En el horizonte financiero global, la tokenización de activos del mundo real (RWA, por sus siglas en inglés) está dejando de ser una idea futurista para convertirse en una realidad palpable y en plena expansión. El interés institucional está creciendo de manera exponencial, y gigantes como BlackRock, Libre y MultiBank están haciendo movimientos multimillonarios que señalan el paso de la teoría a la ejecución práctica. Esta ola creciente no es casual, sino resultado de varios factores que se están alineando para catapultar este fenómeno hacia un momento decisivo en la economía mundial. La tokenización, que transforma activos físicos o tradicionales en representaciones digitales que pueden ser manejadas en blockchain, ofrece una solución eficiente a problemas históricos como la falta de liquidez y la complejidad en la propiedad y gestión de activos. Este proceso está revolucionando la forma en que se negocian y administran productos financieros, bienes raíces, deuda e incluso mercados alternativos, abriendo un abanico de posibilidades para inversores e instituciones.
Una prueba de esta tendencia se vio reflejada a finales de abril de 2025, cuando BlackRock anunció la creación de una clase de acciones basada en tecnología de libro mayor digital para su fondo Treasury Trust, valorado en 150 mil millones de dólares. Esta acción no solo refleja la confianza de la firma en la tokenización, sino que también subraya el interés de los grandes actores financieros en adoptar sistemas blockchain para gestionar la propiedad y la transparencia. Simultáneamente, Libre presentó un ambicioso plan para tokenizar 500 millones de dólares en deuda de Telegram a través de su Telegram Bond Fund. Este fondo permitirá que los activos se utilicen como colateral para préstamos en cadena, lo que indica una integración cada vez mayor entre la deuda tradicional y los instrumentos financieros digitales. Por otro lado, MultiBank Group firmó un acuerdo millonario con la empresa inmobiliaria MAG y el proveedor de infraestructura Mavryk en Dubái, marcando la mayor iniciativa de tokenización de activos hasta la fecha con un valor aproximado de 3 mil millones de dólares.
Este acuerdo destaca la relevancia global y la diversificación sectorial en esta revolución financiera. El CEO de Hashgraph, Eric Piscini, señala que estas acciones recientes no son coincidencias, sino que reflejan un contexto donde las regulaciones son cada vez más claras en mercados importantes, la tecnología blockchain ha madurado y está preparada para escalar, y los jugadores clave están tomando decisiones concretas para tokenizar activos a gran escala. Instituciones reconocidas como Citi, Franklin Templeton y otras están explorando o ya han implementado tokenización en sus productos, lo que aporta confianza y credibilidad al mercado. La transición de la tokenización de un concepto abstracto a una herramienta financiera práctica tiene un impacto significativo en desplegar nuevos modelos de inversión, aumentar la liquidez de activos tradicionalmente ilíquidos y ofrecer nuevas opciones para los inversores. Así lo sostiene Marcin Kazmierczak, cofundador de RedStone, quien destaca que el interés renovado y la participación de grandes instituciones reflejan un cambio de paradigma, dando paso a un ecosistema más sólido donde las ideas innovadoras y proyectos nacientes pueden prosperar con mayor respaldo.
Un factor clave en esta transformación es la mejora en la regulación, especialmente en Estados Unidos. La administración política actual ha adoptado una postura más amigable hacia las criptomonedas en comparación con la administración anterior, lo que ha generado un entorno menos hostil para las empresas del sector. La reducción de las acciones del SEC y la disolución del equipo de aplicación criptográfica del Departamento de Justicia han disminuido las barreras que frenaban el desarrollo y la adopción de tecnologías blockchain y tokenización. En paralelo, los avances tecnológicos, en particular en el desarrollo de carteras digitales y plataformas de gestión, han facilitado la integración y el manejo de activos tokenizados, permitiendo una experiencia más segura, accesible y eficiente para los inversores y gestores de fondos. Este progreso tecnológico se ve influenciado además por las exigencias macroeconómicas que impulsan a las instituciones a buscar mayor eficiencia y liquidez en mercados tradicionalmente rígidos y poco accesibles.
Ethereum continúa siendo el principal ecosistema para la emisión y gestión de activos tokenizados debido a su robustez, seguridad y amplia base de desarrolladores y adopción institucional. No obstante, emergen ecosistemas especializados como Canton Network, Plume y Ondo Chain, que ofrecen soluciones específicas orientadas a garantizar el cumplimiento normativo y otras características propias de la tokenización de activos bajo regulaciones estrictas. En cuanto a los volúmenes de mercado, la tokenización de bonos del Tesoro de Estados Unidos alcanza actualmente un valor de 6.5 mil millones de dólares, con Ethereum acaparando más del 75% de ese mercado, reafirmando su posición dominante. La flexibilidad de implementar soluciones en diversas cadenas de bloques permite adaptar la tecnología a las necesidades específicas de cada empresa o negocio, ya sea utilizando blockchains públicas, privadas o sistemas de libro mayor distribuidos con permisos controlados.
Pese a este avance, varios desafíos persisten. Las cuestiones regulatorias todavía generan incertidumbre para muchas empresas, dada la necesidad de cumplir con normativas rigurosas que aseguren la privacidad, la transparencia y mitiguen riesgos. Por otra parte, la interoperabilidad entre diferentes cadenas de bloques sigue siendo limitada, lo que dificulta la integración y el manejo eficiente de activos tokenizados en múltiples plataformas. Sin embargo, propuestas híbridas que combinan blockchains permissionadas con conexiones opcionales a cadenas públicas están comenzando a ganar terreno, lo que podría abrir nuevas posibilidades en los próximos años. Las perspectivas a mediano y largo plazo son alentadoras.
Analistas como Eric Piscini estiman que para finales de esta década más del 10% de todos los activos financieros globales podrían estar tokenizados, lo que implicaría un cambio fundamental en la estructura de los mercados. Otros expertos, como Felipe D’Onofrio de Brickken y Kazmierczak, plantean proyecciones incluso más optimistas que alcanzarían el 30% del sistema financiero global bajo formatos tokenizados antes del 2030. El tamaño potencial del mercado de activos del mundo real tokenizados es inmenso. Dependiendo de las estimaciones, se espera que el valor total alcance entre 30 y 50 billones de dólares para la próxima década, una magnitud que supera ampliamente el volumen actual y sugiere una expansión sin precedentes en las finanzas globales. Un mercado mediano de 10 billones de dólares representaría un incremento de más de 50 veces respecto al valor actual, lo que denota una oportunidad única tanto para inversores como para desarrolladores de tecnologías y plataformas vinculadas.
Más allá de las finanzas tradicionales, la tokenización también está explorando aplicaciones innovadoras como la tokenización de regalías musicales en forma de NFTs, lo que podría revolucionar industrias creativas y ofrecer nuevos modelos de monetización y propiedad intelectual. En conjunto, la tokenización simboliza una convergencia histórica donde regulación, tecnología y voluntad institucional se entrelazan para abrir las puertas a una nueva economía digital con mayor eficiencia, transparencia y accesibilidad. Para quienes se encuentran atentos a las tendencias financieras y tecnológicas, este momento representa una gran oportunidad para comprender y participar activamente en la evolución del mercado de activos globales.