XRP se ha posicionado como uno de los protagonistas destacados en el mercado de criptomonedas durante el 2024, logrando captar la atención tanto de inversores minoristas como institucionales gracias a una sólida trayectoria alcista en la segunda mitad del año. Sin embargo, conforme avanza el 2025, comienzan a surgir interrogantes sobre si la resistencia que XRP ha mostrado es suficiente para sostener ese impulso o si estamos frente a una posible reversión que podría dar inicio a un mercado bajista. El contexto general del mercado de criptomonedas ha sido favorable para varios activos de gran capitalización. Bitcoin, por ejemplo, superó la barrera simbólica de los 100,000 dólares, mientras Ethereum también mostró avances significativos con subidas semanales superiores al 30%. En contraste, XRP apenas registró un aumento aproximado del 8% en el mismo período, una evolución que ha generado dudas sobre la vigorosidad y sostenibilidad de su rally actual.
Un elemento crucial para determinar el estado del mercado de un activo digital como XRP es la interpretación de indicadores on-chain y técnicos que permiten anticipar movimientos futuros o identificar zonas de sobrecompra o sobreventa. Entre los indicadores más destacados para XRP figura el MVRV-Z-Score, una métrica que compara el valor de mercado de los tokens en circulación con su valor realizado, es decir, el precio promedio ponderado al cual los poseedores movieron sus activos. Este indicador tiene una gran utilidad para detectar extremos emocionales en el mercado, ya que valores elevados pueden señalar euforia y posible sobrevaloración, mientras que niveles bajos suelen marcar oportunidades de compra por infravaloración. En el caso de XRP, a finales de 2024 el MVRV-Z-Score volvió a entrar en una zona roja, un área que históricamente ha estado asociada a advertencias claras de riesgo para mantener posiciones largas sin ajustes. Este fenómeno no es nuevo para XRP.
El histórico mercado alcista entre 2017 y 2018 presenció un comportamiento similar, donde un MVRV-Z-Score alto coincidió con el punto máximo del precio antes una fuerte corrección que llevó a un enfriamiento en la demanda y ajustes significativos en la cotización. Así, la reciente señal en 2024 reaviva la incertidumbre sobre si la actual fase ascendente está cerca de su fin o si en cambio, podría tratarse de una pausa momentánea antes de un nuevo impulso. Examinando ciclos anteriores, es notable que un primer aviso de sobrecalentamiento no necesariamente conlleva el fin del mercado alcista. Durante 2017, tras detectar un pico en el MVRV-Z-Score, se experimentó una fase de consolidación que no terminó en un colapso inmediato sino que precedió una última ola de ganancias que llevó a XRP a su nivel máximo histórico en aquel entonces. Este patrón podría repetirse, dejando espacio para que la cotización recupere y supere resistencias clave.
No obstante, la prudencia es aconsejable. La manifestación de una sobrevaloración ya consumada indica que los inversores deben estar atentos a señales técnicas y fundamentales. La volatilidad inherente a los activos digitales, sumada a factores externos como regulaciones, cambios en la demanda o eventos macroeconómicos, puede desencadenar movimientos inesperados. En este sentido, otro indicador importante para analizar es el comportamiento del ecosistema XRP y su actividad en la blockchain propia, conocida como XRP Ledger. La cantidad de nuevas direcciones activas o la frecuencia con la que utilizan la red son indicadores de interés y adopción, factores que suelen correlacionarse con la fortaleza del proyecto y soporte para el precio.
Durante noviembre de 2024, se observó un aumento considerable en la creación de nuevas direcciones, coincidiendo con un repunte en el valor de XRP. Pero a partir de ese momento, la tendencia cambió y la cantidad de nuevas wallets disminuyó progresivamente, lo que puede interpretarse como una reducción del interés o entusiasmo por parte de nuevos participantes. Esta caída en la actividad puede ser vista como una señal de cierta debilidad fundamental que podría limitar la capacidad del token para mantener su rally. Al mismo tiempo, algunos analistas señalan que la estabilización de la actividad en niveles más bajos podría representar la formación de un suelo, donde los vendedores se han retirado y se crea un entorno propicio para un eventual retorno de la demanda. Este escenario, aunque optimista, requiere confirmación a través de la tendencia en los próximos meses.
Desde un punto de vista técnico, el análisis chartista agrega una perspectiva ambivalente pero con tinte positivo. XRP logró romper un patrón de triángulo descendente, considerado generalmente como un indicio alcista, y actualmente se encuentra consolidándose alrededor del nivel de 2,40 dólares, un área que coincide con una zona de alto volumen negociado y resistencia técnica importante. Esta consolidación en torno a la llamada Point of Control vuelve a centrar la atención de los traders, ya que una ruptura sólida por encima podría disparar un nuevo impulso alcista, mientras que una caída por debajo abriría camino a una corrección más profunda o a prolongadas fases laterales. Este momento es definitorio, dado que la decisión de los inversores cortoplacistas e institucionales podría marcar la dirección inmediata del precio. En contraste con la relativa debilidad de XRP en comparación con otros altcoins que han registrado incrementos superiores al 10% o 20%, se abren espacio para evaluar proyectos emergentes con fundamentos interesantes.
Ejemplo de ello es Solaxy, un proyecto basado en Solana que destaca por ofrecer soluciones de escalabilidad y un ecosistema integrado que apunta a mejorar la interoperabilidad entre blockchains, incluyendo Ethereum. Su reciente recaudación de 35 millones de dólares y perspectivas de alta rentabilidad en staking (más del 120% anual) lo posicionan como una alternativa para inversores que buscan nuevas oportunidades más dinámicas. Retomando el enfoque central del análisis de XRP, es primordial entender que las señales actuales no son definitivas. Mientras algunos indicadores advierten riesgo y posible reversión, otros apuntan a una base sólida donde se podría reconstruir la confianza. La dependencia del contexto macroeconómico, la evolución de las regulaciones globales y los avances tecnológicos dentro del ecosistema Ripple también jugarán roles decisivos en la trayectoria futura.
Además, la acción que tome la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) respecto a la situación legal de Ripple puede actuar como catalizador para movimientos significativos en el precio de XRP. Noticias positivas podrían desencadenar un renovado interés y entrada masiva de capitales, mientras que decisiones adversas podrían acelerar la tendencia bajista. La diversidad de factores a considerar subraya la importancia de que los inversores mantengan una estrategia flexible, monitoreen constantemente los indicadores clave y la evolución de las noticias, y realicen análisis de riesgo para decidir en qué momento y con qué exposición participar en este activo. En conclusión, el mercado alcista de XRP no ha sido declarado muerto, pero sí se enfrenta a alertas y signos de esfuerzo reducidos que merecen atención. La historia pasada sugiere que después de fases de corrección y consolidación, puede surgir una última resistencia a la baja seguida por un resurgimiento.
Sin embargo, como toda inversión en criptomonedas, la volatilidad y la incertidumbre están siempre presentes, por lo que la preparación y la información son las mejores herramientas para afrontar el futuro del token. Mientras tanto, la comunidad y los participantes del mercado observan de cerca los desarrollos técnicos y fundamentales de XRP, buscando indicios que permitan anticipar cuándo y cómo se definirá la próxima etapa de este emblemático activo digital.