El mundo de las criptomonedas está en constante movimiento, y pocas veces un activo digital ha captado tanta atención como Bitcoin. Recientemente, Bitcoin experimentó una caída significativa del 30% desde su máximo histórico, generado un intenso debate entre inversionistas, analistas y entusiastas del sector. Este descenso ha despertado la pregunta clave: ¿ha tocado Bitcoin fondo? ¿Estamos ante el inicio de un nuevo ciclo alcista? El máximo histórico de Bitcoin se alcanzó el 20 de enero de 2025, situándose en un impresionante valor de 109,000 dólares. Sin embargo, apenas dos meses después, el precio corrigió de manera severa hasta acercarse a los 76,000 dólares, cifra que se registró el 10 de marzo. Esta caída llamó la atención de los analistas, quienes comenzaron a monitorear patrones técnicos similares a los que se han visto en ocasiones anteriores durante fases de consolidación del mercado.
Uno de los aspectos clave para entender si Bitcoin ha tocado fondo está en la formación de patrones de precios que marcan el comportamiento del mercado. En la caída reciente, Bitcoin no solo llegó a un mínimo cercano a 76,000 dólares, sino que también mostró una serie de mínimos cada vez más altos tanto antes como después de esta fecha. Por ejemplo, el 28 de febrero el precio tocó aproximadamente 78,000 dólares y nuevamente superó los 81,000 dólares a finales de marzo. Esta dinámica conforma lo que los analistas denominan un “fondo triangular”, un patrón que suele preceder movimientos de reversión y que indica agotamiento de la presión de venta. Este tipo de formaciones no es nuevo para Bitcoin.
En agosto de 2024, durante la descomposición del denominado “yen carry trade”, Bitcoin presentó un comportamiento similar. En ese caso, el precio tocó fondo cerca de los 49,000 dólares el 5 de agosto y posteriormente mostró mínimos ascendentes en julio y septiembre, sugiriendo que el mercado estaba preparándose para un rebote. Lo mismo ocurrió en enero de 2024, cuando Bitcoin enfrentó una corrección del 20% que lo llevó a mínimos por debajo de los 40,000 dólares. Nuevamente se observaron altos mínimos a ambos lados de esta caída, lo que confirmó una estructura alcista naciente. Omkar Godbole, editor en jefe de CoinDesk Markets, ha señalado que el actual escenario exhibe una señal clara de que el mercado podría estar en una fase de fondo.
Según Godbole, la transición de mínimos decrecientes a mínimos crecientes es una señal típica de agotamiento de la figura del vendedor. Este tipo de estructura suele anunciar el comienzo de un posible impulso alcista. No obstante, Godbole advierte que factores externos, como la imposición de tarifas comerciales por parte de figuras políticas relevantes, podrían traer volatilidad e interrumpir la tendencia. La posible formación de un fondo en Bitcoin tras una caída importante tiene múltiples implicaciones para diversos actores del mercado. Los inversionistas a largo plazo pueden ver esta situación como una oportunidad para adquirir activos a precios descontados, mientras que los traders de corto plazo buscan confirmar estas señales para aprovechar movimientos alcistas futuros.
Además, el sentimiento dentro de la comunidad criptográfica parece estar recuperándose poco a poco, un indicador importante para la liquidez y el volumen diario. La historia reciente de Bitcoin sugiere que las fases de corrección profunda suelen ser seguidas por repuntes significativos. Esto se explica por la naturaleza volátil y especulativa del activo, así como por la creciente adopción institucional y minorista en el panorama global. En este contexto, el comportamiento actual podría señalar que el activo está listo para reiniciar una trayectoria al alza. No obstante, es vital recordar que el mercado de criptomonedas continúa expuesto a riesgos y factores externos.
Entre ellos, la regulación gubernamental, movimientos geopolíticos y cambios en la macroeconomía mundial tienen un impacto considerable. Específicamente, la amenaza de nuevas tarifas comerciales o modificaciones en políticas económicas podrían provocar periodos de incertidumbre y volatilidad, afectando negativamente a Bitcoin y al mercado en general. Asimismo, la aparición de productos financieros vinculados a Bitcoin, como los ETFs (fondos negociados en bolsa) respaldados por activos digitales, sigue siendo un factor de influencia determinante. En enero de 2024, por ejemplo, durante el lanzamiento de los primeros ETFs spot de Bitcoin en Estados Unidos, se observó una corrección pero con una rápida recuperación posterior. Este evento es una muestra clara de cómo la institucionalización progresiva contribuye a la estabilidad y madurez del ecosistema criptográfico.
Desde un punto de vista técnico, la confirmación absoluta de que Bitcoin ha tocado fondo normalmente requiere la superación de ciertos niveles de resistencia y un aumento sostenible en el volumen de operaciones. Además, el análisis del sentimiento del mercado y la comparación con patrones históricos ayudan a validar la fortaleza de la señal de fondo. Los analistas advierten que mientras la estructura triangular y la formación de mínimos más altos son alentadoras, los inversionistas deben mantenerse atentos a la volatilidad inherente en este mercado. Las correcciones bruscas pueden ser habituales y los factores externos pueden provocar fluctuaciones repentinas. Por ello, la gestión del riesgo y la toma de decisiones informadas son esenciales.