El mundo de las criptomonedas continúa evolucionando rápidamente, con fluctuaciones inesperadas y nuevas perspectivas que cambian la forma en que inversionistas y expertos valoran los activos digitales. En medio de este panorama, surge un pronóstico relevante para XRP, la criptomoneda de Ripple. Según un informe reciente de Standard Chartered, XRP podría experimentar un incremento superior al 500% en su valor y desplazar a Ethereum como la segunda mayor criptomoneda en términos de capitalización de mercado para el año 2028. Esta predicción sorprende a muchos, sobre todo porque Ethereum ha mantenido durante años una posición sólida en el ecosistema cripto gracias a su plataforma de contratos inteligentes y a su amplio desarrollo de aplicaciones descentralizadas. El informe, elaborado por Geoffrey Kendrick, responsable global de investigación en activos digitales de Standard Chartered, sostiene que XRP podría alcanzar un precio aproximado de 12.
5 dólares por unidad en 2028, partiendo desde un valor actual cercanamente a 1.9 dólares. Este crecimiento representaría un alza de más del 550%, transformando a XRP en una criptomoneda de peso comparable con Bitcoin y dejando atrás a Ethereum, que actualmente posee una capitalización aproximada de 183 mil millones de dólares. Por su parte, XRP, con aproximadamente 110 mil millones de dólares en capitalización, hoy se encuentra en la cuarta posición, por detrás de Bitcoin, Ethereum y Tether. La confianza de Standard Chartered en el potencial de XRP radica en múltiples factores, entre los que destaca el reciente giro en el panorama regulatorio, especialmente en relación con la Securities and Exchange Commission (SEC) de Estados Unidos.
Durante años, Ripple enfrentó una demanda por parte de la SEC, cuestionando si XRP debía clasificarse como un valor regulado. Recientemente, la SEC abandonó su demanda, lo que representa un cambio positivo y un claro mensaje de una nueva postura regulatoria que podría beneficiar a XRP y facilitar su adopción. Además, la resolución que implica un pago de 50 millones de dólares por parte de Ripple, sin admitir ninguna ilegalidad, establece un precedente que podría tranquilizar tanto a inversionistas como a instituciones interesadas en esta criptomoneda. Este cambio confirma una mayor claridad regulatoria y seguridad para futuros desarrollos. Otro aspecto clave del pronóstico es la aprobación anticipada de ETFs (fondos cotizados en bolsa) de XRP, especialmente los spot ETFs, que permitirían a los inversionistas institucionales y minoristas acceder a XRP de una forma más sencilla y regulada.
Standard Chartered prevé que dicha aprobación pueda llegar para el tercer trimestre de 2025, con un impacto significativo en la demanda y el valor, estimando flujos de inversión que podrían sumar entre 4 y 8 mil millones de dólares durante el primer año, cifras que coinciden con las proyecciones de JPMorgan. La incorporación de XRP a través de ETFs consolidaría su posición en el mercado, proporcionando mayor liquidez y atrayendo a sectores financieros tradicionales. Esta dinámica, junto con la trayectoria positiva en regulaciones, alienta un escenario de adopción masiva. En términos de innovación tecnológica y casos de uso, XRP cuenta con una propuesta sólida centrada en los pagos transfronterizos. El XRP Ledger funciona como una cadena enfocada en pagos rápidos y eficientes, que pueden competir con sistemas tradicionales bancarios, ofreciendo menores costos y mayor rapidez en transacciones internacionales.
Este enfoque coincide con tendencias globales de aumento en el uso de activos digitales para pagos, en particular stablecoins, que han experimentado un crecimiento anual del 50% en el volumen de transacciones y se proyecta que alcanzarían un aumento de diez veces en los próximos cuatro años. La capacidad del XRP Ledger para evolucionar desde una simple cadena de pagos hacia una plataforma de tokenización, similar a blockchains como Stellar, le abre la puerta a nuevos mercados y aplicaciones, incluyendo la emisión de activos digitales tokenizados, contratos inteligentes y soluciones financieras avanzadas. La adopción de soluciones tokenizadas ha sido un motor de crecimiento en otros entornos blockchain, y Ripple podría capitalizar este potencial para expandir su ecosistema y atraer desarrolladores. A pesar de su optimismo, el informe también reconoce desafíos importantes para XRP. Entre ellos, su ecosistema de desarrolladores es más pequeño que el de competidores como Ethereum, lo que podría limitar la velocidad y diversidad de innovaciones y aplicaciones construidas sobre su plataforma.
Además, el modelo de tarifas bajas y su enfoque en eficiencia puede implicar menores ingresos por comisiones, afectando ciertas dinámicas económicas en comparación con otros ecosistemas más orientados a contratos inteligentes complejos. No obstante, Standard Chartered confía en que los catalizadores positivos parecen superar estos obstáculos, y que la consolidación de XRP en el mercado institucional, junto con un entorno regulatorio favorable y su evolución tecnológica, crearán un impulso sostenido para su crecimiento en los próximos años. Por otra parte, la proyección de Standard Chartered enfatiza que mientras XRP presenta estas perspectivas alentadoras, otras criptomonedas como Bitcoin y Avalanche continúan siendo consideradas por el banco como «apuestas fuertes» por su robustez y desarrollo, mientras que Ethereum ha sido calificado como un «perdedor identificado» en cuanto a crecimiento esperado, debido a diversos retos regulatorios y tecnológicos que enfrenta. Esta visión plantea una posible reconfiguración del panorama cripto, donde XRP podría tomar un papel protagónico en el mediano plazo, desafiando la supremacía de Ethereum más allá solo de capitalización, sino también en términos de adopción y funcionalidad. En resumen, el pronóstico de Standard Chartered dibuja un futuro en que XRP podría no solo multiplicar significativamente su valor, sino alcanzar un lugar destacado junto a Bitcoin, desplazando a Ethereum como la segunda criptomoneda más valiosa del mundo para 2028.
Este movimiento estaría respaldado por una convergencia de factores regulatorios, tecnológicos, y de mercado, que generan una oportunidad atractiva para inversionistas y interesados en el espacio digital. El camino no está exento de riesgos y desafíos, y la evolución del ecosistema dependerá de la capacidad de Ripple para innovar y adaptarse, así como del contexto regulatorio global. Sin embargo, los posicionamientos de bancos e instituciones financieras tradicionales comienzan a reflejar un cambio en la percepción de XRP, que podría consolidarse como un actor clave en la próxima generación de activos digitales.