El mercado de criptomonedas, conocido por su alta volatilidad y ciclos marcados de auge y caída, se encuentra presenciando indicios claros de una fase bajista, comúnmente referida como 'crypto winter'. Recientemente, Coinbase Institutional, la división enfocada en inversionistas institucionales del intercambio estadounidense líder en criptomonedas, ha proporcionado un análisis profundo que apunta a la presencia de varias señales que anticipan esta temporada de desaceleración en los activos digitales. Sin embargo, a pesar de este panorama a corto plazo, mantienen una visión optimista sobre el segundo semestre del año 2025, un período que podría marcar un punto de recuperación importante para este mercado dinámico y en constante transformación. El término 'crypto winter' se emplea para describir una etapa prolongada de mercado bajista en criptomonedas, caracterizada por caídas sostenidas en los precios, disminución en los volúmenes de transacción y un sentimiento general negativo respecto a la inversión en activos digitales. Este concepto ha quedado grabado en la memoria colectiva del ecosistema cripto tras el desplome significativo ocurrido entre 2018 y 2020, y hoy nuevamente resuena debido a ciertas señales técnicas y fundamentales que Coinbase Institutional ha señalado.
En un informe emitido por David Duong, director global de investigación en Coinbase Institutional, se destaca que Bitcoin y varias altcoins de gran capitalización han venido atravesando un período de debilidad desde finales de febrero y marzo de 2025. Particularmente, el precio de Bitcoin ha caído por debajo de una de las medidas técnicas más observadas por los analistas: la media móvil de 200 días (200DMA). Esta herramienta se utiliza para identificar la tendencia de largo plazo de un activo; mantenerse por encima de esta línea se interpreta generalmente como una señal de mercado alcista, mientras que su ruptura a la baja suele indicar tendencias bajistas o de corrección fuertes. Cuando Bitcoin cruzó por debajo del 200DMA en marzo y no logró recuperarse, se generó una alarma entre los inversores sobre la posible entrada en un ciclo bajista. Además, esta caída técnica no fue un fenómeno aislado, sino que vino acompañada de descensos significativos en la capitalización total del mercado de criptomonedas, excluyendo Bitcoin, que ha disminuido un 41% desde el máximo alcanzado en diciembre de 2024, situándose alrededor de los 950 mil millones de dólares.
Este retroceso también muestra una reducción interanual del 17%, reflejando un menor apetito de los inversores y menor liquidez disponible para impulsar nuevas inversiones. El informe de Coinbase también remarca la caída en la financiación de capital de riesgo dentro del espacio cripto. El flujo de capital fresco, especialmente dirigido a proyectos de altcoins y tecnologías blockchain emergentes, continúa en niveles un 50% menores que en la cima del ciclo alcista entre 2021 y 2022. Esta contracción en la inversión resulta preocupante, ya que limita la capacidad de innovación y escalabilidad de nuevas soluciones, y a la vez incrementa la presión bajista sobre los precios, alimentando un círculo vicioso de debilidad de mercado. Sin embargo, a pesar de la consolidación de estas condiciones de mercado difíciles, Coinbase Institutional mantiene una visión esperanzadora hacia el segundo semestre de 2025.
La firma proyecta que los precios podrían tocar fondo entre mediados y finales del segundo trimestre, lo que allanaría el camino para una recuperación durante el tercer trimestre. Esta expectativa se basa en diversos factores estructurales y macroeconómicos que podrían revertir la tendencia bajista. Uno de los motivos principales para este optimismo es el pronóstico de recuperación en la liquidez global y la reducción de los costos de endeudamiento. Se espera que los bancos centrales reduzcan las tasas de interés después de un ciclo prolongado de alzas destinadas a controlar la inflación, lo que facilitaría el acceso a capital para empresas y profesionales, incluyendo aquellos inversores que históricamente han sido impulsores de la demanda cripto. Además, la influencia de tendencias secularmente fuertes como la inteligencia artificial aportaría un soporte adicional al crecimiento del sector tecnológico en general y, por ende, a las innovaciones dentro del espacio criptográfico y blockchain de manera indirecta.
La combinación de recuperación en liquidez y avances tecnológicos puede desencadenar un renovado interés y confianza en los activos digitales, impulsando el capital hacia el ecosistema. En el ámbito regulatorio, se visualizan avances importantes que también podrían fungir como catalizadores positivos para las criptomonedas. Bajo el gobierno del presidente Donald Trump, la aproximación hacia el sector cripto ha mostrado un tono menos combativo en comparación con periodos anteriores, y existe un esfuerzo activo para desplegar regulaciones más favorables durante el año 2025. La implementación de políticas fiscales más estimulantes, como recortes impositivos y desregulación, representa otra pieza clave para mejorar el clima de inversión y alentaría la participación institucional. Es relevante destacar que otros líderes influyentes en el espacio cripto como Charles Hoskinson, fundador de Cardano, también comparten una visión optimista a largo plazo sobre el potencial de Bitcoin y otros activos digitales.
Hoskinson ha mencionado la posibilidad de que Bitcoin alcance nuevos récords históricos, incluso valores cercanos a los 250,000 dólares este año, aunque en el momento actual la criptomoneda se encuentra luchando por mantener niveles en torno a los 85,000 dólares. Entretanto, el mercado continúa siendo testigo de una notable incertidumbre asociada a factores geopolíticos y económicos, como la guerra comercial liderada por Estados Unidos y otros elementos exógenos que afectan la percepción de riesgo global. Estas circunstancias, unidas a la disminución en la financiación de capital riesgo y al clima emocional del mercado, contribuyen a consolidar la narrativa del 'crypto winter'. De cara al futuro, la clave para los inversores y participantes del mercado estará en monitorear las señales económicas y regulatorias vinculadas a la liquidez global, las tasas de interés y las iniciativas políticas de estímulo. Adicionalmente, la evolución tecnológica vinculada a blockchain y el crecimiento del interés en sectores complementarios como las finanzas descentralizadas (DeFi) y los tokens no fungibles (NFTs) tendrán un papel fundamental para definir la duración y profundidad de esta fase bajista.
En resumen, a pesar de que hoy el panorama parece estar marcado por la cautela y los retrocesos en el mercado de criptomonedas, los analistas de Coinbase Institutional plantean esperanzas para una recuperación que podría consolidarse en la segunda mitad de 2025. La combinación de un probable ciclo de tasas de interés a la baja, políticas regulatorias más amigables, y una mejora en la liquidez global constituyen los elementos esenciales que podrían revertir la tendencia negativa y abrir camino para un renovado ciclo alcista en el universo de los activos digitales. Durante este período, será crucial para inversionistas diversificar sus estrategias y mantenerse informados sobre las tendencias macroeconómicas y regulatorias en constante evolución. El contexto actual subraya la importancia de una visión a largo plazo y la paciencia, elementos que históricamente han sido recompensados en el ecosistema cripto. Finalmente, aunque el término 'crypto winter' puede generar inquietud, también representa una oportunidad para consolidar proyectos, mejorar fundamentos y fortalecer la infraestructura de un mercado que, a pesar de sus fluctuaciones, sigue mostrando un potencial disruptivo y transformador.
La transición hacia una etapa más estable y favorable dependerá tanto de factores internos del sector como del entorno global, donde Coinbase Institutional ha acertadamente enfocado su análisis para anticipar las dinámicas venideras con base en datos concretos y tendencias actuales.