La ciudad de Nueva York ha estado enfrentando una crisis habitacional profunda durante años, a pesar de las enormes inversiones realizadas para construir y rehabilitar viviendas asequibles para familias de bajos y medianos ingresos. Uno de los mayores retos que ha frenado la disponibilidad de estas viviendas ha sido el rígido sistema de asignación mediante el sorteo oficial denominado Housing Connect, que obliga a los propietarios de apartamentos a seguir estrictas reglas para asignar sus unidades vacantes. A partir del primero de mayo de 2025, la ciudad ha decidido implementar una medida temporal que elimina los requisitos del sorteo para las reubicaciones, también conocidas como “re-rentals”. Esto significa que los propietarios podrán poner en alquiler las unidades vacantes a través de plataformas como StreetEasy o directamente en las oficinas de gestión inmobiliaria, sin necesidad de pasar por el proceso habitual del sorteo, por lo menos durante un año. Esta política busca acelerar la ocupación de miles de apartamentos que han permanecido desocupados durante meses después de que sus antiguos inquilinos se mudaran.
Durante la última década, los esfuerzos de la ciudad para aumentar la oferta de viviendas asequibles han contado con la colaboración de organizaciones sin fines de lucro, empresas privadas y programas públicos que ofrecen incentivos fiscales y préstamos a bajo interés. Sin embargo, a pesar de este crecimiento en la oferta, un porcentaje significativo de unidades permanece vacío por encima del tiempo óptimo. Según el Departamento de Preservación y Desarrollo de Vivienda (HPD), entre el 2% y 5% de estos apartamentos se vacían cada año y tardan en ser ocupados nuevamente debido a la estricta imposición del sorteo. El sistema de Housing Connect ha sido criticado por expertos en vivienda y sectores políticos debido a la burocracia que genera y la dificultad de combinar la demanda real con la oferta disponible. En la práctica, cuando un inquilino se muda y su apartamento queda vacío, el propietario debe seleccionar al próximo inquilino dentro de una extensa lista proporcionada por la ciudad, que incluye personas que crearon un perfil en la plataforma y manifestaron interés en reubicaciones.
Esta lista, sin embargo, no siempre se ajusta a las características particulares de cada unidad o las preferencias geográficas de los solicitantes. Un claro ejemplo de este problema sucedió con un apartamento de dos habitaciones en el Bronx, una unidad que había estado disponible desde junio de 2023. La vivienda, ubicada en un edificio de más de 100 años recientemente renovado, estaba destinada para familias con ingresos máximos de 101,000 dólares anuales y cuyo alquiler mensual estaba fijado en 1,250 dólares aproximadamente. A pesar de la asequibilidad y el interés de familiares de la comunidad, las reglas les impedían alquilarla directamente a estos interesados porque no figuraban en la lista oficial de la lotería. Esta situación llevó al desperdicio de recursos económicos y sociales.
Con la nueva política, este problema se espera que se reduzca significativamente. Los desarrolladores y administradores podrán recibir solicitudes directamente, verificar los requisitos de ingresos y asignar las viviendas en menor tiempo, lo que a su vez evita que las unidades permanezcan vacías y perjudica a la comunidad. Este cambio también permitirá que quienes ya están vinculados con programas sociales o han mostrado interés a través de medios alternativos puedan acceder más fácilmente a las viviendas disponibles. Aunque la medida solo estará vigente durante un año, representantes del sector inmobiliario y organizaciones no gubernamentales consideran que es un paso importante hacia la modernización del sistema de housing y la eliminación de barreras burocráticas que han dificultado la dinámica del mercado de viviendas asequibles en la ciudad. La directora ejecutiva de la New York Housing Conference, Rachel Fee, afirmó que la política representa una mejora necesaria ante los problemas evidentes, y añadió que continuarán presionando al gobierno para que evalúe la efectividad de esta medida y la transforme en un cambio permanente si fuera necesario.
Por otro lado, autoridades municipales como la concejala del Bronx Pierina Sánchez han expresado tanto su apoyo al cambio temporal como su deseo de promover reformas más amplias y sostenibles. Sánchez ha promovido audiencias públicas para evaluar la situación y escuchar testimonios de los actores involucrados, con el objetivo de diseñar una estrategia consolidada que garantice que cientos o miles de apartamentos no se sigan quedando vacíos durante largos periodos. Las autoridades también están trabajando en la actualización y mejora de la plataforma Housing Connect, incorporando un portal específico para las reubicaciones y pensando en un sistema que combine los beneficios del sorteo con la rapidez y simplicidad que exige el mercado actual. La meta es que el proceso sea más justo, transparente y adaptado a las necesidades reales de millones de neoyorquinos que buscan una vivienda asequible. Este cambio temporal en la política no solo impacta a los propietarios y a los futuros inquilinos, sino que también tiene consecuencias positivas para toda la ciudad.
El incremento en la ocupación de viviendas reduce el envejecimiento y deterioro de los edificios, mejora la estabilidad comunitaria y optimiza los ingresos para las organizaciones sin fines de lucro y empresas que gestionan estas propiedades. Por ejemplo, la Universidad Neighborhood Housing Program (UNHP), responsable de varios edificios en el Bronx, ha confirmado que ha podido encontrar inquilinos elegibles para diez unidades vacantes después de que se les informó sobre la nueva política. Además, las familias ya se han incorporado a programas de servicios sociales como asesoría financiera y preparación de impuestos gratuita, lo que contribuye a mejorar su calidad de vida y su integración en la comunidad. La flexibilización de los requisitos también puede ayudar a mitigar el impacto de la crisis económica que afecta a muchas familias en Nueva York, que luchan por encontrar alojamiento seguro y asequible. Al reducir los obstáculos burocráticos, el acceso a viviendas se vuelve más ágil, lo que también reduce la presión negativa sobre el mercado general y ayuda a estabilizar los precios alquiler.
Este enfoque innovador de la ciudad para abordar un problema estructural del mercado de viviendas asequibles puede servir de ejemplo para otras metrópolis con desafíos similares. La combinación de incentivos para propietarios y una mayor flexibilidad en la asignación facilitará que los beneficios de las inversiones públicas lleguen con mayor rapidez a quienes más las necesitan. Mientras tanto, los residentes interesados en una vivienda asequible en Nueva York tendrán nuevas opciones para encontrar un lugar adecuado sin tener que depender únicamente del sistema tradicional de lotería. Las plataformas en línea, las oficinas de gestión y el nuevo portal de re-rentals ofrecerán una red más amplia y accesible para la búsqueda y asignación, acercando así la oferta y demanda de una manera más eficiente. En resumen, la reciente decisión de la ciudad de Nueva York de levantar temporalmente los requisitos del sorteo para las reubicaciones de apartamentos asequibles representa un paso significativo para dinamizar el mercado y mejorar la accesibilidad a la vivienda.
Aunque las preocupaciones sobre la burocracia y la equidad todavía persisten, esta medida abre la puerta hacia un sistema más flexible y reactivo que podría transformar el panorama habitacional en la gran urbe. Con un seguimiento cercano de esta política durante los próximos doce meses, se esperan datos concretos que permitan evaluar su impacto y definir futuras reformas que mantengan el equilibrio entre la protección de los derechos de los solicitantes y la eficiencia necesaria para no dejar apartamentos vacíos. Gracias a este esfuerzo, miles de neoyorquinos podrían acceder a un hogar digno y asequible en menos tiempo, fortaleciendo sus comunidades y mejorando la calidad de vida en la ciudad más grande de Estados Unidos.