El sector de la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en uno de los más dinámicos e innovadores del mundo financiero en los últimos años. Sin embargo, invertir en acciones de IA no siempre resulta económico. Muchas cotizaciones han alcanzado niveles altos debido al entusiasmo del mercado, lo que ha llevado a algunas a ser consideradas sobrevaloradas. A pesar del reciente retroceso en el mercado, existen algunas acciones de IA que ahora se compran a precios bajos, y pueden representar oportunidades interesantes para los inversores que buscan valor y crecimiento a largo plazo. Dos de estas empresas son Alphabet, la matriz de Google, y Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), uno de los fabricantes de chips más importantes del mundo.
Alphabet es un gigante tecnológico con múltiples líneas de negocio que han soportado distintos ciclos económicos y desafíos del mercado. La fuente principal de ingresos de la compañía proviene de la publicidad digital, a través de Google Search, YouTube y otros servicios asociados. Tradicionalmente, la inversión publicitaria suele resentirse en épocas de incertidumbre económica, ya que las empresas tienden a reducir gastos en publicidad cuando prevén un descenso en la demanda. Sin embargo, Alphabet ha demostrado una gran resiliencia en este aspecto recientemente. Durante el primer trimestre más reciente, los ingresos de Alphabet crecieron un 12 % interanual, alcanzando los 90 mil millones de dólares.
Este crecimiento ha sido impulsado en buena parte por Google Cloud, que incrementó sus ingresos en un 28 %, mientras que los anuncios en Google Search y YouTube crecieron un 10 % año tras año. Este desempeño sólido dentro de un entorno económico desafiante refleja la fortaleza fundamental y la capacidad de adaptación de Alphabet para diversificar y potenciar sus múltiples fuentes de ingresos. Más allá de sus negocios tradicionales, la compañía ha realizado inversiones significativas en inteligencia artificial, desarrollando productos y tecnologías que están empezando a mostrar un impacto positivo en su crecimiento. Por ejemplo, sus “AI Overviews” que resumen resultados de búsqueda en Google, ofrecen a los usuarios experiencias mejoradas y optimizadas, lo que podría incrementar el uso y la dependencia de sus plataformas en el futuro. Una de las preocupaciones recientes para Alphabet ha sido el impacto potencial de las tarifas y aranceles comerciales impuestos en el contexto de las tensiones comerciales globales.
Estos factores amenazan con encarecer los productos relacionados y poner presión sobre la demanda de publicidad. Sin embargo, la dirección de la empresa se muestra confiada en que estos efectos serán limitados y temporales, anticipando solo una ligera ralentización en el segundo trimestre. La capacidad de Alphabet para gestionar y mitigar estos riesgos ha sido clave para mantener la confianza de inversionistas y analistas. Desde la perspectiva del mercado, la acción de Alphabet se cotiza actualmente con un ratio precio/beneficio (PE) proyectado a futuro de aproximadamente 17 veces, considerablemente por debajo del promedio del mercado general que ronda las 20.5 veces.
Esto indica que la acción podría estar subvaluada en comparación con otras grandes compañías tecnológicas, especialmente considerando su potencial de crecimiento y la solidez de su modelo de negocio. La valoración atractiva, junto con sus expectativas de desempeño sólido, convierten a Alphabet en una opción particularmente interesante para quienes buscan acciones de IA que ofrecen un equilibrio entre seguridad y oportunidad de revalorización. Por otro lado, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) representa un componente fundamental en la cadena de suministro global de tecnología avanzada. Reconocida como una de las principales fabricantes de semiconductores, TSMC ha experimentado un auge significativo en la producción de chips, impulsado principalmente por la creciente demanda de dispositivos electrónicos que integran inteligencia artificial, así como avances en computación y tecnologías de comunicación. La creciente adopción de la IA en sectores tan variados como la automoción, la salud, las finanzas y el entretenimiento ha llevado a un aumento exponencial en la necesidad de chips de alto rendimiento y eficiencia energética, segmento en el que TSMC sobresale con su tecnología de fabricación avanzada.
Esto ha generado una verdadera bonanza para la compañía, que ha respondido aumentando su capacidad de producción y ampliando sus acuerdos con clientes globales en diversas industrias. El impacto positivo de esta dinámica se refleja también en las valoraciones de mercado, donde TSMC aparece como una acción con potencial para rebotar y recuperar terreno tras haber sido afectada por ajustes recientes en el mercado. La empresa continúa invirtiendo en innovación y ampliación de capacidad para atender la demanda en constante crecimiento, lo que es un indicio de que está bien posicionada para beneficiarse de las tendencias futuras en IA y tecnología en general. Invertir en TSMC no solo significa apostar por un fabricante de chips, sino también respaldar la infraestructura clave que habilita muchas de las innovaciones en inteligencia artificial en la actualidad. La solidez de su modelo de negocio, combinada con la expansión del sector tecnológico, proyecta una perspectiva favorable para el desempeño de sus acciones en los próximos años.
Para los inversores que buscan participación en la revolución de la inteligencia artificial, tanto Alphabet como Taiwan Semiconductor Manufacturing representan dos opciones atractivas que actualmente se presentan con valoraciones consideradas razonables o incluso baratas en relación con su potencial y fundamentos. Estas compañías ofrecen un perfil de riesgo-beneficio que equilibra el crecimiento emergente con la estabilidad que brindan negocios consolidados y con posición relevante en sus respectivos mercados. Además, el contexto económico actual abre oportunidades para capitalizar las correcciones del mercado y comprar acciones de calidad a precios atractivos. La inteligencia artificial seguirá siendo un motor de cambio tecnológico y económico, y contar con una cartera que incluya empresas que lideran la innovación en esta área puede ofrecer ventajas significativas en términos de rentabilidad y diversificación. En resumen, Alphabet destaca por su diversificación, incrementos en ingresos publicitarios y avances en IA que impulsan nuevas oportunidades, todo ello a un precio de mercado con potencial de apreciación.
Por su parte, Taiwan Semiconductor Manufacturing está en el centro de la fabricación de chips que hacen posible la evolución de la tecnología inteligente, con una demanda creciente y un sólido crecimiento proyectado, ambos factores atractivos para inversores que buscan posicionarse en la industria de IA a largo plazo. Como siempre, invertir en bolsa implica riesgos que deben ser analizados cuidadosamente. No obstante, la reciente caída en los precios de estas acciones puede representar un punto de entrada favorable para aprovechar su probable rebote y crecimiento futuro, alineado con las tendencias globales de transformación digital y adopción de inteligencia artificial. Para los inversores enfocados en esta área, evaluar estas dos compañías puede ser un paso acertado hacia una estrategia equilibrada y orientada al futuro tecnológico.