestiones de seguridad son primordiales; la custodia de activos digitales requiere medidas robustas para proteger contra robos y hackeos, un problema que ha plagado a muchas plataformas de criptomonedas que han estado en el centro de atención pública por el desfalco de activos. Además, los bancos deberán invertir en tecnología y capacitación para estar a la altura de las demandas de este nuevo mercado. La noticia también se alinea con una tendencia más amplia en la industria de servicios financieros hacia la digitalización. A medida que el interés en las criptomonedas y la tecnología blockchain sigue creciendo, no es de extrañar que instituciones como BNY Mellon estén buscando actualizar sus modelos de negocio para satisfacer las necesidades de una nueva generación de inversores, que ven en las criptomonedas una gran oportunidad de crecimiento.