El Bitcoin, la criptomoneda más famosa del mundo, está en el umbral de un posible salto en su valor durante el cuarto trimestre de 2024. Desde su creación en 2009, Bitcoin ha tenido ciclos de precios sensacionales que han llevado a muchos a considerarlo como una forma de activo seguro y, a menudo, como “oro digital”. A medida que el último trimestre del año se acerca, los inversionistas y analistas están observando de cerca los desarrollos en el mercado de criptomonedas y el comportamiento de Bitcoin, ya que las condiciones parecen favorecer un cambio significativo en su cotización. Históricamente, el cuarto trimestre ha sido una época fuerte para Bitcoin. Los precios tienden a aumentar a medida que las festividades de fin de año se acercan, impulsados por un aumento en la demanda y la especulación.
Este año, la narrativa es aún más prometedora dada la reciente finalización de un evento conocido como “halving” que ocurrió en abril y su efecto en la oferta de Bitcoin. El halving es un evento que ocurre aproximadamente cada cuatro años, donde la recompensa para los mineros de Bitcoin se reduce a la mitad, disminuyendo así la cantidad de nuevas monedas que ingresan al mercado. Históricamente, estos eventos han sido seguidos por significativos aumentos de precios a medida que los inversionistas anticipan una oferta más limitada. La reciente tendencia del precio de Bitcoin ha mostrado fluctuaciones interesantes. Después de alcanzar un máximo de 66,000 dólares a finales de septiembre, el valor experimentó una caída que llevó el precio nuevamente por debajo de los 60,000 dólares en varias ocasiones.
Sin embargo, las zonas de soporte entre 57,000 y 60,000 dólares han demostrado ser robustas durante este período de consolidación, lo que sugiere que hay suficiente demanda para mantener el precio en esos niveles críticos. Los analistas interpretan esto como una señal positiva, argumentando que la moneda está formando una base sólida sobre la cual puede estabilizarse y, potencialmente, crecer. Además, el análisis técnico de Bitcoin muestra que el promedio móvil de 50 días está actuando como un soporte inmediato, mientras que el promedio móvil de 200 días representa una barrera que, de ser superada, abriría las puertas a un verdadero momentum alcista. La ruptura del patrón de márgenes más bajos desde abril y el reciente máximo alcanzado proporcionan un panorama favorable para que Bitcoin se lance hacia nuevos niveles de precio. Las preguntas sobre si Bitcoin podrá alcanzar la codiciada marca de 100,000 dólares para finales de año son protagonistas en las discusiones entre analistas.
Mirando hacia atrás en los ciclos pasados de Bitcoin, después de cada halving significativo, el precio tiende a experimentar un impulso considerable en los seis meses siguientes. En este contexto, muchos ven este cuarto trimestre como un periodo decisivo que podría llevar a Bitcoin por caminos inexplorados. Una serie de factores fundamentales también están apuntalando la posibilidad de un aumento en el precio de Bitcoin. En primer lugar, el reciente paquete de estímulo económico en China, que incluye cientos de miles de millones de dólares, ha despertado interés en los mercados financieros. Las medidas de estímulo han demostrado en el pasado tener correlaciones positivas con los precios de Bitcoin, impulsando la confianza de los inversores.
De manera similar, en Estados Unidos, la Reserva Federal ha comenzado a aplicar una política monetaria más laxa; en septiembre, recortó las tasas de interés en 50 puntos básicos, con expectativas de más reducciones en el futuro. Este entorno de liquidez, combinado con un posible crecimiento de la oferta monetaria, podría crear el escenario ideal para un bull run en Bitcoin, con potenciales inyecciones de capital que seguramente seguirán fluyendo hacia activos alternativos. Japón no se queda atrás; la política monetaria de la Banque du Japon (BoJ) mantiene las tasas de interés bajas, lo cual es favorable para los activos de riesgo como Bitcoin. La falta de aumento en las tasas va en línea con las expectativas de que los inversores busquen refugio en activos alternativos, como lo es la criptomoneda, especialmente en un entorno económico incierto. En medio de estos factores positivos, hay señales adicionales que sugieren un clima optimista para Bitcoin.
Los ETFs de Bitcoin han comenzado a acumular monedas, lo que significa que la presión de venta está disminuyendo. Esto se traduce en menos suministros de Bitcoin disponibles en los intercambios, lo que, a su vez, podría limitar las caídas de precios y permitir que el mercado se recupere más rápidamente. Además, se estima que las devoluciones relacionadas con la plataforma de comercio FTX podrían inyectar hasta 16 mil millones de dólares en el mercado, lo que podría acelerar aún más una recuperación en los precios de Bitcoin, pues muchos de estos fondos podrían reinvertirse en criptomonedas. Sin embargo, el camino hacia un crecimiento sostenido no está exento de desafíos. La política monetaria de la Reserva Federal ha comenzado a cambiar ante una inflación creciente.
En septiembre, se reportó que el índice de precios al consumidor de EE.UU. subió un 0.2%, superando las expectativas, y el aumento interanual fue mayor al anticipado. Esto podría llevar a una reevaluación de las proyecciones y, potencialmente, a un endurecimiento de la política monetaria que podría limitar el crecimiento de activos de riesgo.
Adicionalmente, el inicio de la temporada de reportes trimestrales podría influir en el mercado. Los analistas esperan que el S&P 500, que afecta indirectamente a Bitcoin, muestre un crecimiento moderado. Si las ganancias quedaran por debajo de las expectativas, esto podría generar correcciones y poner incertidumbre en la inversión en activos de riesgo, incluido Bitcoin. En conclusión, aunque el futuro plantea incertidumbres, el entorno actual parece estar más inclinado hacia una continuación del ciclo alcista de las criptomonedas. A medida que el cuarto trimestre avanza, los eventos económicos, políticos y sociales desempeñarán un papel crucial en la dirección que tomará Bitcoin.
La expectativa de alcanzar los 100,000 dólares es un objetivo ambicioso, pero no imposible. Como siempre, los inversionistas deben ser conscientes de las dinámicas del mercado y considerar sus decisiones en un horizonte a largo plazo. La volatilidad, una característica del mundo de las criptomonedas, también plantea oportunidades para aquellos que estén dispuestos a navegar por sus extremos.