Neste, la empresa finlandesa especializada en la producción de biocombustibles y refinación de petróleo, se encuentra en un momento decisivo dentro del mercado global de energías renovables. A pesar de un entorno de incertidumbre económica internacional y políticas comerciales cambiantes, la firma proyecta que los recientes aranceles impuestos por Estados Unidos tendrán un efecto limitado en su negocio. Sin embargo, la sobreoferta persistente en el sector de los combustibles renovables y la volatilidad asociada a las fluctuaciones del precio del petróleo representan desafíos importantes para Neste y para la industria en general. El director ejecutivo de Neste, Heikki Malinen, ha expresado optimismo moderado respecto al impacto de los aranceles estadounidenses, confiando en que las políticas europeas responderán adecuadamente para mantener un “campo de juego nivelado” y asegurar la competitividad de las compañías industriales europeas. Esta afirmación destaca la importancia geopolítica y económica que los responsables de la toma de decisiones atribuyen a mantener la fortaleza del sector renovable dentro de la región.
Actualmente, el exceso de suministro de biocombustibles y la demanda debilitada combinados con la incertidumbre económica global están ejerciendo presión sobre los márgenes de beneficio de Neste. Estos factores se han traducido, en el primer trimestre de 2024, en una caída significativa del EBITDA comparable de la empresa, que descendió un 62 % respecto al año anterior, situándose en 210 millones de euros. Aunque esta cifra estuvo ligeramente por debajo de las expectativas promedio de los analistas, el margen de ventas en el segmento de productos renovables superó con creces los pronósticos, alcanzando 310 dólares por tonelada, frente a una estimación media de 242 dólares. Esta cifra positiva ha impulsado parcialmente la confianza de los inversores y ha catapultado las acciones de Neste en la bolsa de Helsinki. La eliminación propuesta del Crédito Fiscal para Mezcladores (Blender’s Tax Credit o BTC) en Estados Unidos, parte del programa de incentivos para combustibles limpios impulsado por la administración Biden, ha tenido repercusiones en la estrategia logística y comercial de Neste.
La compañía se ha visto en la necesidad de reoptimizar sus envíos desde la refinería ubicada en Singapur hacia el mercado estadounidense. Si bien estas regulaciones afectaron temporalmente el transporte, Malinen ha indicado que no se ha visto un impacto material en los costos de envío durante el primer trimestre, en un ambiente marcado por la incertidumbre macroeconómica. Otro aspecto notable en el horizonte de Neste es la evolución de la demanda de combustible sostenible para aviación (SAF, por sus siglas en inglés). Malinen ha señalado que los clientes de SAF están evaluando con cautela el mercado, y que espera una demanda más pronunciada en la segunda mitad del año en curso. Este segmento, considerado clave para la descarbonización del sector aeroespacial, representa una oportunidad estratégica para la empresa en su apuesta por tecnologías y productos con menor huella de carbono.
En términos de estructura organizativa, Neste ha respondido a los retos del mercado con una reducción significativa de su plantilla, eliminando alrededor de 510 puestos a nivel global. Esta decisión busca generar ahorros anuales cercanos a los 65 millones de euros, permitiéndole a la compañía mantener un nivel de eficiencia y competitividad compatibles con los nuevos desafíos del sector. La dinámica del mercado mundial del petróleo sigue siendo un factor determinante para la planificación y proyección de Neste. La volatilidad generada por factores geopolíticos, fluctuaciones en los precios del crudo y variaciones en la demanda energética a nivel global continúan condicionando las estrategias de inversión y producción de la empresa. Además, la competencia en el sector de los biocombustibles se intensifica con el ingreso de nuevos actores y la adopción acelerada de tecnologías alternativas, incluyendo el hidrógeno y otras fuentes de energía renovable.
Neste mantiene una alianza estratégica con Marathon Petroleum en California, fortaleciendo así su posición en el mercado estadounidense. Esta cooperación representa un aspecto crucial para afrontar conjuntamente los retos regulatorios, logísticos y de mercado presentes y futuros. La industria de biocombustibles y energías renovables está viviendo una fase compleja. Por un lado, los gobiernos y entidades internacionales impulsan políticas que favorecen la transición energética y la reducción de emisiones. Por otro, la realidad económica y las tensiones comerciales limitan el dinamismo y la expansión rápida de este sector.