El pasado 16 de septiembre de 2024, el ambiente en la Universidad de Wisconsin (UW) estaba electrificado por la noticia de una donación histórica que transformará el futuro de la ingeniería en el campus. Los hermanos Marvin y Jeffrey Levy, destacados alumni de la institución y empresarios exitosos, anunciaron una generosa contribución de 75 millones de dólares destinada a la construcción de un nuevo edificio para la Facultad de Ingeniería. Este gesto no solo refleja su compromiso con la universidad, sino también su deseo de honrar la memoria de su hermano fallecido, Phillip A. Levy. La ceremonia de anuncio, que se realizó en la emblemática Bascom Hill, estuvo llena de emoción y gratitud.
Ian Robertson, decano de la Facultad de Ingeniería, expresó en su discurso el impacto significativo que esta donación tendrá, no solo en la universidad, sino en el estado de Wisconsin en su conjunto. “No solo están contribuyendo a la construcción de un edificio; están creando las bases para formar a la próxima generación de ingenieros que servirán y liderarán en nuestra sociedad”, dijo Robertson, visiblemente emocionado por el desarrollo. La importancia de esta donación es aún mayor al considerar que se trata del mayor regalo en la historia de la Facultad de Ingeniería de UW. Marvin y Jeffrey Levy, quienes actualmente dirigen la Phillips Distributing Corporation, una empresa familiar con casi un siglo de historia, ya habían demostrado su compromiso con el alma mater al donar 20 millones de dólares en 2021 para la construcción de un nuevo hogar para la Facultad de Letras y Ciencias, que se inaugurará en 2026. Los Levy no son ingenieros de formación, pero su visión sobre la escasez de profesionales en este campo en el estado de Wisconsin los ha impulsado a hacer una inversión significativa.
“Reconocemos que Wisconsin necesita más ingenieros”, afirmaron los hermanos en un comunicado. “Queremos contribuir a que la universidad forme a más narradores, innovadores y solucionadores de problemas que ayuden a nuestra comunidad a enfrentar los desafíos del futuro”. El nuevo edificio, que llevará el nombre de Phillip A. Levy en honor a su hermano, está diseñado para ser un espacio multidisciplinario, flexible y adaptable a las necesidades cambiantes del mundo tecnológico. Con una superficie total de 395,000 pies cuadrados y ocho pisos, contará con laboratorios de última generación, espacios colaborativos y aulas modernas que fomentarán la interactividad y el aprendizaje práctico.
Robertson destacó que el diseño del edificio tiene como prioridad la sostenibilidad y la adaptabilidad, pensando en el futuro de la educación en ingeniería. La construcción del Phillip A. Levy Engineering Center no solo será un hito arquitectónico, sino que también plantea la creación de un entorno que fomente la colaboración entre los diferentes departamentos y disciplinas de la ingeniería. “La idea es que los estudiantes de diversas áreas puedan trabajar juntos, colaborando y aprendiendo unos de otros”, explicó Robertson. Esto es vital en un mundo donde los problemas complejos requieren enfoques multidimensionales que cruzan las fronteras de las especialidades.
El financiamiento para este proyecto monumental se compone de varias fuentes. El Estado de Wisconsin se ha comprometido a invertir 197 millones de dólares en la construcción, mientras que la universidad debe recaudar otros 150 millones para completar el presupuesto total del proyecto. La generosa donación de los Levy cubre la mitad del monto que la universidad necesita recaudar, pero aún queda por generar 75 millones más. Esto ha llevado a la administración de UW a buscar otros donantes y fomentar la cultura de la donación entre sus alumni y simpatizantes. La respuesta de la comunidad y otros alumni ha sido abrumadora, con muchos expresando su interés en contribuir al proyecto y al futuro de la ingeniería en Wisconsin.
Mira Potter, una estudiante de ingeniería ambiental y estudios ambientales, tuvo el honor de presentar a los Levy con una placa en la ceremonia. “Esto no solo ayudará a los futuros ingenieros, sino que beneficiará a toda la sociedad. El edificio será una de las piezas fundamentales sobre las que se construirá nuestro futuro”, destacó Potter, resaltando la importancia de la educación en ingeniería para el desarrollo social y económico de la región. A medida que el mundo se enfrenta a desafíos complejos como el cambio climático, la sostenibilidad energética y la infraestructura tecnológica, la necesidad de ingenieros capacitados es más crucial que nunca. Con su donación, los Levy están no solo invirtiendo en un edificio, sino sembrando las semillas para un futuro más brillante y crítico, donde la educación y la innovación se convierten en los motores de cambio.
La construcción del Phillip A. Levy Engineering Center está programada para comenzar el próximo año, con la esperanza de que finalice en 2028. Este ambicioso cronograma destaca el compromiso de la universidad de avanzar rápidamente en la preparación de sus instalaciones para cumplir con las demandas educativas contemporáneas. La historia de los hermanos Levy es también un llamado a la acción para otros alumni y profesionales. Ellos demuestran que el impacto de una donación no reside únicamente en el monto, sino en la intención detrás de ella.
La generosidad y el compromiso con la comunidad son valores que están arraigados en la cultura de UW, y la donación de los Levy refleja una filosofía que puede inspirar a otros a seguir su ejemplo. Los hermanos Levy no solo están dejando un legado para su familia, sino un legado para toda una generación. A medida que la universidad se prepara para esta nueva etapa, está claro que la visión de estos alumni no solo transformará la educación en ingeniería en Wisconsin, sino que también influirá en el futuro de innumerables estudiantes y profesionales en los años venideros. En resumen, la donación de 75 millones de dólares por parte de Marvin y Jeffrey Levy para la construcción del nuevo edificio de ingeniería en la Universidad de Wisconsin es un testimonio del poder de la generosidad y el compromiso. En un mundo que enfrenta constantes desafíos, este tipo de inversión en educación y desarrollo tecnológico es crucial.
La historia de los Levy es un recordatorio de que todos tenemos el poder de cambiar el futuro, y que cada contribución, grande o pequeña, puede tener un impacto duradero en nuestra sociedad.