Ethereum, la segunda criptomoneda más importante por capitalización de mercado después de Bitcoin, ha captado una gran atención en los últimos meses debido a su comportamiento volátil en los mercados. Tras registrar un ascenso del 18% desde su reciente mínimo, muchos inversionistas se preguntan si este repunte marca el fin de la caída y si, en efecto, Ethereum ha tocado fondo. Sin embargo, varios análisis técnicos y factores macroeconómicos indican que podría haber más terreno por perder antes de que ETH encuentre un soporte sólido y sostenible. Uno de los aspectos técnicos más destacados es que Ethereum ha alcanzado un nivel de resistencia clave que genera dudas sobre la continuidad de su recuperación. El precio ha llegado a la zona en torno a los 1,630 dólares, una cifra que corresponde al nivel con el mayor volumen de operaciones desde febrero de 2021.
En los mercados financieros, los niveles de volumen alto suelen indicar zonas donde el precio se encuentra con una fuerte oposición ya sea para continuar al alza o a la baja. Si en este punto los compradores no logran convertir esta resistencia en soporte, la presión vendedora podría empujar a ETH nuevamente hacia abajo. Además del nivel de resistencia en 1,630 dólares, existen otros soportes intermedios importantes que merecen ser observados. Por ejemplo, el rango entre 1,280 y 1,160 dólares se considera una zona de demanda significativa, ya que en diciembre de 2022 esta área aguantó los embates vendedoras y fue seguida por un rally de más del 40% en pocas semanas. Esto sugiere que en caso de que Ethereum caiga, esta área podría absorber parte de la presión y ofrecer una oportunidad para que el precio se estabilice temporalmente.
Por debajo, el soporte más crítico se encuentra entre 890 y 715 dólares, un nivel identificado por desequilibrios compradores en los gráficos semanales que generaron un aumento cercano al 50% en el precio en episodios anteriores. Esta zona podría considerarse un piso duro para ETH en el caso de que continúen las caídas, aunque no es deseable para los inversionistas que buscan evitar pérdidas significativas. Otra señal técnica importante proviene del indicador de Fuerza Relativa (RSI, por sus siglas en inglés). Actualmente, el RSI semanal para Ethereum aún no ha entrado en territorios de sobreventa, un nivel que históricamente ha precedido rallies importantes para esta criptomoneda. Esto indica que, desde la perspectiva técnica, todavía hay espacio para que continúe la presión vendedora hasta que el indicador marque condiciones extremas de ventas.
Por lo tanto, la ausencia de un RSI en sobreventa sugiere que el reciente aumento del 18% podría no ser suficiente para cambiar la tendencia bajista. El contexto macroeconómico también juega un papel fundamental en el comportamiento del precio de Ethereum. La guerra comercial y tecnológica entre Estados Unidos y China sigue generando incertidumbre en los mercados globales, lo que se traduce en volatilidad tanto en bolsas tradicionales como en criptomonedas. La tensión geopolítica y los riesgos asociados a una posible recesión afectan la confianza de los inversionistas, aumentando la probabilidad de caídas en activos de riesgo como ETH. A esto se suman eventos económicos clave programados que podrían desencadenar movimientos bruscos en los precios.
Entre ellos, destacan las declaraciones del presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos y el reporte de inflación mensual de marzo. Ambas circunstancias son observadas con mucha atención por los mercados, pues sus resultados pueden influir en la política monetaria, las tasas de interés y, en última instancia, la liquidez disponible para inversiones en criptomonedas. Si la Fed se inclina por mantener una postura restrictiva para controlar la inflación o si el informe inflacionario revela datos negativos, esto podría aumentar la presión bajista sobre Ethereum y volver a afectar la confianza de los operadores. Por lo tanto, cualquier noticia en torno a estas cifras puede introducir un nivel adicional de incertidumbre y volatilidad que podría acelerar una caída del precio. En resumen, a pesar del repunte reciente del 18%, varias señales técnicas y el panorama macroeconómico apuntan a que Ethereum no ha tocado un suelo definitivo.
La resistencia fuerte cerca de los 1,630 dólares, la ausencia de condiciones de sobreventa en el RSI y la compleja situación geopolítica y económica sugieren que el activo digital podría continuar enfrentando presiones a la baja. Para los inversionistas, esto implica la necesidad de ser cautelosos y monitorear de cerca los niveles clave de soporte, especialmente en los rangos de 1,280-1,160 y 890-715 dólares. Por su parte, la participación en acontecimientos macroeconómicos relevantes y la evolución del escenario internacional serán determinantes para el futuro inmediato de Ethereum. Entre tanto, la volatilidad continuará siendo un factor predominante, y tanto traders como holders deben prepararse para posibles movimientos significativos. En conclusión, la pregunta de si Ethereum ha tocado fondo no tiene todavía una respuesta clara y definitiva.
Más bien, el análisis sugiere que los próximos meses serán cruciales para determinar si el precio puede consolidarse y retomar un camino ascendente, o si, por el contrario, presenciaremos un desplome adicional hacia niveles de soporte más bajos. Mantenerse informado, analizar indicadores técnicos y macroeconómicos, y ajustar las estrategias de inversión serán las mejores prácticas para quienes buscan navegar en el impredecible mar de las criptomonedas en este momento.