El Servicio Postal de Estados Unidos (USPS) ha reportado una pérdida neta que alcanzó los 3.300 millones de dólares en el segundo trimestre, una cifra que más que duplica los 1.500 millones registrados en el mismo periodo del año anterior. Este resultado negativo sorprende dado que, en el primer trimestre, el USPS había logrado obtener un beneficio raro dentro de sus finanzas recientes. Sin embargo, el golpe más fuerte a las finanzas de la entidad provino de ajustes contables relacionados con beneficios laborales obligatorios, que han tenido un impacto significativo en la línea de fondo.
Uno de los factores clave detrás de la caída financiera fue un ajuste no monetario de compensaciones para los trabajadores, valuado en 1.200 millones de dólares, producto de una reevaluación actuarial y cambios en la tasa de descuento usada para calcular el valor presente de futuros pagos laborales. Este incremento en costos es una consecuencia directa de malas prácticas y errores en los cálculos actuariales realizados por la Oficina de Gestión de Personal, una situación que el liderazgo del Servicio Postal ha criticado reiteradamente. A estos costos se sumaron aumentos adicionales en la compensación y beneficios para empleados, que representaron unos 449 millones de dólares, y gastos operativos que se incrementaron en 124 millones. Aunque señala una pérdida considerable, es importante destacar que el ajuste contable y los costos laborales son los mayores culpables, mientras que otros aspectos financieros tienen mejor desempeño.
Por ejemplo, los gastos de transporte disminuyeron en 116 millones de dólares gracias, en parte, a la implementación de un plan estratégico de eficiencia que se inició en 2021 y que tiene como objetivo simplificar operaciones durante un periodo de diez años. Este plan ha permitido ahorrar un total de 10 millones de horas hombre operativas en el trimestre evaluado, lo que refleja un esfuerzo serio por mejorar la productividad y reducir costos a través de la modernización y optimización logística. En términos de ingresos, el USPS mantuvo una cifra prácticamente plana de 19.700 millones de dólares en el segundo trimestre, sin cambios significativos respecto al mismo periodo del año anterior. Aquí es donde entra una dinámica interesante: aunque los volúmenes de correo cayeron, los aumentos estratégicos en las tarifas compensaron esa disminución.
Por ejemplo, los ingresos por correo de primera clase crecieron un 1% hasta 6.650 millones de dólares, a pesar de una reducción de 680 millones de piezas, que equivale a un descenso del 5,8% en volúmenes. Esta misma tendencia se repitió en envíos de paquetes y marketing. Los ingresos provenientes del segmento de envíos y paquetes aumentaron un 0,7% hasta 7.770 millones, pese a una caída del 6,9% en el volumen de piezas.
El correo de marketing, sin embargo, experimentó una disminución del 1,4% en ingresos, con una reducción de volumen del 5,7%. Los datos proyectados para el año fiscal 2025 siguen la misma línea: se espera una caída generalizada en el volumen de correo y paquete, que se estima en 5.100 millones de piezas menos respecto a 2024, representando una caída del 5,1%. Esta disminución está concentrada especialmente en el correo de primera clase y correo de marketing, dos de los segmentos más tradicionales que enfrentan un cambio en los hábitos del consumidor y la competencia digital que desplaza el flujo de comunicación tradicional. Sin embargo, a pesar del descenso en volumen, los ingresos totales para 2025 se pronostican en 82.
900 millones de dólares, un aumento de 2.400 millones con respecto al año anterior, reafirmando la estrategia de aumentar precios para generar más ingresos frente a la reducción del mail massivo. Estas cifras reflejan las complejas dinámicas que atraviesa el Servicio Postal en su esfuerzo por equilibrar sus finanzas y adaptarse a un mercado cambiante. En palabras del actual director general interino, Douglas Tulino, con motivo del 250 aniversario de la institución, el USPS continúa enfrentando desafíos económicos significativos. Sin embargo, se trabaja arduamente para controlar costos, aumentar ingresos y modernizar la infraestructura con un enfoque estratégico que se traduce en una mayor aceptación del mercado para productos de envío como USPS Ground Advantage, además de adoptar una postura competitiva en todo su portafolio de productos.
El Servicio Postal, además, destaca avances en la eficiencia de sus redes de procesamiento, logística y entrega. Estos progresos reportan una reducción relativa en los costos conforme se da servicio a nivel nacional y al comercio estadounidense, mostrando que las iniciativas de optimización están logrando cierto impacto positivo a pesar de las dificultades económicas y estructurales. La situación financiera del USPS es un claro reflejo de retos que enfrentan muchas instituciones públicas con modelos tradicionales en una era digital. El crecimiento de plataformas electrónicas y la preferencia por medios digitales para la comunicación personal y comercial han mermado significativamente los volúmenes postales que históricamente fueron la columna vertebral de este servicio. Esta transformación obliga al USPS a reinventarse y enfocar esfuerzos en nuevos nichos, como el envío de paquetes en auge gracias al comercio electrónico, para compensar las pérdidas en segmentos declinantes.
No obstante, el impacto de los cambios contables y especialmente la presión de costos laborales obligatorios sigue afectando las vivas posibilidades de retorno a la rentabilidad a corto plazo. Los ajustes técnicos complejos en la valuación actuarial de obligaciones laborales, que están fuera del control directo de la entidad, acentúan la invisibilidad del problema para el público en general pero representan un lastre importante en su contabilidad. El reclamo hacia la Oficina de Gestión de Personal por errores en los cálculos de los pasivos de pensiones es un ejemplo de la dificultad de armonizar prácticas contables con la realidad operacional del USPS. En resumen, el Servicio Postal de EE. UU.