En un momento de creciente incertidumbre geopolítica, Taro Kono, un destacado candidato a la presidencia del Partido Liberal Democrático (LDP) de Japón, ha hecho un llamado urgente para que Tokio obtenga garantías más sólidas de Washington respecto a su compromiso con la defensa nuclear de Japón. Esta declaración, realizada en medio de un entorno político volátil debido a las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos y el resurgimiento de las tensiones en Asia, ha planteado preocupaciones sobre la posibilidad de que Japón considere desarrollar un arsenal nuclear independiente. Kono, quien ha desempeñado roles clave como ministro de Relaciones Exteriores y defensa, enfatizó que ante la inestabilidad potencial del gobierno estadounidense, especialmente si Vicepresidenta Kamala Harris o el ex Presidente Donald Trump resultan electos, existe el riesgo de que algunos sectores en Japón contemplen la posibilidad de un armamento nuclear propio. "Si el gobierno de Estados Unidos se vuelve inestable, algunas personas en Japón podrían sugerir que Japón desarrolle un sistema de disuasión nuclear independiente", afirmó Kono en una entrevista reciente. Este escenario despierta inquietudes no solo en Japón, sino también en la región, donde la proliferación nuclear podría desencadenar una carrera armamentista.
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, Japón ha adoptado una postura pacifista y ha renunciado a poseer armas nucleares, utilizando en su lugar el paraguas de seguridad proporcionado por Estados Unidos. Sin embargo, las provocaciones constantes de naciones como Corea del Norte y comunidades como China han exacerbado las dudas sobre la fiabilidad de este pacto. Kono advirtió que una declaración de Japón sobre el abandono de la desartuculación nuclear no solo tendría repercusiones internas, sino que podría alentar a otros países en la región, como Corea del Sur, a seguir el mismo camino, lo que complicaría aún más la seguridad regional. La compleja relación entre Japón y Estados Unidos es el núcleo de la perspectiva de Kono. A pesar de los múltiples tratados de defensa que han existido a lo largo de los años, las tensiones han aumentado desde que Trump sugirió, en varias ocasiones, que Japón debería asumir una mayor carga financiera en su defensa, incluso insinuando que el país podría necesitar desarrollar sus propios arsenales nucleares.
Esta postura ha llevado a un debate acalorado acerca de la dependencia de Japón de las fuerzas estadounidenses y la necesidad de una mayor autonomía en cuestiones de defensa. A pesar del temor a sobrepasar a las potencias nucleares vecinas, Japón posee un stock considerable de plutonio y tecnologías avanzadas debido a su programa espacial. Sin embargo, Kono se mostró firme en que desarrollar armamento nuclear independientemente no es la solución. "Hacerlo perjudicaría más que beneficiaría la seguridad nacional de Japón", dijo, señalando los riesgos asociativos de proliferación y las posibles consecuencias económicas. "La decisión de seguir la ruta nuclear también podría poner en riesgo nuestro acceso al combustible nuclear necesario para nuestras plantas de energía, justo en un momento en que los suministros energéticos son críticos".
La posición de Kono se enmarca en una campaña más amplia que se produce en el contexto de un liderazgo cambiante en el LDP, en el que alrededor de diez miembros han manifestado su interés en asumir el cargo de Primer Ministro en las elecciones del 27 de septiembre. La incertidumbre interna se suma a un ciclo inflacionario y una caída en el valor del yen, lo que ha llevado a muchos a cuestionar la dirección económica del país. Entre las propuestas de Kono se incluye la reforma de los mercados laborales para mejorar los salarios de los trabajadores a tiempo parcial y aumentar el uso de tecnologías basadas en datos para optimizar la productividad. Kono se muestra consciente de la compleja situación económica de Japón y de los desafíos estructurales que enfrenta el país en su camino hacia la recuperación. Con el yen cotizando a 142 unidades por dólar, muy por debajo de los 114 a los que estaba cuando Kishida asumió el cargo en 2021, Kono ha declarado que un yen más fuerte sería beneficioso para la economía japonesa.