En un escenario financiero cada vez más dominado por la tecnología y los canales digitales, Bank of America ha decidido apostar por una estrategia que combina lo mejor de ambos mundos. La entidad bancaria estadounidense ha anunciado que abrirá más de 150 nuevas sucursales físicas antes de que finalice 2027, un movimiento que refuerza su compromiso con la atención presencial a sus clientes y fortalece su presencia tangible en todo el territorio nacional. Este plan de expansión surge en un momento en el que muchas instituciones financieras están reduciendo o cerrando sus espacios físicos debido al auge de la banca digital, pero Bank of America entiende que la experiencia humana y el asesoramiento personalizado continúan siendo esenciales para fomentar relaciones sólidas y duraderas con su clientela. El banco tiene previsto abrir 40 nuevas sucursales durante el año 2025 y sumar 70 más en 2026, incrementando así su red existente que actualmente cuenta con alrededor de 3,700 centros financieros distribuidos estratégicamente por todo Estados Unidos. Aunque existe la posibilidad de una ligera reducción de sucursales en mercados más maduros, como parte de una consolidación, la ampliación general responde a la evaluación continua del banco sobre mercados emergentes y zonas con alta oportunidad de crecimiento.
Holly O'Neill, presidenta de banca al consumidor, retail y bancaria preferente de Bank of America, destaca que la combinación entre presencia física y canales digitales acelera el desarrollo del negocio en las regiones donde se apunta la expansión. Esta sinergia evidencia cómo la digitalización no elimina la necesidad de sucursales físicas, sino que puede mejorar y amplificar su impacto. La inversión realizada en la red de centros financieros supera los 5,000 millones de dólares en los últimos nueve años, reflejando la apuesta a largo plazo por mantener simultáneamente un sólido entorno físico complementario a los servicios en línea. De hecho, recientemente Bank of America inauguró una sucursal emblemática en Nueva York y tiene previsto abrir cuatro nuevos centros en Boise, Idaho, en julio de este año, reafirmando su compromiso con la expansión local y la atención directa. La relevancia de este plan también se entiende en el contexto competitivo, ya que su principal rival, JPMorgan Chase, ha anunciado una expansión mucho mayor, proyectando abrir más de 500 nuevas sucursales para 2027.
Este panorama subraya que la banca tradicional continúa valorizando la atención presencial como un factor diferencial en la gestión de clientes. A pesar de que más del 90% de las interacciones con clientes de Bank of America ocurren a través de plataformas digitales, el banco reconoce que las sucursales ofrecen ventajas insustituibles para asesorar de manera personalizada y adaptarse a las necesidades financieras individuales. La unidad de banca al consumidor es un componente clave en las utilidades totales de la entidad, representando un 33.8% en el primer trimestre, lo que subraya la importancia de mantener un contacto directo para incentivar el gasto y mantener la salud financiera de los usuarios. Holly O'Neill señala que los consumidores siguen mostrando solidez financiera, con un comportamiento de pago y gasto en crecimiento continuo, lo que genera confianza para ampliar la infraestructura presencial.
En la actualidad, pese al fuerte empuje de la tecnología financiera, muchos clientes valoran las reuniones cara a cara para resolver dudas complejas, recibir asesoramiento experto en inversiones, créditos y planificación financiera. Esta tendencia es especialmente relevante en mercados donde la confianza y la cercanía juegan un papel fundamental en la decisión de productos y servicios bancarios. Bank of America también está alineado con las nuevas expectativas de los consumidores que demandan experiencias híbridas, donde lo digital sirve para facilitar operaciones rápidas y las sucursales contribuyen a fortalecer relaciones y brindar soluciones integrales. Así, el banco crea un ecosistema donde ambas modalidades se complementan y se potencian mutuamente. El sector bancario estadounidense se encuentra en una fase de transición que requiere adaptabilidad y visión estratégica, y la expansión de Bank of America representa un modelo que integra innovación tecnológica con una renovada valorización de la atención humana.
La consolidación de su red física no solo busca incrementar su alcance, sino también mejorar la calidad del servicio, la personalización y el asesoramiento para una base de clientes cada vez más diversa y exigente. Además, este impulso a la infraestructura física genera impacto económico local, creación de empleo y dinamización de comunidades donde se abran nuevas sucursales. En definitiva, Bank of America apuesta a balancear lo mejor de la era digital con la esencia del servicio personalizado. Su plan de apertura de más de 150 nuevas sucursales para 2027 refleja una estrategia integral para fortalecer su liderazgo en el mercado financiero estadounidense y satisfacer las demandas de un público moderno que, a pesar de la digitalización, valora cada vez más el contacto humano en actividades financieras clave.