En el corazón de la cordillera del Himalaya, Bután, conocido mundialmente por su enfoque único hacia la felicidad nacional y la sostenibilidad, se encuentra en medio de una revolución tecnológica que podría transformar radicalmente su economía y futuro. Este pequeño reino montañoso apuesta decididamente por la minería de criptomonedas ecológicas, alimentadas exclusivamente por energía hidroeléctrica renovable, para convertirse en un modelo global de desarrollo económico sostenible y tecnológico. El enfoque visionario de Bután en combinar sus abundantes recursos naturales con las innovaciones digitales se manifiesta a través de su interés en la tecnología blockchain y las criptomonedas. Desde 2019, el fondo soberano del país, Druk Holding and Investments Ltd., ha integrado criptomonedas en su cartera de inversiones, destacando la importancia de utilizar energías limpias para la extracción de estos activos digitales.
Este enfoque no solo brinda una ventaja competitiva en términos de sostenibilidad ambiental sino que también ofrece un camino innovador para diversificar y fortalecer la economía nacional. La minería de criptomonedas es una actividad muy intensiva en consumo energético, y en muchos lugares del mundo, se asocia con un importante impacto ambiental debido al uso de combustibles fósiles. Bután rompe este paradigma utilizando un recurso natural limpio: la energía hidroeléctrica, que representa el 100% de su matriz energética. Esto significa que cada criptomoneda producida en Bután tiene una huella de carbono significativamente menor en comparación con las monedas minadas en países que dependen de fuentes contaminantes. En palabras de Ujjwal Deep Dahal, CEO del fondo soberano butanés, "cada moneda digital minada en Bután contribuye positivamente al desarrollo de una economía verde".
Este modelo de cripto minería verde tiene un doble impacto: por un lado, potencia el desarrollo económico basado en tecnologías emergentes, y por otro, refuerza las credenciales ecológicas del país en un momento en que la lucha contra el cambio climático es una prioridad global. Bután no solo busca obtener ganancias financieras, sino también contribuir a la construcción de un ecosistema económico que se alinee con sus valores tradicionales y la visión de medir el progreso a través de la Felicidad Nacional Bruta. Además de las ventajas ambientales y económicas, El proyecto responde a una necesidad urgente para Bután: la fuga de talento juvenil. Entre 2022 y 2023, más del 10% de los jóvenes butaneses migraron al extranjero en busca de mejores oportunidades laborales, un fenómeno ligado a un desempleo juvenil que alcanzó el 16.5% en 2024.
Frente a este desafío, el gobierno ha puesto su mirada en las posibilidades que ofrecen las tecnologías blockchain e inteligencia artificial para generar empleos de calidad dentro del país. Capacitar a los jóvenes en competencias digitales y tecnología avanzada es una prioridad que no solo combate el desempleo sino que también fortalece el tejido social y económico en Bután. La combinación de un sistema energético renovable y un enfoque tecnológico puede convertir al país en un imán para el talento local y extranjero, atraído por un entorno innovador y sostenible. La utilización temprana de los beneficios de la inversión en criptomonedas ya ha tenido efectos tangibles: se ha reportado que las ganancias obtenidas han sido suficientes para cubrir los salarios del gobierno durante dos años consecutivos. Este hecho destaca cómo iniciativas innovadoras pueden impactar positivamente en las finanzas públicas de una nación pequeña, convirtiendo a Bután en un caso ejemplar que otras economías emergentes podrían estudiar para diversificar sus fuentes de ingresos.
Bután también tiene la ambición de transformarse en un núcleo global para la cripto minería ecológica, un objetivo que está directamente vinculado al aumento planificado de su capacidad hidroeléctrica. Actualmente, el país genera aproximadamente 3.5 gigavatios de energía, pero tiene planes para expandir esta capacidad hasta 15 gigavatios en la próxima década. De concretarse, esta expansión permitiría no solo satisfacer las demandas nacionales en crecimiento sino también producir un excedente energético que podría ser empleado en la minería sostenible de criptomonedas para exportación. La creciente demanda de las empresas internacionales por mejorar sus índices ESG – que evalúan criterios ambientales, sociales y de gobernabilidad – abre una oportunidad para que Bután ofrezca criptomonedas verdes como un producto diferencial en el mercado mundial.
La venta de activos digitales minados con energía 100% renovable puede ayudar a las corporaciones a cumplir con sus compromisos de sostenibilidad y responsabilidad corporativa. Los expertos en economía y tecnologías emergentes subrayan que el futuro éxito del modelo de Bután depende en gran medida de su capacidad para escalar la producción de energía, formar a su fuerza laboral y mantener un entorno regulatorio que promueva la innovación sin sacrificar la seguridad financiera. A pesar de los riesgos asociados con las criptomonedas y la volatilidad de este mercado, la apuesta de Bután por un cripto entorno sustentable y socialmente responsable arroja una luz positiva sobre el potencial de las tecnologías digitales al servicio de los objetivos de desarrollo sostenible. Esta ambiciosa estrategia también sitúa a Bután en la conversación global sobre el futuro de las criptomonedas y la transición energética, presentando un ejemplo claro de cómo los países pequeños pueden aprovechar sus ventajas comparativas para innovar y liderar en nichos específicos. Además, consolida la idea de que la tecnología y la naturaleza no solo pueden coexistir, sino complementarse para crear modelos económicos sostenibles y resilientes.