El mercado de criptomonedas continúa siendo un terreno dinámico y lleno de contrastes, especialmente en medio de eventos que generan fuertes reacciones tanto en inversores como analistas. Recientemente, una de las noticias más impactantes fue la caída vertiginosa del token OM de Mantra, que perdió más del 90% de su valor en cuestión de horas, provocando incertidumbre y cuestionamientos sobre la seguridad y legitimidad de algunos proyectos en el espacio cripto. Por otro lado, en un contexto donde la volatilidad pareciera estabilizarse, XRP ha ganado terreno en la carrera por convertirse en el próximo criptoactivo con un ETF aprobado en los Estados Unidos, hecho que representa un impulso positivo para la confianza del mercado. Según el análisis de Santiment, estas dos realidades generan un sentimiento dividido que dificulta una visión clara y unificada sobre el futuro inmediato del sector. La caída dramática del token OM de Mantra ha sacudido a la comunidad cripto y generado recuerdos dolorosos de crisis anteriores, como la debacle de Terra LUNA o la colapsada FTX.
El 13 de abril de 2025, este token experimentó una pérdida de valor del 90%, desplomándose desde 6,35 dólares hasta 0,37 dólares en apenas unas horas. Esta caída eliminó casi 5,5 mil millones de dólares del mercado total del proyecto, reduciendo su capitalización de 6,11 a tan solo 683 millones de dólares, un golpe severo para cualquier inversor. En medio de la tormenta, el CEO de Mantra, John Patrick Mullin, atribuyó el desplome a “liquidaciones forzosas e imprudentes” ejecutadas por exchanges centralizados durante momentos de baja liquidez. Mullin defendió que ni el equipo ni los principales inversionistas estuvieron involucrados en prácticas incorrectas, aunque pese a esta aclaración, surgieron teorías conspirativas acerca de posibles operaciones internas e irregularidades. Esta incertidumbre se alimentó aún más cuando se reveló que un volumen considerable de tokens, valorado en 227 millones de dólares, fue transferido a exchanges por 17 billeteras vinculadas potencialmente a grandes inversores previo al desplome.
Sin embargo, los principales respaldos, como Laser Digital y Shorooq Partners, negaron haber vendido tokens. El impacto en redes sociales fue inmediato y negativo, evidenciando una pérdida de confianza generalizada. La desaparición temporal del canal oficial de Telegram de Mantra, que en horas clave dejó de estar disponible, hizo que florecieran rumores de un abandono planificado, aunque Mullin calificaría este hecho como un accidente técnico. A pesar de la fuerte caída, para el 15 de abril OM logró recuperar algo de terreno hasta 0,73 dólares, aunque permanecía muy lejos de sus niveles previos. El equipo de Mantra manifestó que se encontraba trabajando en un plan de recuperación que podría incluir compras y quema de tokens para mejorar la situación.
En contraposición a la crisis de Mantra, XRP toma protagonismo en el mercado con grandes avances hacia la aprobación de un fondo cotizado en bolsa (ETF) enfocado en esta criptomoneda. La firma Teucrium lanzó el 8 de abril el primer ETF de XRP basado en Estados Unidos bajo el símbolo XXRP, un producto que aprovecha una estrategia de apalancamiento 2x para intentar duplicar el rendimiento diario de XRP mediante swaps y otros instrumentos financieros derivados. Aunque no se trata de un ETF al contado tradicional, su lanzamiento representó un importante punto de inflexión para la aceptación institucional y generó un volumen superior a cinco millones de dólares en su jornada inicial. El camino para que XRP se convierta en la próxima gran criptomoneda con un ETF aprobado parece cada vez más firme. Actualmente, XRP lidera la carrera con diez solicitudes activas ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), superando a otras altcoins importantes como Solana que cuenta con cinco solicitudes, y Litecoin o Dogecoin con tres cada una.
Grandes actores financieros, entre ellos Grayscale, Bitwise y VanEck, apuestan por esta propuesta, lo que genera gran expectativa para la respuesta que dará la SEC respecto a la solicitud de Grayscale, cuyo plazo vence el 22 de mayo. Un dato interesante es la comparación entre XRP y Solana en términos de participación en el mercado estadounidense. Mientras Solana ha visto reducir su cuota de mercado del 30% al 16% desde 2022, XRP incrementa progresivamente su presencia, consolidándose nuevamente como la tercera criptomoneda más grande en términos de capitalización. Sin embargo, el análisis indica que pese a esta evolución, el interés y volumen de operaciones entre estos activos aún no muestran un impacto decisivo, ya que XRP no ha superado de manera clara a sus competidores inmediatos. Frente a estos acontecimientos contrapuestos, el sentimiento general en el mercado muestra una fuerte polarización.
La caída de OM revive la desconfianza y pone en evidenci a riesgos sistémicos asociados a manipulaciones y falta de transparencia, mientras que la narrativa positiva entorno a XRP brinda una dosis de optimismo y refuerza la esperanza en una mayor integración regulatoria y de mercado. La crisis de Mantra introduce una nueva capa de precaución entre los operadores, quienes vuelven a evaluar sus exposiciones de riesgo tras unas semanas donde parecía que el mercado empezaba a enfriarse y estabilizarse. La creación de planes de reversión, apoyo al token y propuestas de recompra por parte del equipo de Mantra reflejan la intención de recuperar confianza, aunque el daño a la percepción pública ya es notorio. En contraste, la creciente expectación por el ETF de XRP está catalizando especulaciones sobre la posibilidad de que otras criptomonedas de gran capitalización puedan seguir esta senda, proporcionando un impulso regulatorio que podría facilitar una mayor adopción institucional en el futuro cercano. No obstante, el panorama macroeconómico no ayuda, pues muchos activos permanecen todavía muy por debajo de sus máximos anteriores y las métricas como el ratio MVRV (valor de mercado sobre valor realizado) indican que la mayoría de las monedas aún atraviesan fases negativas.
Además, el mercado se encuentra a la espera de nuevas decisiones por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, cuyo próximo encuentro del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) está previsto para el 7 de mayo. Las políticas monetarias que adopte la FED en ese momento serán vitales para determinar la dirección del mercado no solo de criptomonedas, sino también de activos tradicionales. En conclusión, el presente escenario del mercado cripto se encuentra dividido entre el temor causado por la abrupta caída de Mantra OM y la esperanza que genera la evolución de XRP hacia la aprobación de un ETF. Ambos sucesos son un reflejo fiel de la volatilidad, riesgos y oportunidades inherentes a este sector en crecimiento. La confianza en proyectos sólidos, la regulación adecuada y las decisiones macroeconómicas serán claves para definir el rumbo de la industria durante los próximos meses.
A medida que los inversores y operadores ajustan sus estrategias, la atención se centra en cómo se gestionarán las crisis y cómo se aprovecharán las aperturas regulatorias para fortalecer la legitimidad y estabilidad del ecosistema cripto.