El alcalde de Seattle, Bruce Harrell, ha propuesto un plan audaz para abordar el déficit presupuestario de la ciudad, que asciende a 250 millones de dólares. A través de su propuesta presentada el 24 de septiembre de 2024, Harrell sugiere utilizar los ingresos del JumpStart Tax, un impuesto sobre las nóminas que se impuso a grandes empresas en 2020, para ayudar a llenar este vacío financiero crítico. Esta decisión, que busca evitar recortes drásticos en los servicios municipales, ha provocado diversas reacciones tanto en la comunidad empresarial como entre los ciudadanos. Desde su implementación, el JumpStart Tax ha generado más ingresos de lo que se anticipaba inicialmente. Este impuesto fue creado para financiar iniciativas relacionadas con la vivienda asequible, la lucha contra la falta de vivienda y proyectos ecológicos, y es evidente que su éxito ha permitido abrir nuevas puertas en términos de financiamiento municipal.
Harrell destacó que los ingresos del JumpStart Tax han duplicado las expectativas, lo que le brinda al ayuntamiento una oportunidad sin precedentes para elaborar un presupuesto que no solo cubra las necesidades básicas de la ciudad, sino que también promueva inversiones en áreas críticas. La propuesta del alcalde se produce en un momento en que muchos departamentos del gobierno local se han enfrentado a la amenaza de recortes significativos. Durante su anuncio en el concejo municipal, Harrell estuvo acompañado de empleados de la ciudad que han vivido bajo la incertidumbre de ver sus puestos en peligro. “No podemos permitir que recortes severos pongan en riesgo la calidad de vida en Seattle”, afirmó Harrell, quien enfatizó la importancia de preservar los servicios esenciales, incluyendo la seguridad pública. El JumpStart Tax fue objeto de un intenso debate cuando fue aprobado.
Muchas de las grandes empresas, incluidos gigantes como Amazon, lo impugnaron vehementemente, argumentando que podría obstaculizar el crecimiento y la innovación en la región. Sin embargo, el alcalde Harrell ha encontrado apoyo entre algunos sectores, como la Cámara de Comercio de Seattle, que han cambiado su postura, expresando ahora que la propuesta del alcalde alinea los recursos con las prioridades que realmente desea la comunidad. Rachel Smith, presidenta de la Cámara, citó la importancia de sostener la seguridad pública y revitalizar el centro de la ciudad como puntos fundamentales en la propuesta. El plan de Harrell no solo busca equilibrar el presupuesto, también incluye inversiones significativas que reflejan las necesidades actuales de la ciudad. Dentro de su propuesta se han reservado 3.
2 millones de dólares para mantener abiertas 300 camas en refugios que, de otro modo, habrían cerrado debido a la falta de fondos. Esta medida es crucial en un contexto donde la falta de vivienda es un problema urgente y visible en Seattle. Además, se contemplan 1.9 millones de dólares para añadir 23 nuevos puestos en el departamento de Respuesta y Compromiso Asistido por la Comunidad (CARE), que ofrece servicios esenciales a la comunidad durante toda la semana. También destinará 19.
25 millones de dólares a mejorar la salud mental de los jóvenes, avanzando así en una estrategia de inversión previamente anunciada, que busca abordar de manera proactiva las repercusiones emocionales y psicológicas que enfrentan los estudiantes de Seattle. El presupuesto propuesto también incluye 7.4 millones de dólares para apoyar pequeñas empresas, con el objetivo de activar locales vacíos y mejorar el acceso al capital local. En el marco de los desafíos económicos que muchos enfrentan tras la pandemia, estos beneficios son esenciales para fomentar el crecimiento y la resiliencia de la economía local. El enfoque del alcalde no se detiene en la economía; también se centra en la recuperación de la salud pública.
Se han destinado 5.7 millones de dólares para establecer un centro de recuperación y acceso a cuidados de opioides, un recurso que será vital dado el creciente problema de salud pública asociado con la crisis de los opioides. Además, 2.9 millones de dólares se asignarán para ofrecer camas de desintoxicación y tratamiento hospitalario para aquellos que luchan contra trastornos por uso de sustancias. Mientras tanto, las medidas de seguridad también están en el centro de esta propuesta.
Se incluyen 3.1 millones de dólares para establecer un Centro de Crimen en Tiempo Real, que busca utilizar la tecnología para mejorar las respuestas de emergencia y la coordinación entre las fuerzas del orden. Harrell también ha reservado fondos para aumentar el número de reclutas de bomberos y paramédicos, así como para instalar más cámaras automatizadas en zonas escolares en un esfuerzo por garantizar la seguridad de los estudiantes. A pesar de las múltiples propuestas y el apoyo que parecen recibir, existen preocupaciones sobre la implementación y el impacto a largo plazo del JumpStart Tax. Algunos críticos apuntan que esta estrategia podría ser un arma de doble filo, ya que depender demasiado de los ingresos de un solo impuesto puede resultar arriesgado a medida que la economía cambia.
Además, el ambiente empresarial de Seattle podría verse afectado si las empresas sienten que tienen que cargar con una mayor parte del fardo fiscal. La nueva propuesta de presupuesto ha generado un debate palpable en la ciudad, con diferentes voces en la comunidad de Seattle manifestando sus opiniones. La presidenta del concejo, Sara Nelson, aseguró que la propuesta del alcalde no es un “cambio de rumbo”, sino una adaptación a las nuevas circunstancias y prioridades del consejo actual. Mientras algunos abrazan la visión del alcalde, otros siguen mostrando escepticismo sobre la viabilidad del uso continuo del JumpStart Tax. En conclusión, el proyecto de presupuesto del alcalde Harrell representa un intento audaz de revitalizar y asegurar los servicios esenciales en Seattle frente a un déficit significativo.
Utilizando los ingresos del JumpStart Tax, se espera no solo atender las necesidades financieras inmediatas, sino también fomentar un crecimiento sostenible en áreas críticas como la salud, la seguridad y el bienestar de la comunidad. El tiempo dirá si esta estrategia será la solución efectiva que Seattle necesita o si se enfrentarán a nuevos desafíos a medida que avancen hacia el futuro.