En un momento decisivo para el futuro de las criptomonedas en Estados Unidos, Matt Hougan, director de inversiones de Bitwise, ha expresado su profunda preocupación sobre la capacidad del Congreso para aprobar una regulación sólida y significativa que consolide los avances alcanzados por la industria cripto. Hougan advierte que el sector podría afrontar un periodo complicado si los legisladores fallan en cerrar adecuadamente las leyes pendientes relacionadas con las criptodivisas. El temor principal radica en que, pese a la evolución positiva que ha tenido el mercado de activos digitales en los últimos años y el creciente interés público y empresarial, la regulación puede verse truncada por desavenencias políticas y falta de consenso entre los legisladores. Hougan ha señalado que ante esta situación, el verano próximo podría ser un desafío para el sector si el Congreso no logra llegar a un acuerdo definitivo. Sin embargo, Hougan mantiene una visión optimista en cuanto al panorama general de las criptomonedas.
Habla de un potencial crecimiento significativo para diversas monedas digitales, con predicciones de nuevos máximos históricos, destacando incluso la posibilidad de que Bitcoin alcance un precio cercano a los 200,000 dólares bajo la administración gubernamental actual. Según sus declaraciones, es imprescindible que el Congreso consolide estos avances mediante la enmienda de leyes que otorguen un marco legal claro y favorable para la industria. Uno de los puntos más destacados en las discusiones regulatorias se refiere a la legislación para stablecoins. Hougan había manifestado esperanza en que este tipo de proyectos legislativos pasaran con relativa facilidad, especialmente después de que la Ley GENIUS superara con éxito el Comité Bancario del Senado en marzo con apoyo bipartidista. No obstante, esta esperanza se ha visto afectada por recientes acontecimientos políticos y el replanteamiento de algunos actores clave.
Cabe resaltar que durante la administración Trump, hubo elementos que favorecieron el crecimiento y estabilidad del mercado cripto, como la propuesta de una Reserva Estratégica de Bitcoin, la reducción de acciones de la SEC hacia la industria y varios retrocesos regulatorios que impulsaron la adopción y desarrollo. No obstante, Hougan advierte que estas medidas, al no estar consolidadas por una legislación firme, corren el riesgo de ser anuladas en el futuro dependiendo de los cambios en el liderazgo político. Un aspecto complejo es la creciente preocupación en torno a temas de seguridad nacional y lavado de dinero, que aunque el proyecto de ley actualizado atiende con mayor rigurosidad que versiones anteriores, sigue generando controversias y debates intensos. Estas inquietudes muchas veces son utilizadas como argumentos para bloquear o retrasar las iniciativas regulatorias. Adicionalmente, las circunstancias políticas han profundizado la incertidumbre.
Hougan apunta que factores externos a las políticas, como la caída en la popularidad del expresidente Trump y la atención dirigida hacia sus vínculos comerciales con la industria cripto, están influyendo más que los desacuerdos técnicos o normativos propiamente dichos en la suspensión de avances legislativos importantes. La semana pasada se evidenció esta problemática cuando nueve senadores demócratas, incluyendo al líder de la minoría, Chuck Schumer, retiraron súbitamente su apoyo al proyecto en cuestión. Esta decisión creó un punto de inflexión que frenó el buen ritmo que traía la legislación, dejando en el aire la pregunta sobre qué dirección tomará el Congreso en los próximos meses. La legislación propuesta para las stablecoins contempla medidas rígidas como el respaldo total de reservas, auditorías periódicas, además de reglas estrictas en cuanto a la comercialización e insolvencia, buscando otorgar mayor seguridad y confianza a los usuarios y operadores del mercado. A pesar de su importancia, la disputa política y los intereses contrapuestos han complicado su aprobación definitiva.
En paralelo, la aparición reciente de World Liberty Financial, una plataforma DeFi respaldada por Trump que lanzó su propia stablecoin, añade una capa adicional de complejidad y controversia al ecosistema regulatorio. Esta situación ejemplifica cómo la política y los intereses privados se están entrelazando en el desarrollo del mercado digital. Hougan ha expresado que las stablecoins representan un beneficio innegable para la economía estadounidense, el dólar, los comerciantes y los emprendedores, por lo que cualquier intento de bloquear su progreso por motivos de rivalidades políticas es un obstáculo dañino para la innovación y la competitividad global. Ante este panorama, el llamado urgente desde la industria es que Washington encuentre la manera de superar sus diferencias y establezca un marco regulatorio claro y estable que permita a las criptomonedas continuar su desarrollo sin interrupciones o retrocesos. Según Hougan, si esto ocurre, podríamos estar ante un mercado alcista imparable, con beneficios importantes para todos los actores involucrados.