Temu, el minorista electrónico chino que irrumpió en el mercado estadounidense con precios increíblemente bajos y una gran variedad de productos, está experimentando una transformación importante en sus políticas de precios. A raíz de los aranceles impuestos por la administración del expresidente Donald Trump sobre una amplia gama de importaciones provenientes de China, Temu ha comenzado a añadir cargos de importación que rondan aproximadamente el 145% sobre los productos vendidos, lo que en muchos casos más que duplica el costo total para el consumidor final. Estos cargos adicionales han comenzado a aplicarse desde finales de abril de 2025, causando un impacto considerable para quienes utilizan la plataforma como una opción de compras accesible y atractiva. Los usuarios han reportado aumentos en los precios que van desde 130% hasta un 150%, lo que significa que un artículo cuyo precio base era muy bajo, ahora cuesta tres veces más o más, una medida que está erosionando el principal atractivo que impulsó el éxito de Temu en los Estados Unidos: precios extremadamente bajos en una variedad amplia de categorías como ropa, electrónicos y artículos para el hogar. Un ejemplo claro de este fenómeno es el caso de un vestido de verano disponible en la plataforma por 18,47 dólares, que tras aplicarse el cargo de importación ahora alcanza un costo final de 44,68 dólares, ampliándose así un 142% respecto al precio original.
De igual manera, un traje de baño infantil que antes costaba 12,44 dólares ha subido a 31,12 dólares por concepto de la tarifa de importación del 150%. Incluso productos pequeños y de uso diario, como una aspiradora portátil ofertada inicialmente en 16,93 dólares, ahora se venden por 40,11 dólares debido a un incremento aproximado del 137%. Temu justifica estos cargos comentando que los mismos cubren todos los procesos y costos relacionados con la aduana, incluyendo los pagos de importación efectuados a las autoridades correspondientes. Sin embargo, esta medida ha generado descontento entre los usuarios, que en un principio disfrutaban de precios significativamente más bajos que la competencia estadounidense como Amazon, Walmart o Target. La implementación de estos cargos está íntimamente ligada a la política comercial de la administración Trump, que decidió aumentar los aranceles a numerosos productos importados de China con la intención de proteger las industrias locales y reducir el déficit comercial entre ambos países.
Dentro de estas medidas, se incluyó también la eliminación de la exención de aranceles conocida como “de minimis” que habilitaba la entrada sin impuestos a productos cuyo valor era inferior a 800 dólares. Esta exención fue esencial para plataformas como Temu y Shein para expandir su presencia con bajos costos adicionales para los consumidores. Desde que se anunció la eliminación de esta exención, Temu advirtió a sus clientes que los precios en la plataforma se incrementarían debido a los cambios en las reglas globales de comercio y los nuevos aranceles aplicados. Consecuentemente, la empresa optó por añadir estas “cargas de importación” para trasladar parte del aumento de costos a los consumidores, en lugar de absorberlo completamente en sus márgenes. Esta situación ha llevado a Temu a modificar su estrategia logística y comercial para contrarrestar en lo posible el impacto de los aranceles.
Una de las respuestas ha sido la expansión de sus centros de distribución dentro del territorio de Estados Unidos, con la intención de promover la venta de productos disponibles localmente y que no impliquen cargos adicionales de importación. De esta manera, más del 75% de los productos en promoción, como los “lightning deals”, están etiquetados como locales y se comercializan sin cargos de importación, una práctica que refleja el esfuerzo de la plataforma para mantener cierta competitividad en precios y tiempos de entrega. Pese a estas iniciativas, la realidad para los consumidores es que pagar un 145% más en algunos casos hace que los productos de Temu pierdan su principal ventaja competitiva. Usuarios han manifestado su frustración en foros como Reddit, donde etiquetan la experiencia de compra como insostenible bajo este nuevo esquema. Comentarios como “Desde comprar como un millonario a comprar como un pobre en un día” reflejan el desánimo y la pérdida de confianza de la clientela habitual.
El caso de Macinzi Morris, una consumidora del sureste de Missouri, ejemplifica la situación que enfrentan muchos compradores. Ella relata que previo al alza, había adquirido macetas por 12,25 dólares, pero una semana después el mismo producto costaba 30 dólares con los nuevos cargos. Dado que puede encontrar productos similares y con entregas generalmente más rápidas en Amazon al mismo precio, considera que no tiene sentido seguir comprando en Temu bajo estas condiciones. Las consecuencias para Temu también se evidencian en el ámbito del marketing digital y su popularidad en las tiendas de aplicaciones. Desde el anuncio de los aranceles, la empresa redujo significativamente su inversión en publicidad en Estados Unidos, lo que ha coincidido con una caída en su ranking en la tienda de Apple, descendiendo del top 10 a la posición 73.
De manera similar, Shein también ha visto reducido su posicionamiento, aunque ha optado por incluir los aranceles dentro del precio final sin cargos adicionales visibles para el consumidor, lo que puede ser más atractivo para algunos usuarios. La situación de Temu representa un rostro tangible de cómo las políticas comerciales internacionales y las decisiones gubernamentales pueden repercutir directamente en el mercado de consumo, modificando la dinámica, precios y hasta la percepción de marcas que rápidamente ganaron popularidad gracias a un modelo disruptivo basado en precios bajos y gran selección. Para Temu, el desafío es grande. Necesita encontrar la manera de equilibrar los costos que le representan los aranceles mientras mantiene la propuesta de valor que llevó a muchos consumidores estadounidenses a probar su plataforma. La construcción y promoción de inventarios locales es una estrategia lógica, aunque complicada, ya que implica costos adicionales de almacenamiento, logística y gestión.
Por otra parte, para los consumidores, la recomendación es estar atentos a las etiquetas de productos, priorizando aquellos que no tienen cargos de importación o que se envían desde almacenes en Estados Unidos. Esto no solo permite evitar sorpresas al momento del pago, sino que también puede garantizar menores tiempos de espera en las entregas. En el futuro cercano, las fluctuaciones de precios en Temu podrían seguir siendo una constante mientras persistan las tensiones comerciales y arancelarias entre Estados Unidos y China. La eliminación de la exención de “de minimis” ha cerrado una puerta importante para el comercio transfronterizo de bajo costo, impactando directamente modelos de negocio como el de Temu, que basaban su competitividad en estos aspectos. Finalmente, aunque estas desafortunadas subidas encarecen algunos productos, también nacen nuevas oportunidades para que los revendedores locales, minoristas tradicionales y plataformas que operan dentro del país compitan en un mercado que busca estabilidad y transparencia en costos totales.
Para Temu, encontrar un equilibrio entre costos y experiencia de usuario será fundamental para mantener su cuota en un mercado estadounidense desafiante y en constante cambio.