En un mundo donde la infraestructura juega un papel fundamental en el desarrollo económico y social, la conversación con Jason Zibarras, experto de Argo Infrastructure Partners, ofrece una perspectiva esclarecedora sobre el estado actual y las tendencias que marcan el futuro de la inversión en infraestructura. El diálogo se llevó a cabo en Nasdaq, uno de los centros neurálgicos del mercado de capitales, subrayando la importancia creciente que tiene esta clase de activos para inversores y economías a nivel global. Argo Infrastructure Partners es un gestor de activos especializado en infraestructura de calidad, con un portafolio valorado en más de seis mil millones de dólares distribuidos en 18 activos esenciales que abarcan sectores como servicios públicos, energías renovables y digitalización. Esta diversificación estratégica obedece a la consciencia sobre la necesidad imperiosa de infraestructura sostenible y resiliente, que pueda soportar demandas energéticas y tecnológicas cada vez más exigentes. La inversión en infraestructura no es un tema nuevo, pero lo que hace que sea especialmente relevante hoy es el contexto global de transformación y necesidad urgente de modernizar y expandir las redes que sustentan la vida cotidiana y el crecimiento económico.
Jason destaca que uno de los megatrends motores de esta urgencia es el incremento exponencial en la demanda de energía y redes, particularmente impulsada por avances en inteligencia artificial, big data, y conectividad digital. Una estadística fundamental mencionada en la entrevista revela que Estados Unidos, aunque es líder mundial en tecnología y economía, invierte solo un 0.55% de su Producto Interno Bruto en infraestructura. Al poner esta cifra en perspectiva, el promedio de la OCDE es del 0.81%, lo que implica que Estados Unidos destina un 30% menos que sus pares desarrollados, y mucho menos comparado con China, que dedica un impresionante 5.
56% de su PIB a inversión en infraestructura. Esta disparidad indica un desafío y, al mismo tiempo, una oportunidad significativa para el mercado de infraestructuras en Estados Unidos. La conversación se adentra en un aspecto crucial: la necesidad de incrementar estas inversiones para cumplir con los objetivos políticos y estratégicos, especialmente en segmentos vinculados con la innovación tecnológica como la infraestructura digital y de datos. En este sentido, la empresa TierPoint, gestionada por Argo, se presenta como un caso de éxito y una ventana hacia el futuro. TierPoint opera una de las redes de centros de datos empresariales más diversificadas geográficamente en Estados Unidos, con instalaciones en 20 mercados clave y una red de fibra óptica que conecta ambas costas.
Estos centros de datos están experimentando una demanda sin precedentes, motivada mayormente por los requerimientos de la inteligencia artificial y las cargas de trabajo intensivas en computación acelerada por unidades GPU. Esto no solo refleja una tendencia tecnológica, sino también una necesidad crítica para que empresas y gobiernos puedan procesar datos a alta velocidad con alta disponibilidad y seguridad. Además, la confianza del mercado en este tipo de infraestructura se refleja en las recientes operaciones financieras. Recientemente, TierPoint logró completar una securitización por 500 millones de dólares, sumando un total de 1.8 mil millones de dólares en financiamiento de alta calidad crediticia.
Los términos obtenidos fueron mejores que los del año anterior, con un descuento de 120 puntos básicos en el precio, lo que evidencia la percepción favorable de los inversionistas hacia el modelo de negocio y la estabilidad en el flujo de efectivo que generan estos centros. Este capital adicional no solo fortalece la posición financiera de TierPoint, sino que también establece una estructura lista para impulsar el crecimiento futuro, permitiendo expandir capacidades y responder con agilidad a nuevas oportunidades en el mercado digital. Sin embargo, la infraestructura no se limita únicamente a los centros de datos ni a la digitalización. Otro componente vital está relacionado con la gestión inteligente de la energía, un punto cada vez más importante dada la complejidad energética mundial y la transición hacia fuentes renovables. Argo participa activamente en este frente a través de Ice Energy, una empresa que contribuye a que las utilidades puedan manejar mejor la demanda eléctrica y optimizar el uso de recursos.
Ice Energy ofrece soluciones innovadoras de almacenamiento energético que ayudan a equilibrar las cargas en la red eléctrica, facilitando el uso de energía en horarios de alta demanda sin necesidad de incrementar la generación, lo que reduce costos y emisiones contaminantes. Esta capacidad es especialmente importante en un contexto donde la intermitencia de energías renovables como la solar y la eólica puede generar fluctuaciones en el suministro. La conjunción de tecnologías de almacenamiento energético y centros de datos resilientes forma un ecosistema robusto que impulsa la eficiencia, la sostenibilidad y la confiabilidad de la infraestructura crítica para la economía moderna. Además, este enfoque integrado responde a una tendencia global donde la infraestructura debe ser flexible para adaptarse a cambios regulatorios, avances tecnológicos y requisitos medioambientales. Desde la perspectiva de los inversores, las infraestructuras ofrecen atractivas oportunidades por su naturaleza de activos de largo plazo con flujos de caja estables y predecibles.
Esto es especialmente valioso en un entorno económico caracterizado por la volatilidad y la incertidumbre, ya que aportan estabilidad y diversificación a las carteras financieras. Pero la relevancia de esta clase de activos también tiene un componente social y ambiental significativo. Invertir en infraestructura de calidad implica contribuir a la mejora de la calidad de vida de las comunidades, garantizar el acceso a servicios básicos y promover un modelo de desarrollo sostenible que minimice el impacto ambiental. En resumen, la entrevista con Jason Zibarras evidencia que la inversión en infraestructura está en un punto de inflexión, con un énfasis claro en la digitalización, la sostenibilidad y la eficiencia energética. Estados Unidos tiene un amplio margen para aumentar su inversión para ponerse al nivel de otros países, mientras que el desarrollo de tecnologías como los centros de datos avanzados y las soluciones de almacenamiento energético están marcando el rumbo.
El análisis de Argo Infrastructure Partners refleja no solo una visión empresarial, sino también un compromiso con un futuro donde la infraestructura sea un motor clave para la innovación, el crecimiento económico y la resiliencia social y ambiental. La convergencia entre la demanda tecnológica, la necesidad de inversión y la evolución de modelos financieros accesibles y confiables augura un horizonte prometedor para los inversores y las comunidades que dependen de estos activos para su desarrollo. La clave para el éxito en esta área radica en entender estas dinámicas y actuar con visión estratégica, apoyando proyectos que no solo generen valor económico, sino que también respondan a los desafíos contemporáneos de sostenibilidad y transformación digital. La infraestructura del futuro es digital, verde y resiliente, y tanto inversionistas como gestores deben alinearse con estas tendencias para garantizar resultados positivos a largo plazo.