En un movimiento que refleja la creciente tendencia hacia el emprendimiento colaborativo y la inversión comunitaria, siete estudiantes de segundo año de la Harvard Business School (HBS) han lanzado un fondo innovador con un capital inicial de un millón de dólares diseñado exclusivamente para apoyar a sus propios compañeros emprendedores. Este mecanismo financiero, bautizado como Twenty25 Ventures, representa no solo una iniciativa financiera, sino también un compromiso comunitario para impulsar las ideas y proyectos surgidos dentro de su propia cohorte de graduados de la clase 2025. Lo que distingue a Twenty25 Ventures de otros fondos tradicionales es su estructura y filosofía basada en el "community-based investing" o inversión comunitaria. En lugar de seguir los procesos selectivos convencionales que suelen adoptar los fondos de capital de riesgo o las aceleradoras, este fondo se compromete a brindar financiación automática a cualquier emprendimiento que cumpla ciertos criterios, siempre que el fundador sea un graduado de la clase 2025 de HBS. Esta forma de apoyo rompe con la tradición elitista y altamente competitiva, promoviendo una cultura de confianza y colaboración entre los futuros líderes empresariales.
El cofundador Insoo Chang ha explicado en varias entrevistas que la simplicidad y confianza que existe dentro del grupo de estudiantes han sido claves para que el proceso de recaudación de capital haya sido sorprendentemente eficiente. La recaudación comenzó a gestarse en el otoño de 2023 y rápidamente alcanzó el objetivo inicial de un millón de dólares. Este capital será utilizado para invertir en startups de sus propios compañeros, siempre que cumplan con los requisitos establecidos por el fondo, que incluyen contar con un fundador de la clase 2025, haber asegurado una ronda externa de financiamiento de al menos 500,000 dólares y contar con validación institucional de otro inversor. Este sistema asegura que las inversiones no sean aleatorias, sino que estén sujetas a cierto nivel de confirmación externa, fomentando la seriedad y sostenibilidad de los proyectos apoyados. Asimismo, Twenty25 Ventures establece límites claros para sus operaciones, excluyendo inversiones en organizaciones sin fines de lucro, investigaciones académicas, propuestas de subvenciones o fondos de búsqueda, centrándose así en empresas con potencial comercial tangible.
Más allá del aporte financiero, el fondo provee a los emprendedores beneficiarios un acceso invaluable a una red de mentores compuesta por graduados y profesionales experimentados en capital de riesgo. Este consejo asesor se posiciona como un recurso estratégico para ayudar a los fundadores a navegar por las etapas críticas del desarrollo empresarial, especialmente en aspectos como la recaudación de fondos, el crecimiento del negocio y la ampliación de contactos con posibles inversores adicionales. Yuval Efrat, también cofundador del fondo, destaca el beneficio mutuo que representa esta estructura de asesoramiento. Los mentores obtienen una primera mirada sobre negocios prometedores formados por talentos emergentes de HBS, lo que les permite identificar oportunidades de inversión temprana. Por otro lado, los emprendedores reciben orientación experta y conexiones clave para potenciar su éxito.
Twenty25 Ventures no solo es un ejemplo claro del poder de la colaboración entre pares en entornos académicos de élite, sino que también podría marcar un precedente para otras instituciones educativas que deseen fomentar una cultura más solidaria y dinámica entre sus estudiantes y graduados. Inspirados parcialmente por fondos similares en escuelas como Stanford Graduate School of Business, los estudiantes de Harvard han logrado adaptar e innovar un modelo que combina lo mejor de la comunidad, la inversión y el emprendimiento. Este fondo también refleja una tendencia más amplia en el ecosistema de startups y venture capital, donde el acceso al capital se ha convertido en uno de los mayores desafíos para los emprendedores, especialmente los que están en etapas tempranas. La creación de fondos internos como Twenty25 Ventures muestra un camino viable para superar barreras estructurales, facilitando que los fundadores puedan concentrarse en desarrollar sus ideas sin quedar atrapados en complejos procesos de fundraising. El impacto potencial de este tipo de fondos es significativo.
Al ofrecer recursos financieros y un sistema de apoyo enfocado exclusivamente en los miembros de una comunidad educativa específica, se fomenta un entorno donde el riesgo puede ser asumido de manera compartida, y el fracaso se asume como parte del aprendizaje colectivo. Esto potencia la innovación y puede traer consigo beneficios económicos importantes tanto para los emprendedores individuales como para la institución y el ecosistema en general. En conclusión, la iniciativa impulsada por los estudiantes de Harvard Business School con Twenty25 Ventures no solo simboliza un acto de apoyo mutuo y confianza entre una generación de futuros líderes y creadores de empresas, sino que también sienta las bases para un nuevo modelo de inversión y colaboración en el ámbito académico y empresarial. La democratización del acceso a la financiación y el acompañamiento profesional a través de un enfoque comunitario puede transformarse en una herramienta poderosa para fortalecer el emprendimiento dentro y fuera de los muros de las universidades tradicionales, inspirando a otras instituciones a replicar este innovador modelo.