El mundo de las inversiones en tecnología siempre ha sido un terreno fértil para quienes buscan ganancias significativas, pero también un escenario lleno de volatilidad que desafía incluso a los inversores más experimentados. En los últimos tiempos, hemos visto cómo el mercado ha experimentado movimientos bruscos, que aunque inicialmente pueden generar incertidumbre, también ofrecen oportunidades únicas para aquellos que saben identificarlas. En este contexto, dos nombres sobresalen por su potencial de recuperación y crecimiento sostenible: Nvidia y The Trade Desk. Ambas compañías, representativas del sector tecnológico, enfrentan actualmente descensos en sus valoraciones, pero los fundamentos que sustentan su negocio y las tendencias del mercado apuntan a un futuro prometedor. La historia reciente del mercado bursátil ha estado marcada por un crecimiento robusto que comenzó a inicios de 2023 y se extendió hasta finales de 2024.
En ese periodo, el índice S&P 500 experimentó un aumento superior al 50%, mientras que el Nasdaq Composite tuvo un desempeño más impresionante aún, con un avance del 85%. Este auge fue impulsado por la confianza en la estabilidad económica y expectativas positivas relacionadas con políticas gubernamentales y avances tecnológicos. Sin embargo, nada en el mundo financiero es lineal. La aparición de tensiones comerciales y la incertidumbre política generaron una corrección importante. El S&P 500 sufrió una caída cercana al 19%, entrando en territorio de corrección, y el Nasdaq compuesto retrocedió más del 24%, configurando un mercado bajista según los estándares tradicionales.
Este escenario puede parecer desalentador para muchos inversores, especialmente para aquellos menos acostumbrados a la volatilidad, pero también representa una oportunidad estratégica. Los descensos significativos en los precios de las acciones permiten adquirir participaciones en empresas sólidas a precios más asequibles. Es la clásica estrategia de comprar en el mínimo para vender en el máximo, un principio fundamental en la inversión que, aunque suena simple, requiere paciencia, análisis y visión de largo plazo. Nvidia, por ejemplo, es un claro caso que ilustra esta dinámica. Desde ser una de las acciones más valoradas en el auge del mercado alcista, ahora cotiza aproximadamente un 23% por debajo de sus máximos recientes.
La preocupación de que la demanda de sus unidades de procesamiento gráfico (GPUs) pueda desacelerarse con la economía ha generado cierto pesimismo. Sin embargo, la realidad plantea un panorama muy diferente. Las grandes empresas tecnológicas, conocidas como hyperscalers, tales como Amazon, Meta Platforms, Microsoft y Alphabet, continúan impulsando inversiones masivas en inteligencia artificial (IA) y capacidades de computación de alto rendimiento. Estos gigantes tecnológicos emplean cientos de miles de chips Nvidia en sus centros de datos. Las declaraciones recientes de sus informes financieros y conferencias telefónicas indican que los gastos de capital relacionados con IA se mantienen vigorosos y están en plena expansión.
Un detalle fascinante es el proyecto de Elon Musk con su iniciativa xAI, que utiliza la infraestructura de Nvidia para desarrollar Colossus, una supercomputadora que comenzó con 100.000 chips Nvidia y que se prevé amplíe su capacidad a un millón o más. Estos desarrollos confirman que la demanda de productos Nvidia no solo se sostiene sino que tiene un enorme potencial de crecimiento, condicionado únicamente por la capacidad de producción de la propia empresa. Su último reporte trimestral del cuarto trimestre fiscal 2025 fue sobresaliente, con ventas récord que alcanzaron los 39 mil millones de dólares, reflejando un crecimiento interanual del 78%. El segmento de centros de datos fue el motor principal, con ingresos que crecieron un 93% hasta los 36 mil millones.
Además, la empresa goza de una sólida situación financiera, con 35 mil millones en efectivo neto, lo que le permite continuar recomprando acciones y reforzar su posición en el mercado. La confianza en Nvidia está respaldada no solo por sus cifras actuales sino por su posicionamiento estratégico en una industria que no muestra signos de desaceleración. La inteligencia artificial, el aprendizaje automático y el análisis de grandes datos son áreas que seguirán demandando innovación tecnológica y equipos de alta capacidad. Nvidia, con su liderazgo en GPUs, está en el centro de este fenómeno. Por otro lado, The Trade Desk es otra acción tecnológica con un panorama prometedor a pesar del contexto actual.
Esta compañía se especializa en la publicidad digital programática, ayudando a las marcas a optimizar el alcance y la efectividad de sus campañas en plataformas digitales. Aunque también ha experimentado caídas en su cotización debido a la inquietud del mercado y cambios en la regulación publicitaria, su modelo de negocio continúa experimentando evolución y adaptación a nuevas tendencias. The Trade Desk se beneficia enormemente del aumento constante en la inversión publicitaria digital global. La transición de los medios tradicionales a plataformas en línea genera un flujo continuo de demanda por soluciones sofisticadas que permitan a los anunciantes maximizar el retorno de su inversión. La empresa ha demostrado su capacidad para innovar y ofrecer productos tecnológicos avanzados que integran inteligencia artificial, análisis de datos en tiempo real y segmentación precisa del público objetivo.
Este enfoque pone a The Trade Desk en una posición privilegiada para capturar el crecimiento del mercado publicitario digital durante los próximos años. Aunque actualmente enfrenta desafíos, como cambios en las políticas de privacidad y ajustes en los algoritmos de plataformas clave, su adaptabilidad y sólido equipo directivo la convierten en una apuesta interesante para inversores con visión a largo plazo. El contexto económico general también tiene un papel importante en esta narrativa. Aunque se hablaba con frecuencia sobre la posibilidad de una recesión durante 2023, esta no se materializó, y las perspectivas económicas para 2025 apuntan a una estabilidad relativa con crecimiento moderado. Los mercados suelen anticipar movimientos económicos y, por tanto, pueden reaccionar de forma exagerada ante rumores e incertidumbres antes de que los fundamentos cambien realmente.
Para los inversores, la clave está en identificar compañías con ventajas competitivas sostenibles, balances financieros sólidos y perspectivas de crecimiento claras, incluso cuando el mercado experimenta correcciones. Nvidia y The Trade Desk cumplen con estos criterios, respaldados por productos y servicios esenciales en sus respectivos campos y por una demanda robusta desde los principales actores industriales y del consumidor final. La idea de comprar durante los retrocesos y mantener la inversión para capturar la recuperación es un principio probado en la inversión exitosa. Estas dos acciones tienen el potencial de no solo recuperar sus niveles previos, sino de alcanzar nuevas cotas gracias a sus innovaciones y participación en sectores con alta proyección. En conclusión, el mercado tecnológico siempre será un terreno dinámico lleno de retos y oportunidades.
La reciente caída en el precio de acciones como Nvidia y The Trade Desk no debe interpretarse como una señal de debilidad, sino más bien como una ventana ideal para evaluar una inversión que podría generar importantes retornos a largo plazo. Los fundamentales sólidos, el liderazgo en sus sectores y las tendencias macroeconómicas y de tecnología que están configurando el futuro respaldan la predicción de que estas dos acciones tienen un gran potencial para volver a despegar y superar sus máximos históricos.