La Fundación Ethereum, una de las organizaciones más influyentes detrás del desarrollo y apoyo de la blockchain de Ethereum, ha anunciado una transformación significativa en su estructura de liderazgo. Este cambio implica la división clara entre las responsabilidades y funciones de su junta directiva y su equipo de gestión, marcando un nuevo hito para el avance y fortalecimiento del ecosistema Ethereum en un momento crucial para la criptomoneda y su comunidad. Desde su fundación, la Ethereum Foundation ha sido fundamental para el despliegue, crecimiento y mantenimiento de la red Ethereum, una de las plataformas blockchain más utilizadas a nivel mundial. Sin embargo, ante el contexto de un mercado volátil, donde Ether (ETH) ha experimentado un retroceso en su precio relativo frente a competidores como Bitcoin (BTC) y Solana (SOL), la fundación reconoce la necesidad de una actualización estratégica que impulse su liderazgo y refuerce su compromiso con la innovación y escalabilidad. En un comunicado emitido el 28 de abril de 2025, la Fundación Ethereum anunció que su junta directiva ahora funcionará como un “consejo de seguridad” cuyo objetivo principal será proteger la esencia y visión de la entidad, estableciendo los grandes lineamientos y metas para el desarrollo de Ethereum.
En paralelo, el nuevo equipo de gestión asumirá la responsabilidad de la ejecución operativa y estratégica de estos objetivos, garantizando que las decisiones de alto nivel se conviertan en acciones concretas y efectivas. Para materializar esta nueva estructura, Hsiao-Wei Wang y Tomasz K. Stańczak fueron nombrados co-directores ejecutivos desde el 2 de marzo, con sus roles tomando efecto oficialmente el 28 de abril. Wang actuará como un puente vital entre la junta y la gestión, facilitando una comunicación fluida y alineación en las funciones. Stańczak asumirá su cargo con un mandato de dos años, periodo durante el cual concentrará sus energías en resolver algunos de los desafíos más apremiantes en la plataforma Ethereum.
Cabe destacar que Tomasz K. Stańczak combina su papel en la Fundación Ethereum con su liderazgo en Nethermind, una firma de infraestructura para Ethereum, y próximamente estará involucrado en un fondo de capital de riesgo enfocado exclusivamente en proyectos relacionados con Ethereum. Esta doble función sugiere un enfoque estratégico que conecta el desarrollo tecnológico con el impulso financiero e innovador dentro del ecosistema. El equipo de gestión también cuenta con figuras como Bastian Aue, responsable de la estrategia organizacional, contratación y formación, y Josh Stark, encargado principalmente de la ejecución de proyectos, comunicación y marketing. La inclusión de perfiles especializados en estas áreas subraya una intención clara de profesionalizar y robustecer la gestión cotidiana con visión empresarial y pragmática.
Por otro lado, la junta directiva está compuesta por importantes referentes de Ethereum, entre ellos Vitalik Buterin, cofundador de Ethereum y conocido por su aporte técnico e intelectual en la comunidad blockchain. Aya Miyaguchi, presidenta de la Fundación Ethereum, dirige la visión general y las relaciones externas, asegurando que la organización mantenga conexiones estratégicas con actores claves de la industria y la comunidad global. Patrick Storchenegger, asesor legal suizo, continúa supervisando los aspectos de legalidad y cumplimiento, un rol esencial en un entorno regulatorio cada vez más compleja y dinámica. La decisión de la junta de seleccionar y autorizar los cargos ejecutivos de Wang y Stańczak refleja un cambio poco convencional, pero necesario, que fortalece el modelo de gobernanza. Además, otorga a la junta el poder de destituir a estos directores ejecutivos si así se considera conveniente en el futuro, asegurando un mecanismo de control y supervisión interno.
Este replanteamiento llega después de un período en el que la Ethereum Foundation enfrentó críticas dentro de la comunidad, especialmente en áreas vinculadas a las finanzas descentralizadas (DeFi). Kain Warwick, fundador de Synthetix, destacó un aparente desinterés del organismo hacia la innovación en DeFi, señalando una desconexión entre la organización y las necesidades emergentes de los desarrolladores y usuarios. Por otro lado, el desempeño del Ether frente a otras criptomonedas también había causado preocupación. La falta de un liderazgo visible y firme contribuyó a percepciones de estancamiento o falta de dirección clara, factores que la Fundación Ethereum busca contrarrestar con esta restructuración. En cuanto a los objetivos técnicos, la fundación ha comunicado que en los próximos doce meses centrará sus esfuerzos en tres áreas claves: escalar la capa uno (layer 1) de Ethereum, mejorar la escalabilidad a nivel de capa dos (layer 2) mediante la tecnología de blobs y optimizar la experiencia de usuario.
Investigadores destacados como Dankrad Feist y Sophia Gold han propuesto mejoras mediante las Ethereum Improvement Proposals (EIPs) 9678 y 9698, enfocadas en aumentar los límites de gas de la red. Esta medida tiene como fin incrementar sustancialmente el rendimiento de las transacciones, una mejora necesaria para mantener la competitividad y utilidad de Ethereum frente a otros protocolos. Estos esfuerzos técnicos, combinados con la reorganización administrativa y estratégica, demuestran la intención de la fundación de recuperar vigor e innovación en un contexto marcado por rápidas transformaciones tecnológicas y regulatorias. Más allá del soporte tecnológico, la Fundación Ethereum continúa promoviendo valores centrales como la resistencia a la censura, la innovación de código abierto, la privacidad y la seguridad. Estas prioridades definirá la visión de la organización y guiarán las decisiones futuras.
El ecosistema Ethereum es uno de los más amplios y activos del mundo blockchain, abarcando desde contratos inteligentes y aplicaciones descentralizadas hasta el fenómeno de las finanzas descentralizadas y los tokens no fungibles (NFTs). Para mantener esta posición, un liderazgo estructurado, con roles bien delimitados y una comunicación efectiva entre la junta y el equipo de gestión, es fundamental. La resiliencia de Ethereum frente a los desafíos técnicos y de mercado dependerá en gran medida del éxito de esta nueva estructura organizacional y de la capacidad de sus líderes para articular una visión que inspire confianza tanto en desarrolladores como en usuarios e inversores. En conclusión, la Fundación Ethereum ha decidido dar un paso decisivo para redefinir su gobernanza con una separación clara entre las funciones de elaboración de visión y ejecución operativa. Esta estructura apunta a hacer más eficaz la toma de decisiones y acelerar la innovación tecnológica en un momento clave para la criptomoneda y todo su ecosistema.
El impacto de esta reorganización será observado de cerca por toda la industria blockchain, pues representa un modelo potencial para otras organizaciones que buscan adaptarse en un entorno dinámico y competitivo.