John Lewis, uno de los retailers más emblemáticos del Reino Unido, ha anunciado un cambio significativo en su política de beneficios para empleados que afecta directamente a las prestaciones de por vida. La decisión, que surge en un contexto de creciente número de jubilaciones anticipadas, ha generado un amplio debate tanto dentro como fuera de la compañía. Con esta medida, John Lewis busca adaptar sus beneficios a una realidad laboral y social cambiante, que redefine el concepto tradicional de la jubilación. Históricamente, John Lewis ofrecía a sus empleados con más de 15 años de servicio una tarjeta de descuento de por vida a la hora de abandonar la empresa. Esta tarjeta les brindaba descuentos en las tiendas John Lewis y en los supermercados Waitrose, así como el derecho a disfrutar de alojamientos en hoteles exclusivos gestionados por la misma asociación.
Sin embargo, debido al aumento significativo de trabajadores que optan por la jubilación anticipada, el modelo de beneficios ha dejado de ser sostenible y funcional. Según un comunicado interno revelado por The Telegraph, la empresa ha informado a sus trabajadores que, a partir de septiembre, las tarjetas de descuento vitalicias serán eliminadas y en su lugar, se otorgarán beneficios prorrogables según los años de servicio. Esta modalidad implica que un empleado que haya trabajado durante 20 años y se retire a los 65 años podrá disfrutar de los descuentos y beneficios durante 20 años más, hasta cumplir 85. Sin embargo, el acceso a estas ventajas tendrá un límite temporal, contrario al sistema previo, donde los descuentos eran permanentes. Este nuevo enfoque pretende hacer que los beneficios sean accesibles para un número mayor de empleados que abandonan la compañía y, al mismo tiempo, simplificar los esquemas de compensación para los excolaboradores.
John Lewis ha aclarado que esta reforma no busca un recorte de costes, sino una actualización que refleje la naturaleza cambiante del retiro laboral. En la actualidad, la jubilación ya no se entiende como una etapa fija, sino como un proceso individual que varía según la persona, considerando tanto la edad como la modalidad y duración del retiro. El incremento de las jubilaciones anticipadas en el Reino Unido ha sido notorio en los últimos años, especialmente tras la pandemia de COVID-19. Datos del Instituto de Estudios Laborales revelan que el porcentaje de personas de entre 50 y 64 años que se clasifican como económicamente inactivas pasó del 25,2% antes del COVID a picos de hasta el 28%. Esta tendencia se ha reflejado en la salida masiva de la fuerza laboral de casi 240,000 personas en la franja de 55 a 64 años durante el periodo 2018-2023.
Este fenómeno tiene varias explicaciones. Entre los factores que impulsan la jubilación anticipada se destacan el agotamiento laboral, cambios en las prioridades personales durante y después de la pandemia, condiciones financieras, y la reevaluación del balance entre vida personal y profesional. Muchas personas han optado por salir del mercado laboral antes de la edad tradicional de jubilación para dedicarse a proyectos personales, familia o simplemente para mejorar su calidad de vida. En respuesta a este panorama, empresas como John Lewis se ven en la necesidad de replantear sus estructuras de beneficios para adaptarse a las nuevas realidades. Al eliminar los beneficios de por vida, la empresa intenta crear un sistema más equitativo y flexible que beneficie a un mayor número de ex empleados, evitando al mismo tiempo compromisos que puedan convertirse en onerosos en el largo plazo.
Desde la perspectiva de los empleados, la eliminación de las tarjetas de descuento de por vida ha sido recibida con sentimientos encontrados. Si bien algunos valoran el hecho de que más personas podrán acceder a beneficios al momento de retirarse, otros lamentan la pérdida de un privilegio que consideraban justo después de años de dedicación a la empresa. No obstante, la empresa ha asegurado que los trabajadores que ya se han jubilado o abandonado John Lewis no se verán afectados por el cambio, manteniendo sus beneficios intactos. Además de los descuentos en los puntos de venta, otra ventaja común que ofrece John Lewis son los hoteles de la asociación, que usualmente disfrutan tanto los empleados en activo como los excolaboradores. Estos alojamientos representan un valor añadido en el paquete de beneficios, y la compañía pretende mantener esta prestación para quienes cumplen los requisitos de antigüedad y retiro, aunque siguiendo la nueva normativa.
John Lewis destaca que el sistema revisado es uno de los más generosos del sector retail y supera a muchos competidores. Parte del atractivo reside en un fondo adicional dedicado a apoyar a través del consejo de socios a los empleados y a los que han dejado la compañía, asegurando el mejor impacto de los recursos asignados. El reto para John Lewis ahora es comunicar efectivamente estas modificaciones para minimizar el malestar entre sus empleados y asegurar una transición suave. Adaptarse a las nuevas expectativas laborales y sociales, que valoran la flexibilidad y la personalización, implica revisar políticas históricas que eran consideradas inmutables. Por otra parte, la evolución del mercado laboral, con trabajadores que prolongan sus carreras o que optan por modalidades laborales híbridas y flexibles, hace que los sistemas tradicionales de beneficios se queden obsoletos si no se ajustan a estos cambios.
Este es el caso de John Lewis, que intenta mantenerse relevante y atractivo como empleador mientras responde a las tendencias de jubilación anticipada. En un panorama económico marcado por la inflación y la incertidumbre financiera, las empresas también deben equilibrar la sostenibilidad de sus beneficios con la necesidad de retener y atraer talento. Cambiar esquemas de prestaciones tan simbólicos como las tarjetas de descuento vitalicias puede ser una forma de repartir recursos de manera más justa y actualizada. Las compañías que manejan políticas innovadoras y flexibles seguramente estarán mejor posicionadas para enfrentar el futuro del trabajo, donde la longevidad laboral, la salud y el bienestar de los empleados toman un rol central. John Lewis se posiciona de esta forma en el debate sobre la redefinición de la jubilación, poniendo en marcha cambios que reflejan una tendencia global.
En conclusión, la decisión de John Lewis de eliminar beneficios vitalicios en favor de un sistema basado en la duración del servicio representa un paso importante en la adaptación de las empresas al contexto postpandemia y a las transformaciones demográficas y económicas actuales. Este caso ejemplifica cómo las compañías deben repensar sus estrategias de compensación y beneficios para alinearse con un mercado laboral que cambia constantemente y con empleados que buscan cada vez más personalización y flexibilidad en sus relaciones laborales y de retiro.