En los últimos años, las criptomonedas han pasado de ser una tecnología emergente a convertirse en una opción cada vez más popular para realizar pagos en diversos sectores alrededor del mundo. Para el año 2025, el panorama ha cambiado significativamente, con más de 659 millones de personas que poseen activos digitales —una cifra que refleja un aumento del 30 % respecto al año anterior— y un crecimiento acelerado de negocios que aceptan pagos en criptomonedas, alcanzando alrededor de 15,000 comercios en todo el mundo. Este fenómeno no solo indica la creciente confianza de consumidores y comerciantes en las monedas digitales, sino que también señala un cambio paradigmático en cómo se conciben y ejecutan las transacciones financieras a nivel global. La expansión del mercado de pagos con criptomonedas se encuentra en auge y se espera que los pagos digitales vinculados a estas tecnologías alcancen un valor aproximado de 39 mil millones de dólares para 2026, impulsados principalmente por el comercio electrónico y la adopción en diferentes industrias. Europa se destaca como una de las regiones líderes en la adopción de criptomonedas para pagos, con más de 5,600 empresas que ya aceptan esta forma de pago.
Sin embargo, la tendencia no se limita exclusivamente a esta región, pues países como Brasil, India y Estados Unidos aumentan constantemente su número de negocios que integran los criptoactivos. Además, ciertos gobiernos están diseñando políticas favorables que incentivan el uso de monedas digitales, como es el caso de El Salvador, cuyo enfoque pro-Bitcoin ha promovido la incorporación masiva de comerciantes que aceptan criptomonedas desde 2024. Plataformas de comercio electrónico reconocidas, como Shopify, facilitan la integración de pagos en criptomonedas a través de soluciones plug-and-play, mientras que empresas en sectores diversos, desde aerolíneas como Emirates hasta marcas de lujo en el mundo de la moda, están adoptando opciones de pago en Bitcoin y Ethereum para satisfacer a clientes internacionales y entusiastas de la tecnología. Adoptar pagos mediante criptomonedas cuenta con numerosas ventajas que las empresas no deben pasar por alto. En primer lugar, permite el acceso a nuevos clientes internacionales, primordialmente entre los usuarios más jóvenes y tecnológicos que prefieren utilizar activos digitales para sus transacciones.
Una encuesta realizada en 2023 revela que el 85 % de los comerciantes consideraron que aceptar criptomonedas les abre las puertas a un mercado global de poseedores de estos activos, gracias a la naturaleza transfronteriza y sin intermediarios que caracteriza a esta forma de pago. Además, las criptomonedas pueden reducir significativamente los costos asociados a las transacciones, dado que las comisiones suelen ser mucho menores en comparación con las habituales tarifas del sistema bancario tradicional y las tarjetas de crédito, que pueden alcanzar alrededor del 3 %. En este sentido, el 77 % de las empresas atraídas por la eficiencia económica han encontrado en los pagos con criptomonedas una vía para optimizar sus gastos operativos. Otra ventaja crítica es la rapidez en la liquidación de pagos, que generalmente ocurre en cuestión de minutos, mucho más rápido que las transferencias bancarias típicas que pueden tardar días. Esto se combina con la eliminación del riesgo de contracargos, ya que las transacciones son irrevocables una vez confirmadas en la blockchain.
Para sectores con altos índices de fraude o disputas de pago, la certeza y seguridad que ofrece esta tecnología es una ventaja competitiva determinante. Por último, la integración de pagos con criptomonedas suele asociarse con la innovación, lo que puede fortalecer la lealtad de los clientes y contribuir a mejorar las métricas de retención y ventas, un fenómeno reportado por el 93 % de las empresas que ya ofrecen esta opción. Sin embargo, no todo son beneficios; también existen desafíos importantes que las empresas deben considerar antes de integrar los criptoactivos como método de pago. La volatilidad intrínseca de las criptomonedas puede afectar la rentabilidad si no se implementan mecanismos adecuados para mitigar el riesgo, como conversiones instantáneas a monedas estables o fiduciarias. Además, la regulación de criptomonedas aún está en desarrollo y varía significativamente entre países, lo que genera incertidumbre en torno a aspectos fiscales, normativos y de cumplimiento legal, tales como las políticas de KYC (Conozca a su Cliente) y AML (Anti-Lavado de Dinero).
Desde el punto de vista técnico, manejar pagos con criptomonedas requiere un conocimiento especializado para asegurar la custodia segura de claves privadas y evitar vulnerabilidades que puedan resultar en pérdidas irreversibles. La ausencia de una entidad central o banco que respalde las transacciones implica que la responsabilidad recae completamente en quien gestione los activos digitales, lo cual puede implicar riesgos adicionales para las empresas sin la infraestructura tecnológica adecuada. En cuanto a los tipos de negocios que más pueden beneficiarse de la adopción de pagos con criptomonedas, se destacan las pequeñas y medianas empresas, especialmente aquellas con presencia online que buscan expandir su alcance internacional sin las barreras que presentan los sistemas de pago tradicionales. También los negocios considerados de alto riesgo, a menudo rechazados o gravados con altas comisiones por procesadores de pagos convencionales, encuentran en las criptomonedas una herramienta para garantizar pagos rápidos y sin contracargos. Por último, las grandes empresas con operaciones globales o vinculadas a sectores tecnológicos aprovechan la rapidez y la eficiencia del cripto para transacciones transfronterizas, particularmente a través de stablecoins, que permiten operar con valores equivalentes en dólares sin depender de sistemas bancarios locales limitados.
Para adoptar de manera efectiva los pagos con criptomonedas, las empresas tienen la alternativa de trabajar con pasarelas de pago amigables con criptoactivos. Estas plataformas, cuyo mercado se proyecta que crecerá hasta alcanzar los 1,68 mil millones de dólares en 2025 con una tasa compuesta anual del 13,6 % hacia la siguiente década, ofrecen integración sencilla mediante API que reduce el tiempo de implementación hasta en un 75 %. Además, presentan costos de procesamiento mucho menores que los pagos con tarjetas, generando ahorros que superan el 50 % para la mayoría de los comerciantes. La implantación de estas soluciones incrementa significativamente la captación de clientes extranjeros en un plazo corto, evidenciando la efectividad y el potencial de crecimiento que representa el mercado de pagos en criptomonedas. El auge de las criptomonedas como método de pago es, indudablemente, un componente clave en la transformación digital de los modelos de negocio.
Aquellas empresas que comprendan su valor, adopten con inteligencia y aprovechen las tecnologías disponibles estarán posicionadas para mejorar la lealtad de sus clientes, optimizar su operatividad y expandir sus horizontes comerciales en una economía cada vez más digital e interconectada. En definitiva, el futuro de los pagos pasa por la integración de soluciones innovadoras que faciliten la inclusión financiera, fortalezcan la seguridad de las transacciones y ofrezcan nuevas posibilidades para el crecimiento global, y las criptomonedas están en el centro de esta evolución.