Los mercados bursátiles registraron pequeñas ganancias al cierre de la jornada, destacándose el desempeño positivo del sector tecnológico que elevó el ánimo de los inversionistas. Durante la sesión del viernes, índices clave reflejaron movimientos modestos pero significativos que se suman a una racha alcista de cuatro días consecutivos. La recuperación se atribuye principalmente al fortalecimiento de grandes jugadores de la tecnología, así como a las interpretaciones variadas sobre las declaraciones recientes del expresidente Donald Trump en torno a las negociaciones de aranceles internacionales. El índice S&P 500 mostró una subida del 0.75%, mientras que el Dow Jones permaneció prácticamente estable.
El Nasdaq, marcado por una fuerte presencia de empresas tecnológicas, lideró la jornada con un incremento del 1.25%. Este comportamiento positivo cierra una semana en la que los mercados alcanzaron mejoras notables, llegando a incrementos acumulados cercanos al 5.6% desde el inicio de la semana laboral. Un factor determinante en la positiva jornada fue el sólido reporte trimestral de Alphabet, la compañía matriz de Google, cuyos ingresos superaron las expectativas de los analistas.
Durante el primer trimestre, Alphabet reportó un crecimiento interanual del 12%, alcanzando 90.2 mil millones de dólares en ingresos. Este desempeño robusto impulsó el precio de sus acciones, que subieron un 1.5% entre el cierre del jueves y la tarde del viernes. Este resultado generó confianza en el sector tecnológico y evidenció el papel vital que juega la innovación y diversificación dentro de la industria digital.
Otra empresa que destacó fue Nvidia, un gigante en la fabricación de chips para inteligencia artificial, que experimentó un salto considerable del 4.3% en el precio de sus acciones. Esto fue motivado por las declaraciones de un ejecutivo de la compañía, quien aseguró que la demanda por sus productos no ha mostrado indicios de desaceleración, lo que indica la fortaleza continua del sector de semiconductores y tecnologías emergentes. La posición favorable de Nvidia y Alphabet refleja el renovado interés y optimismo hacia las empresas tecnológicas en medio de un contexto macroeconómico desafiante. En contraste con el entusiasmo del mercado tecnológico, las declaraciones del expresidente Donald Trump ofrecieron mensajes contradictorios respecto al futuro de los aranceles.
En una entrevista publicada el mismo viernes en la revista Time, Trump mencionó haber cerrado "200 acuerdos" relacionados con negociaciones arancelarias y expresó que se esperan resoluciones iniciales dentro de tres a cuatro semanas. Este comentario generó ciertas expectativas de alivio para los inversores que temían una escalada prolongada en las tensiones comerciales. Sin embargo, su posterior afirmación de que consideraría una "victoria total" si los aranceles a las importaciones extranjeras oscilasen entre el 20% y el 50% en un plazo de un año, sembró dudas y preocupación entre los participantes del mercado. Esta dualidad en su discurso refleja la incertidumbre política que sigue rodeando la política comercial estadounidense, complicando las previsiones de flujo comercial y afectando la confianza global. Es importante recordar que a comienzos de abril, el presidente Trump instauró una base impositiva del 10% a las exportaciones de todos los países, con especial énfasis en China, a la que aplicó tarifas acumulativas de hasta un 145%, lo que provocó una reacción negativa inmediata en las bolsas ante el temor de un conflicto comercial global.
En respuesta, el gobierno chino implementó aranceles recíprocos, manteniendo la tensión entre las dos principales economías del mundo. Pese a estas tensiones, Trump ha señalado que los impuestos contra China podrían reducirse significativamente, declarando haber estado en contacto con el presidente chino Xi Jinping. No obstante, las autoridades chinas han negado en reiteradas ocasiones cualquier negociación formal con la administración estadounidense, aunque han concedido ciertas exenciones a importaciones estadounidenses dentro de sus medidas retaliatorias, intentando aminorar el impacto económico. Además de las cuestiones comerciales, los mercados han estado atentos a las opiniones de Trump sobre la política monetaria de la Reserva Federal (Fed). El expresidente ha manifestado su descontento con Jerome Powell, presidente del banco central, por lo que considera una falta de acción rápida en la reducción de las tasas de interés para estimular la economía.
Estas opiniones alcanzaron un punto crítico cuando Trump sugirió la posibilidad de destituir a Powell, lo que generó inquietud en los mercados debido a la posible interferencia política en la independencia de la Fed. Posteriormente, Trump reculó y afirmó que no tenía intención de despedir al presidente de la Fed, tratando de calmar los nervios entre inversores y actores del mercado que valoran la autonomía del banco central para manejar la política monetaria con criterios técnicos y no políticos. Este episodio de volatilidad e incertidumbre en el ámbito político-económico se refleja también en otros indicadores del mercado. Por ejemplo, el índice de volatilidad VIX se mantuvo estable a la baja, y los precios del oro descendieron notoriamente, lo que puede interpretarse como una disminución momentánea en la demanda de activos refugio. El caso de las acciones más activas y ganadoras del día también es notable dentro del contexto de estas dinámicas.
Compañías como Newegg Commerce, Exelixis, y Rigetti Computing vieron incrementos significativos en sus cotizaciones, señalando un interés creciente en sectores específicos que podrían ir ganando terreno en el futuro cercano. Paralelamente, algunas empresas registraron caídas importantes, reflejando la constante rotación del mercado y la sensibilidad de ciertos sectores a las noticias macroeconómicas y políticas. En definitiva, la jornada de pequeñas ganancias en los mercados refleja un sentimiento mixto pero predominantemente optimista, sustentado en los avances tecnológicos y la percepción de posibles avances en las negociaciones comerciales. Sin embargo, las declaraciones ambiguas y contradictorias generan una atmósfera de cautela, donde los inversores deben navegar entre oportunidades y riesgos. El panorama económico global está en un momento crítico donde las políticas comerciales, las decisiones monetarias y los resultados empresariales convergen para definir el rumbo de los mercados.