La jubilación representa un momento crucial en la vida, lleno de esperanzas, planes y nuevas rutinas. Para muchos, es la oportunidad de disfrutar años de descanso y actividades que antes no se podían realizar por el ritmo del trabajo. Sin embargo, entrar en esta etapa también implica enfrentarse a una realidad financiera que puede ser más compleja de lo previsto. La reconocida experta financiera Suze Orman alerta sobre un gasto fundamental que muchos jubilados tienden a subestimar, poniendo en riesgo la estabilidad económica durante sus años dorados. Este coste crítico no es otro que el cuidado de la salud y, más específicamente, los costos relacionados con Medicare y los gastos médicos que conlleva.
Entender esta área y tomar medidas adecuadas para prepararla puede marcar la diferencia entre una jubilación plena y una llena de preocupaciones financieras. Una percepción común entre quienes se acercan a la jubilación es que Medicare cubrirá la mayoría, si no todos, los gastos médicos cuando lleguen a esta etapa. Sin embargo, esta creencia puede ser peligrosa. Medicare, el sistema de seguro de salud federal para personas mayores de 65 años, ofrece cobertura médica básica, pero no es una solución completa para todos los costos relacionados con la salud. Suze Orman enfatiza que el desconocimiento sobre los gastos adicionales que quedan a cargo de los jubilados bajo Medicare puede provocar una seria afectación financiera.
Los gastos de hospitalización, consultas médicas, medicamentos y otros servicios complementarios pueden generar un impacto considerable si no se planifican adecuadamente. Por ejemplo, Medicare Parte A, que cubre la hospitalización, aunque generalmente no tiene costo de prima, sí implica deducibles importantes. En 2025, el deducible de hospitalización para un ingreso fue de 1,676 dólares, una cifra que puede sorprender a quienes no lo esperan. Además, Medicare Parte B, que cubre servicios ambulatorios como consultas con especialistas o pruebas diagnósticas, requiere el pago de primas mensuales y copagos. Otro punto clave sobre el que Suze Orman llama la atención es que Medicare no cubre ciertos servicios esenciales para la calidad de vida en la jubilación, como la atención dental, la visión y la audición.
Estos aspectos, que muchos dan por sentados, pueden suponer un gasto significativo en la edad avanzada. Para afrontar estas brechas, Orman recomienda considerar una póliza de Medigap, también conocida como seguro complementario de Medicare. Esta póliza ayuda a cubrir copagos, coseguros y deducibles no cubiertos por Medicare, mitigando el riesgo de enfrentar facturas médicas elevadas e inesperadas. Aunque las primas mensuales de Medigap suponen un costo adicional, la tranquilidad financiera a largo plazo suele justificar la inversión. Además, contar con una cobertura complementaria puede evitar la necesidad de tocar los ahorros o fondos de jubilación para hacer frente a gastos urgentes o elevados derivados de la salud.
La importancia de planificar adecuadamente para los gastos en salud durante la jubilación cobra aún más relevancia cuando se consideran las estadísticas de gastos estimados. Según cálculos de Fidelity Investments, una pareja retirada necesitará aproximadamente 330,000 dólares para cubrir los costos médicos después de los 65 años. Esta cifra no incluye cuidados a largo plazo ni gastos en medicamentos de venta libre, subrayando la necesidad de anticipar esta carga financiera. Suze Orman advierte a quienes aún no han alcanzado los 65 años que hagan un análisis profundo de sus finanzas y ahorros con el fin de incluir estos costos con realismo. La falta de preparación puede llevar a cambios abruptos en el estilo de vida, estrés emocional y la renuncia a actividades que habían planeado para su jubilación.
Para prepararse debidamente, los expertos sugieren algunas estrategias que permiten mitigar el impacto de estos gastos. Ahorrar con suficiente antelación es fundamental y, en este sentido, maximizar las contribuciones a planes de jubilación como 401(k), cuentas IRA u otras herramientas disponibles, puede ofrecer una base sólida. Además, evaluar con detenimiento las opciones de seguro complementario como Medigap para elegir la más adecuada a las necesidades personales y familiares es un paso importante. También es recomendable adoptar hábitos saludables que contribuyan a reducir la probabilidad de enfermedades crónicas o episodios médicos graves que generen costos elevados. Mantenerse activo, cuidar la alimentación y acudir a revisiones médicas periódicas favorecen un envejecimiento con mejor calidad de vida y menos gastos inesperados.
Por otro lado, contemplar la posibilidad de generar ingresos adicionales incluso después de la jubilación es una opción viable para muchas personas. Ya sea a través de trabajos a medio tiempo, emprendimientos o inversiones, contar con un flujo extra de dinero puede aliviar la carga financiera derivada de los gastos en salud. En resumen, el mensaje principal que Suze Orman transmite es claro y urgente: no se debe subestimar el costo de la salud en la jubilación. Medicare, aunque esencial, no es una cobertura total y puede dejar a los jubilados con gastos significativos que alteren sus planes y su bienestar. Estar informado, ahorrar con estrategia, elegir coberturas adecuadas y mantener un estilo de vida saludable son piezas clave para lograr una jubilación segura y libre de sorpresas negativas.