Donald Trump, una figura política conocida por su capacidad para generar controversias y atraer la atención mediática, está dando un nuevo paso en el ecosistema de las criptomonedas y el mundo digital. Según un informe publicado en abril de 2025, el expresidente de Estados Unidos se encuentra detrás del desarrollo de un juego móvil inspirado en el popular estilo de Monopoly, que integrará la jugabilidad con tecnología blockchain y elementos cripto. Este proyecto representa la más reciente apuesta de Trump en el sector digital, que ya incluye un memecoin con gran capitalización, colecciones de NFT y una plataforma de finanzas descentralizadas llamada World Liberty Financial. La noticia ha despertado el interés tanto en el ámbito de los videojuegos web3 como en el de las criptomonedas, aunque también enfrenta diversos desafíos en medio de un complejo panorama económico global. La propuesta del juego, cuyo lanzamiento está previsto para finales de abril, se asemeja a MONOPOLY GO!, un juego móvil que permite a los usuarios recorrer un tablero virtual y obtener ganancias construyendo edificaciones dentro de una ciudad digital.
Esta dinámica no solo pretende atraer a jugadores aficionados al mundo de los tableros clásicos, sino también a aquellos interesados en la integración de activos digitales, como criptomonedas y tokens no fungibles, dentro de las experiencias lúdicas. Bill Zanker, un miembro cercano al círculo de Trump y una de las mentes detrás de sus anteriores iniciativas cripto, está liderando el desarrollo de este título, según fuentes consultadas por Fortune. Sin embargo, un portavoz de Zanker ha descartado que el juego guarde una relación directa con la famosa marca Monopoly, aunque confirmó que se está trabajando en un producto de características similares. Adicionalmente, se ha informado que Zanker realizó gestiones ante Hasbro, la empresa que actualmente posee los derechos del Monopoly tras adquirir Parker Brothers en 1991, para solicitar una licencia que le permita lanzar un juego de mesa digitalizado bajo la marca Trump. Estos detalles permanecen en reserva dada la naturaleza privada de las negociaciones comerciales aún en curso.
La intención detrás de esta maniobra podría ser la de sumar a la fuerte imagen pública de Trump, presentando un producto que combine la simbología política con el auge tecnológico de la cadena de bloques y la economía digital. Es interesante destacar que el interés de Trump en la industria cripto se ha transformado de manera notable en los últimos años. En 2021, el expresidente se manifestó públicamente escéptico y crítico respecto a Bitcoin, calificándolo como una estafa y una inversión basada en “aire”. No obstante, su postura evolucionó para abrazar el potencial del sector Web3. Durante su campaña presidencial de 2024, Trump mostró entusiasmo hacia estas nuevas tecnologías, incluso firmando una orden ejecutiva para establecer una reserva estratégica de Bitcoin en Estados Unidos.
Esta evolución simboliza no solo un cambio político, sino también una apuesta por capturar el creciente mercado de votantes y usuarios vinculados a la tecnología blockchain. Los emprendimientos de Trump en el universo digital no se limitan al juego tipo Monopoly, sino que abarcan una variedad de proyectos cripto. Entre ellos destaca el memecoin oficial de Trump, que ha alcanzado una capitalización de mercado cercana a los 1.5 mil millones de dólares en el momento actual. Además, ha impulsado numerosas colecciones de tokens no fungibles (NFT), que capitalizan la popularidad diferenciada del mercado cultural y coleccionista de activos digitales.
También ha lanzado el proyecto de finanzas descentralizadas World Liberty Financial, que conecta conceptos tradicionales de economía con novedosas herramientas blockchain, ampliando así su influencia en diversos sectores de la industria cripto. Complementando este ecosistema, en febrero de 2025 Trump y su empresa DTTM Operations presentaron una serie de solicitudes para registrar marcas comerciales relacionadas con un metaverso y un mercado NFT bajo la marca Trump. Este metaverso ambiciona ser una plataforma digital integral donde los usuarios podrán adquirir bienes físicos y virtuales, disfrutar de transportes de lujo como limusinas, aviones o trenes, y acceder a programas de servicios públicos digitales. La sinergia entre metaverso, NFTs, juego y cripto busca posicionar a Trump como un protagonista tecnológico de la década, capitalizando la convergencia de sectores en constante crecimiento. A pesar del gran interés mediático que despierta la propuesta de Trump, la industria de juegos Web3 enfrenta numerosos retos económicos.
Informes recientes, como el de DappRadar publicado el 10 de abril, han señalado una caída en la actividad dentro del segmento. En el primer trimestre de 2025, el número de usuarios activos diarios de juegos basados en blockchain disminuyó en un seis por ciento, mientras que la inversión en este sector cayó un 71 por ciento respecto al trimestre anterior, con solo 91 millones de dólares invertidos. Esta tendencia refleja dificultades relacionadas con la incertidumbre macroeconómica global, tensiones geopolíticas y el enfriamiento del apetito inversor. Estas circunstancias representan un contexto complejo para la iniciativa de Trump y sus socios, quienes deberán competir en un mercado en declive y con una audiencia potencial más cautelosa. La saturación de juegos Web3 y la creciente complejidad para los usuarios no familiarizados con la tecnología blockchain podrían dificultar la adopción masiva del juego estilo Monopoly.
Además, la cuestión de la propiedad intelectual con Hasbro y cualquier posible bloqueo legal o disputa podría ralentizar el proceso y afectar la percepción pública del producto final. Por otro lado, la entrada de Trump en el terreno de la tecnología blockchain también levanta cuestionamientos éticos y regulatorios. Las operaciones vinculadas a personas con alto perfil político suelen atraer el escrutinio sobre posibles conflictos de intereses o sospechas de uso indebido de información privilegiada. Esto se suma a las inquietudes ya existentes en la industria de las criptomonedas, que enfrenta regulaciones variables y una vigilancia constante por parte de autoridades financieras globales. Por tanto, será necesario observar cómo las iniciativas de Trump manejan la transparencia y el cumplimiento normativo para mantener una buena reputación en el mercado.
El fenómeno Trump en el mundo cripto es un reflejo de la tendencia general de figuras públicas y celebridades que se asocian con activos digitales para expandir su marca personal y lanzar negocios innovadores. Sin embargo, la combinación con un juego basado en un concepto clásico como Monopoly podría ser un diferenciador, dado el atractivo nostálgico y la capacidad de enganchar al público general más allá de los entusiastas digitales. Si el producto logra equilibrar la accesibilidad, el entretenimiento y los beneficios de blockchain, podría sentar un precedente para nuevos formatos híbridos en la industria del gaming y las finanzas digitales. En síntesis, la próxima iniciativa de Donald Trump en el ecosistema criptográfico apunta a revolucionar el entorno del gaming Web3 con un juego estilo Monopoly que incorpora tecnología blockchain y mecanismos criptográficos. A pesar del atractivo mediático y del potencial disruptivo, enfrenta desafíos significativos debido a la volatilidad del mercado, el marco regulatorio y la competencia existente.
Será fundamental estar atentos a los desarrollos durante las próximas semanas, ya que su lanzamiento podría marcar un punto de inflexión en cómo figuras políticas y empresariales incursionan en la intersección entre el entretenimiento y los activos digitales.