Piedmont Lithium, una empresa de minería de litio con sede en Carolina del Norte, ha decidido retirar su solicitud de un paquete de financiamiento a través de un destacado programa de préstamos del gobierno de Estados Unidos. Esta decisión ha sido impulsada por la caída drástica en los precios de este metal esencial para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos, lo que ha llevado a la empresa a adoptar un enfoque más conservador en sus planes de expansión tanto en América del Norte como en otras regiones. La situación en el mercado del litio ha experimentado un giro drástico, con una impresionante disminución del 83% en los precios en el último año. Este colapso de precios ha sido en parte causado por una sobreproducción en China y un aumento en las ventas de vehículos eléctricos que no ha cumplido con las expectativas. Estas dinámicas han resultado en despidos en la industria y una creciente inquietud entre los inversionistas.
Piedmont, que en su momento fue considerada una de las empresas más prometedoras por su asociación con gigantes como Tesla y LG Chem, se encuentra ahora en una encrucijada. La decisión de retirar la solicitud de financiamiento del Departamento de Energía de Estados Unidos no ha sido trivial. De hecho, un funcionario de la compañía informó a Reuters que esta decisión también se debe a los altos costos asociados con el proceso de solicitud. Este desembolso de recursos había generado cuestionamientos sobre cómo Piedmont podría financiar su proyecto insignia en Carolina del Norte, cuyo costo se estima en más de mil millones de dólares. En meses recientes, Piedmont canceló también su plans para un proyecto de litio en Tennessee, que ya había recibido un subsidio del gobierno por 141.
7 millones de dólares. Al abandonar este plan, la empresa tomó la arriesgada decisión de buscar más apoyo gubernamental a través de un préstamo, en la esperanza de conseguir financiamiento más favorable. En una reciente comunicación a los accionistas, Piedmont había manifestado su ambición de asegurar financiamiento por deudas que cubriera entre el 65% y el 75% del costo de su proyecto en Carolina del Norte. Esta cifra está en línea con los préstamos condicionales que el Departamento de Energía ha otorgado a otras empresas similares en el sector, como Lithium Americas e Ioneer. El proceso de revisión de préstamos requiere que los solicitantes asuman los costos de expertos técnicos que asesoran al Departamento de Energía, lo que añade una presión financiera adicional.
Estos expertos cobran tarifas por hora, lo que representa otro obstáculo en épocas de volatilidad del mercado. Además, el Departamento de Energía típicamente libera el financiamiento en tramos, lo que implica que los prestatarios deben haber incurrido en gastos antes de poder obtener los fondos. Keith Phillips, CEO de Piedmont, comentó que la empresa no siente “un sentido de urgencia en este momento” para continuar con la solicitud del préstamo, lo que refleja la atmósfera incierta del mercado y las modificaciones que la compañía ha realizado a sus planes en Carolina del Norte. Phillips subrayó que la empresa planea ser disciplinada en la gestión de su efectivo, lo que inevitablemente resultará en una dilación de las líneas de tiempo para el desarrollo de sus proyectos. Los informes recientes indican que Piedmont ha registrado 59 millones de dólares en efectivo al final de junio y ha despedido casi un tercio de su fuerza laboral a principios de año.
Desde octubre del año anterior, la compañía ha gastado 1.9 millones de dólares en costos relacionados con la solicitud de préstamos y otros gastos de transacción, lo que ha suscitado mayores preocupaciones sobre su salud financiera. El futuro de Piedmont se ha vuelto aún más incierto tras la cancelación de su proyecto en Tennessee, lo que plantea preguntas sobre cómo la compañía planea asegurar los fondos necesarios para su proyecto principal en Carolina del Norte. Aunque ha registrado avances en la obtención de permisos para su mina de litio, el desarrollo efectivo de la infraestructura necesaria parece estar en la cuerda floja. La historia de Piedmont también se ha visto marcada por una serie de movimientos estratégicos que han incluido inversiones adicionales en Ghana y Quebec.
Sin embargo, el proyecto de litio en Quebec, que es la única fuente de efectivo de la empresa en este momento, también está enfrentando desafíos significativos. La empresa ha estado vendiendo participaciones en Atlantic Lithium, un proyecto en Ghana, para aumentar sus reservas de efectivo, lo que a su vez ha llevado a analistas de Macquarie a rebajar la calificación de sus acciones. A medida que los precios del litio continúan presionando a la baja, el CEO Phillips ha enfatizado la necesidad de precios más fuertes en la industria para que se puedan llevar a cabo proyectos de gran escala. Mientras tanto, Piedmont busca nuevos clientes para su participación en el proyecto de Ghana, que originalmente se había planeado para abastecer a una refinería en Tennessee cuya construcción ahora está en duda. El contexto más amplio para Piedmont es un mercado de litio inestable, marcado por la sobreproducción y la caída de la demanda de vehículos eléctricos.