En el entorno tecnológico actual, las organizaciones enfrentan la difícil tarea de equilibrar el cumplimiento normativo con la necesidad de innovar rápidamente y mantener la competitividad en el mercado. La ingeniería de plataformas, que promueve el desarrollo autónomo, la entrega continua y la autoservicio para desarrolladores, puede chocar con las rígidas políticas de cumplimiento que parecen frenar cualquier intento de acelerar ciclos de desarrollo y despliegue. Sin embargo, no todo está perdido: entender el verdadero significado del cumplimiento y cómo integrarlo de manera inteligente puede convertirlo en un aliado y no en un enemigo. El cumplimiento, a menudo percibido como un obstáculo, abarca legislación como GDPR o HIPAA, marcos de seguridad de la información como ISO27001 o SOC2, y compromisos contractuales con clientes. Mientras que la legislación es innegociable y debe cumplirse al pie de la letra, los marcos de seguridad y contratos ofrecen flexibilidad para interpretar y adaptar controles según el contexto y las necesidades del negocio.
Una creencia errónea común es que el cumplimiento obliga a separar estrictamente los roles de desarrollo y operaciones o a prohibir el acceso directo de los desarrolladores a producción, impidiendo prácticas como DevOps o entrega continua. Sin embargo, estos requisitos muchas veces nacen de políticas internas heredadas, acentuadas por interpretaciones conservadoras de los auditores o departamentos de seguridad, y no necesariamente por los marcos en sí. La separación de funciones es un principio importante para mitigar riesgos, pero puede lograrse a través de mecanismos modernos que mantienen la agilidad, como la aprobación obligatoria de solicitudes de fusión por parte de terceros. En la ingeniería de plataformas, la idea central es construir un producto interno que unifique servicios estándar, seguridad integrada y capacidades de autoservicio para los equipos de desarrollo. Esto disminuye la carga operacional y la duplicación de esfuerzos, facilitando que los desarrolladores desplieguen y operen sus propios productos con un alto nivel de autonomía, sin dejar de cumplir con los requisitos clave de seguridad y cumplimiento.
Para lograrlo, es fundamental adoptar un enfoque colaborativo con los departamentos de seguridad, cumplimiento y legal. Ellos entienden la intención detrás de los controles y pueden ayudar a diseñar soluciones que respeten las normas mientras permiten flujos de trabajo modernos y eficientes. Además, muchas limitaciones percibidas, como el uso exclusivo de proveedores europeos por cumplimiento del GDPR o la prohibición de almacenar ciertos datos sensibles, a menudo resultan ser retos que pueden superarse mediante evaluaciones de riesgo, cláusulas contractuales actualizadas o controles técnicos específicos. Una estrategia valiosa para armonizar cumplimiento e ingeniería de plataformas es el concepto de “shift left compliance”. Esto implica incorporar controles de seguridad y revisiones de cumplimiento en fases tempranas del ciclo de desarrollo, reduciendo la necesidad de costosas intervenciones manuales o pruebas tardías.
A través de automatización, revisiones continuas y pruebas integradas, se logra un desarrollo más seguro, ágil y alineado con los requisitos regulatorios. Es importante cambiar la mentalidad dentro de las organizaciones para evitar caer en el "modo decir que no por cumplimiento" que bloquea iniciativas y desmotiva a los equipos. En lugar de imponer restricciones rígidas, se debe fomentar la responsabilidad compartida, capacitando a los equipos para que entiendan los riesgos y tomen decisiones informadas. La frase “quien tiene el contexto toma las decisiones” es clave, ya que empodera a los desarrolladores y responsables de producto para evaluar y aceptar riesgos dentro de los parámetros definidos. Los contratos con clientes también representan un área crítica en la que muchas veces se introducen cláusulas que complican la adopción de prácticas modernas.
Negociar estos compromisos con una visión equilibrada, que proteja los intereses sin sacrificar la agilidad, es fundamental. La obsesión por satisfacer al cliente no debe conducir a perder el control sobre la arquitectura y los procesos internos. La integración de sistemas de gestión de seguridad de la información (ISMS) con plataformas internas de desarrollo puede crear un marco sólido donde el cumplimiento y la innovación coexistan sin tensiones. Este matrimonio se basa en concepto de propiedad clara de riesgos y activos, donde quienes desarrollan y operan el software también asumen responsabilidad en su seguridad y conformidad, respaldados por políticas flexible y automatizadas. Los beneficios de superar los "trolls del cumplimiento" o las trabas generadas por políticas rígidas se reflejan en mejoras significativas en la velocidad de despliegue, en la reducción de fallos y en la capacidad para adaptarse rápidamente a incidentes, tal como muestra el informe Accelerate State of DevOps.
En definitiva, adoptar un enfoque inteligente y colaborativo hacia el cumplimiento no solo evita bloqueos, sino que se convierte en un factor clave para alcanzar el alto rendimiento en ingeniería de software. En conclusión, no hay que temer al cumplimiento ni caer en una mentalidad negativa que paraliza la ingeniería de plataformas. En cambio, es vital entender que las normas son guías, no barreras absolutas, y que negociando, reinterpretando y colaborando se pueden diseñar procesos que respeten la regulación sin sacrificar la agilidad ni la autonomía. La verdadera excelencia en desarrollo viene cuando cada equipo puede construir, operar y asegurar su producto, siendo partícipe activo en la gestión de riesgos sin perder velocidad ni creatividad. El camino para derrotar a esos "trolls" del cumplimiento pasa por una cultura basada en responsabilidad, comunicación abierta, automatización precoz y visión estratégica, donde el cumplimiento se ve como un componente integrado y fundamental del ciclo de vida del software, no como un enemigo a temer.
Solo así las organizaciones pueden seguir innovando, respondiendo rápido a las necesidades del mercado y entregando valor real a sus usuarios mientras respetan los estándares legales y de seguridad imprescindibles hoy en día.